𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟐 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

8.

Capitulo 8.

No me apuro en cambiarme de ropa. Me tomo mi tiempo para secarme el cabello, y tomar mi píldora para evitar que el dolor menstrual sea más fuerte.

Quisiera estar encerrada en la habitación para siempre, pero no puedo hacerlo, sé que debo enfrentarlo.

Su actitud de minutos atrás me dejo sorprendida, él jamás había echo eso, mirarme con rabia y actuar como lo hizo.

Intento ignorar el nudo en la garganta, no me permitiré llorar, aunque es lo que deseo hacer.

Cuando salgo de la habitación, lo primero que veo es al minino, está en el sofá echo bolita, se ve tan pequeño, tan indefenso, no tiene idea que me lo llevaré.

A maldición, quiero llorar.

Mientras me limpio algunas lagrimitas que he derramado, noto a niall salir de la otra habitación que tiene el departamento.

Inmediatamente, camino hacia la cocina y me preparo un vaso con agua tibia, pero continuo mirándolo por el rabillo del ojo.

Veo en como toma su chaqueta y las llaves del auto que compró. ¿Va a salir?.

-Tengo que ir a la empresa, no sé si vuelva para almorzar,te avisaré.-me dice y espera que yo lo mire. Así que me volteo hacia él.

-Esta bien.-¿puede mi tono de voz sonar más deprimente?.

El sonríe levemente, sin mucha expresión, una sonrisa forzada para luego caminar hacia la puerta. No puedo dejar de mirarlo mientras se va.

Ni siquiera me dio un beso, simplemente se fue.

Por unos segundos me quedo mirando la puerta, ilusionada a que vuelva, a que se le haya olvidado algo, cualquier cosa, o quizás para venir y besarme y luego irse, pero no pasa.

Así que me dejo llevar por la tristeza y la menstruación y me echo a llorar. A llorar no solo porque jamás había sido así, si no porque me siento sola, extraño a mamá, extraño a papá, extraño a mi pequeño hermano, extraño a mi amiga.

Me siento tan pequeña en este lugar tan grande, me siento tan pequeña en esta ciudad, en este país que no es mi hogar.

-Ya basta.-susurro tomando un sorbo de agua.-ya pasará.-me digo mientras camino hacia el minino.

Me siento en la alfombra, cerca de él, y acaricio su cabeza, él inmediatamente comienza a ronronear.

No quiero deshacerme de él, quiero quedármelo. Sé que me haría compañía en mis solitarios días.

-¿Que haré contigo pequeño?.-susurro y apoyo la cabeza en el sofá, él increíblemente comienza a jugar con mi cabello.

Eso me hace sonreír.

Por un rato me quedo con él, juego, le acaricio la barriga y le limpio el pipí.

Pero después me pongo manos a la obra con mi proyecto, limpio la mesa del comedor y dejo todos mis materiales.

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Para la hora del almuerzo, niall no llega. Tampoco me llama, y en el fondo de mi corazón, sabía que no lo haría.

Así que, me preparo algo rápido, y continuó creando mi maqueta mientras le respondo algunos mensajes a Bárbara, y mamá.

-Creo que es suficiente por hoy.-susurro mirando cuanto avancé, quizás no es demasiado, pero prefiero irme lento y seguro.