66.

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Capítulo 66.

20 de Diciembre.

Darcy se fue hace dos semanas a Detroit con su familia, la echo mucho de menos. En realidad extraño a todos mis compañeros, es raro caminar por los pasillos de la universidad y ver las aulas vacías y la cafetería cerrada.

Estas semanas la comida rápida a sido mi única fuente alimentaria, y todos los cafés con magdalenas y muffins de mi trabajo.

Con Niall las cosas continúan igual, hablamos todas las noches y más de una ocasión he tenido que aguantar las lágrimas y las ganas de decirle cuán sola me siento.

De todo el tiempo que llevo en Estados Unidos, jamás me había sentido como ahora. Supongo que las fechas no ayudan, caminar por el centro comercial y ver a muchas familias hacer las compras de regalos y pasear me pone muy melancólica.

Y mi madre no me ayuda mucho que digamos, cuando le conté de mi ausencia para esta navidad, lloró. Está será la segunda vez que pasaremos una noche buena alejadas.

Los primeros días que le conté, solo me hacía preguntas que me eran difícil de responder, como por ejemplo, con quién pasaría estas fiestas, por supuesto le mentí, le dije que Niall estaría conmigo, decirle la verdad solo la haría sentir peor, así que le pedí estrictamente a mi novio que si mi madre lo llamaba, que le dijera que estaba conmigo.

Sé que a él no le gusta mentir pero es la unica forma de mantener a mi familia en paz.

24 de Diciembre.

Decidí trabajar mi día libre.

No podía estar un día más en la habitación de la residencia sin hacer nada. Ayer cuando llegué a mi trabajo mi jefa estaba un poco saturada con tanto que hacer.

Así que me ofrecí para hoy, me quedaré hasta el cierre y luego me iré a dormir. Mis compañeros de trabajo al verme, se sorprenden un montón, se supone que hoy, yo no debería estar aquí, pero les explico mi situación, y ellos se sienten conmovidos.

Incluso richard, me invitó a cenar con su esposa y familia, pero me negué, que vergüenza.

-Vamos Elena, sabes que eres bienvenida.—continúa él diciéndome con una amable sonrisa.

Yo también le sonrío.

-Se lo agradezco mucho, pero no se preocupe, estoy cansada y me duelen los pies. Me daré una ducha y me iré a la cama temprano.—Le digo y él se ríe.

-Está bien, deberías sentarte, no vendrá nadie a esta hora.—me dice y sé que tiene razón. El reloj de pared marcan las ocho de la tarde.

-Solo un momento.—digo y me siento en el taburete.

-Nuestra adorable jefa te ha dejado esto.—me dice él y extiende un sobre para mi.

-¿De verdad?.—pregunto tomando el pequeño sobre blanco, él asiente.—¿Será mi despido?.—él se ríe.

-Sería lo último que hiciera, más aún cuando te haz ofrecido para venir hoy.—me dice y yo le sonrío de vuelta.

Cuando despego los pliegues del sobre y lo abro, noto que hay dinero. Inmediatamente miro a richard.

-Es dinero.—digo un poco sorprendida.—aún no es fin de mes.

-Debe ser una gratificación por tu trabajo.—me dice y luego se aleja para despedir a la última pareja que seguía dentro del local.

Por algunos segundos miro el dinero dentro del sobre y me siento muy feliz. Jamás creí que recibiría una gratificación, creí que solo las recibían los trabajadores más antiguos.

Mañana llamaré a mi jefa y le daré las gracias.

-¿Qué pasa Elena?.—pregunta Susan, mi otra compañera de trabajo. Yo me quedo mirándola.—vamos, ve a cambiarte, caminemos juntas hasta el paradero del autobús.

-Sí, voy enseguida.

Después de cerrar el local y dejar todo limpio, Richard, Susan y yo salimos al exterior del centro comercial.

Las tiendas están casi todas cerradas y solo algunas personas continúan haciendo las últimas compras.

-Adiós chicas, cuídense, vayan directo a casa, que pasen una linda navidad.—se despide richard.

Ambas nos despedimos de él y continuamos caminando hasta la parada de autobús. Susan se va primero, ella lo toma en otra dirección.

Por algunos minutos me quedo mirando los nudillos y como se ponen más fríos y rojos mientras espero mi autobús. Mis dientes castañean y comienzo a sentir frío por todo mi cuerpo.

Gracias al cielo, después de una larga espera, logró tomar la locomoción y me voy a la residencia.

Mientras camino en dirección al campus me pierdo en mis pensamientos. ¿Que estará haciendo mi familia? Imagino a mis tíos y primos hablando hasta por los codos.

De alguna manera, me hace sentir feliz saber que estoy lejos, así no tengo que escuchar las aburridas historias de mis tías y como discuten entre ellas.

También pienso en mamá, espero que este bien, la llamaré cuando llegue a mi habitación, sé que debe estar triste, así que la calmare diciendo que todo está bien.

Por supuesto también pienso en Niall, él me habia dicho que estaría con su familia, ya que mi viaje se había pospuesto, él viajaría para estar con ellos, la distancia de Londres a Mullingar es solo una hora en avión, así que me alegro que esté acompañado.

Mientras continuó avanzando, noto unos pasos detrás de mí, así que apresuro los míos. Estas calles están casi vacías, y es porque todo este lugar es residencial.

Aunque eso no quiere decir que nadie debería caminar por aquí, ya que muchos estudiantes al igual que yo, nos hemos quedado en la Universidad.

Pero aún así... Camino más rápido de lo normal, incluso sacó mi móvil del bolsillo y marco el 911. Sé que quizás estoy exagerando, pero ser mujer en esta época es difícil.

-Ay Joder.—Susurro mientras siento que los pasos detrás de mi no se alejan.

Incluso camino más lento para que la persona pueda avanzar y caminar por delante de mi, pero al parecer también detiene su caminar. Estoy pensando seriamente en comenzar a gritar o quizás correr.

Ambas opciones son válidas. Gracias al cielo, puedo ver el campus después de varios minutos, así que comienzo a caminar más rápido, casi trotando.

Pero aquellos pasos se detienen en seco cuando las farolas iluminan la silueta detrás de mi, y lo cerca que está.

Mi instinto asesino y la rabia que comienzo a sentir se expande por todo mi cuerpo. ¿Pero quien demonios se cree para venir a intimidarme? ¿Porqué debo tener miedo?¿Porque debo arrancar? Sea quien sea, lo voy a enfrentar, ya no puedo permitir sentirme así.

Así que con rabia y con mi bolso de trabajo preparado para golpear a quien sea que esté detrás de mi, me volteo y encaro con mi peor rostro a la persona que siguiendome.

-¡¿Qué es lo quieres?!.—Le grito.

Joder, es un hombre, y muy alto. No puedo verle la cara porque viene con un pasa montañas y un gran abrigo.

Mi primer Impulso es salir corriendo, jamás podría enfrentarme a su tamaño. Pero cuando creo que estoy lista para hacerlo él se ríe.

Él se ríe y mi corazón comienza a latir frenético, porque esa risa la conozco, la conozco tan bien, que no puedo creer que este escuchandola.


𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟐 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora