Kara Danvers…
-¿Cómo fue que lo descubriste?-. Lo que me intrigaba demasiado era el saber cómo Alex mantenía una expresión tranquila a pesar de tener la sospecha.
-Eso te lo contaré en casa aquí no puedo explicarte-. Comenté sintiéndome nerviosa al tenerla cerca debido a que terminaba de curar mis heridas.
-Está vez Kara, me vas a explicar cada cosa que has estado planeado a mis espaldas y pobre de ti si vuelves a mentir-. Tras la ligera advertencia guardó el botiquín y salió de ahí.
Bufé sintiendo mis emociones al borde.
Estaba a punto de levantarme de la silla cuando la presencia de Lena me detuvo.
-¿Estás bien?-. Cuestionó en un tono suave.
Desvié la vista a causa de evitar cualquier gesto de molestia frente a ella.
Suspiré nuevamente y calmé el conflicto entre mi mente y las emociones.
-Sí, estoy bien ¿Y tú?-.
-Pues déjame decirte que no lo pareces-. Se acercó y se sentó frente a mí en la camilla vacía.
Me señaló el rostro y bajé la vista al suelo.
-Tengo que preguntar algo y espero seas sincera-. Al voltear y mirar su rostro parecía confundida pero aún así asintió.
-¿Crees conocer lo suficiente a Jack Spheer?-. Me miró entre sonriente e incrédula por la cuestión.
Tardó en contestar a lo que supuse no lo conocía con exactitud.
-Sí. ¿Por qué?-. Sonreí amargamente.
-Eso es todo lo que quería saber-. Tomé del respaldo de la silla mi chaqueta y la coloqué a mis espaldas.
-Por nada. ¿Qué estás haciendo aquí?-. Cuestioné queriendo cambiar de tema lo mejor posible.
-Lex intentó matar a Lilian-.
No me sorprende, ese tipo ya comenzaba a ser una gran molestia para mí.
-¿Ya se sabe algo más?-. Negó desviando la vista un momento.
-Bien, si me disculpas tengo que irme-. Le hice saber antes de levantarme del asiento.
-¿De nuevo? En la mañana te fuiste sin avisar y hace unos minutos atrás regresaste así de golpeada-. Me dijo comenzando a alterarse.
-Ese es mi trabajo. Sobre los golpes esto no es nada, el precio de éste es parte de mi día a día-. Contesté tranquila.
-Ya veo, ¿Y el prisionero?-. Cruzó sus brazos y se mantuvo firme.
Guardé silencio y toque con mis dedos el puente de la nariz.
-Está suelto-. Fue lo único que dije antes de caminar hacia la salida.
-¿Por qué mentir? Hay algo que te molesta y prefieres evadirlo en vez de hablar-.
La arrastré conmigo hacia la salida y sin avisar la hice ingresar al auto, cuando lo hizo sin objetar nada cerré la puerta.
Quedamos en silencio, uno que no sabía descifrar con exactitud.
Suspiré y comencé a hablar.
-Primero que nada perdón, por haberme ido de esa manera. Tenía un asunto pendiente que tratar y me surgió de imprevisto no quise rechazarlo-. Ella miraba a través de la ventana y permanecía atenta.
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Eres mi esperanza
Science FictionElla solo había salido a beber con sus mejores amigas, sin imaginar que ella siendo aliada del licor terminaría besándose con alguien más que no fuera su novio. La magnate mujer de negocios Lena Kieran Luthor debe estar bajo custodia de sus escolta...