Kara Danvers...
A la mañana siguiente volví a mi rutina normal. Excepto por un mensaje en especial que ansiaba de manera impaciente.
La consecuencia de ocultar cosas era muy arriesgada a mi persona, y en general el mentir de igual forma, así que mis nervios tenían que salir de mi cuerpo para poder pensar con claridad todo lo que tenía por hacer el día de hoy.
Tuve que ser una excelente actriz y relajar mi cuerpo para evitar cualquier sospecha que podrían tener sobre mi comportamiento extraño.
Era un alivio que Imra y yo estuviésemos por separado en el mismo sitio, aunque a su vez no era tan fabulosa idea.
Suspiré por cuarta vez caminando detrás de Lena en dirección al ascensor.
Estaba tan sumisa en mis pensamientos que ignoré el hecho de lo que tenía pendiente con Lena, eso fue hasta que ella misma presionó un botón haciendo que el ascensor se detuviera a medio piso del edificio. Volteó a mi dirección y yo la miré extrañada.
-¿No me vas a dirigir la palabra?-. Cuestionó con un tono molesto.
-Señorita Luthor-. Fue lo único que dije, hizo una mueca de fastidio y abrió la boca sin decir palabra alguna. Después de que no dijera más nada habló de nueva cuenta.
-¿Nos vamos a tratar igual después de todo?-. Volvió a preguntar.
Me iré al infierno por esto pero, no está mal jugar un poco.
La altura entre nosotras era esencial, sólo la desventaja de algunos metros pero aún así era perfecto para algo como lo que haría.
Su rostro mostraba molestia, aún más al sólo mirarla y quedarme callada.
Sonreí burlona antes de acercarme a ella. Aproveche para acorralar su cuerpo contra una de las paredes metálicas del ascensor, la miré fijamente disfrutando la situación.
La miré tragar saliva para escasos segundos después entre abrir su boca, mi mejilla recibió su cálido aliento al llevar mis labios hacia su cuello, el cual dejó expuesto para mí.
El vestido negro escotado no servía de ayuda, pues mi vista dió de lleno en esos perfectos pechos.
Sentía las manos de Lena tocar mi cuello pero interrumpí sus caricias tomando sus manos por arriba de su cabeza e inmovilizando cualquier movimiento.
Separé sus piernas con ayuda de mi rodilla, sentía como las suyas en respuesta presionaban ésta con desespero, sin borrar la sonrisa continúe.
Seguía con la misma posición, sin besar, sin hacer presión con mi rodilla, sin lamer la piel expuesta. Sólo seguía así, torturando, respirando el olor a deseo que el ascensor empezaba a acumular.
El aroma que desprendía solo me hacía querer poseerla ahí mismo, sin importar nada. Hice una gran fuerza de voluntad para contener las ganas, aunque era inevitable ignorar las palpitaciones en medio de mis piernas.
En una caricia mis labios recorrieron su cuello sintiendo el pulso acelerado en él ante el desespero, mordí leve y suave ocasionando un jadeo que mi oído recibió en gratitud. Un jadeo que me erizó la piel por completo.
Enderece mi cuerpo y quedé frente a su mirada, una oscura y ferviente mirada. Quedando a milímetros cerca de su boca animé a mis propios sentidos a reaccionar.
-Aunque quisiera no podría tratarte de manera indiferente. Tú eres la única que me pone así-. Contesté en un murmullo, con una voz fuera de lo inusual.
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Eres mi esperanza
Science FictionElla solo había salido a beber con sus mejores amigas, sin imaginar que ella siendo aliada del licor terminaría besándose con alguien más que no fuera su novio. La magnate mujer de negocios Lena Kieran Luthor debe estar bajo custodia de sus escolta...