JOANA
Estaba a punto de echarlo todo a la mierda. Quería dejar a Cris, porque mi cabeza me había convencido de que no me la merecía y que no le convenía. Pero Cris siempre sabia como calmarme, siempre sabia que decir. Hizo que mi cabeza no ganara, no se que haría sin ella. La necesito en mi vida, no se que haría sin ella. Realmente no sabia vivir sin ella. Nos quedamos un rato en el café platicando.
C: Venga, vamos te acompaño a tu casa, que ya se esta haciendo tarde.
J: Vale vale.
Cris me acompaño a casa y la invite a pasar un rato. Creí que mis padres estarían en casa pero por alguna razón no estaban.
J: Mamá... Papá...¿? – nadie contesto – Creo que no están.
C: ¿Están trabajando?
J: No lo se, según yo estarían aquí, perooooo... podemos aprovechar el tiempo en lo que llegan ¿no? – la mire de manera picara –
C: jaja oye, no hagas esa cara que me empieza a dar calor. – se puso muy roja –
J: Yo solo digo que quiero hacer esto. – me acerque a ella y comencé a besarla muy intensamente. –
CRIS
Joana comenzó a besarme muy intensamente y yo verdaderamente la extrañaba muchísimo. Con solo ese beso me estaba poniendo muchísimo. Me tomo de la cintura y me guio al sofá, me empujo y caí sentada en el, ella se puso encima de mi y me siguió besando. Comencé a tocarla por debajo de su playera.
J: No sabes como extrañe la sensación de tus manos en mi piel.
No resistí mas y le quite la playera y ella a mi, quedándonos en sujetador las dos. Me comenzó a besar el cuello mientras me tocaba los pechos, ella comenzó a meter su mano por debajo de mi pantalón y me empezó a estimular mi clítoris, yo estaba ya muy excitada, estaba comenzando a meter mi mano en su pantalón cuando en eso...
MJ: Hola hija ya llegam....
J: Mamá...
Joana y yo nos cubrimos como pudimos pero definitivamente nos cacharón, la mamá de Joana no se movió y su papá lo primero que hizo fue darse la vuelta para no vernos. Yo obviamente estaba super roja por la vergüenza. Nos vestimos lo mas rápido que pudimos y nos pusimos ambas de pie, por un momento nos miramos ambas a los ojos y note lo avergonzada que estaba, que ambas estábamos.
C: emmm bueno, creo que yo mejor me voy... este... perdón, yo em adiós. – me despedí rápido de Joana y me fui lo mas rápido que pude, estaba muerta de la vergüenza -
JOANA
Cris se fue a su casa, y estaba muy avergonzada al igual que yo. Mis padres nos habían cachado apunto de hacerlo. Definitivamente no podría ver a mis padres a los ojos en un buen rato.
J: Esteee, bueno yo me voy a... mi cuarto...
MJ: Joana, espera. – mierda, en ese momento no quería hablar con mis padres –
J: ¿SI?
MJ: Emmm lo que acaba de pasar aquí... pues, ni creo que la sala de la casa sea el mejor lugar.
PJ: Joana... emm respetamos tu relación y tu intimidad, pero creo que deberían... pues... emm hacerlo... en un lugar más privado para que no ocurra esto de nuevo. – mi padre esta igual de rojo que yo, creo que es normal después de la situación –
J: Si si claro, una disculpa... ay que vergüenza... bueno ya me voy a mi habitación.
Estaba super apenada, pero... pfff ojala mis padres no hubieran llegado, en parte para que no nos cacharan, pero realmente quería estar con Cris. Ya tiene bastante tiempo que no estamos a solas las dos y la extraño mucho. Le envié mensaje para asegurarme que había llegado bien a casa.
J: Hola amor, ¿oye como llegaste a casa?
C: Bien, solo que estoy super avergonzada, creo que no podre ver a tus padres en un buen rato. ¿Te dijeron algo?
J: Pues básicamente que no podemos estar haciéndolo en cualquier lado jajaja.
C: Joana, dios que vergüenza jajaja
J: Ya, pfff que suerte tenemos. Yo realmente tenia ganas de comerte enterita.
C: Yo igual jo. Ya hace mucho que no estamos solas tu y yo. No sabes las ganas que te tengo.
J: Si, ya tiene rato que no estamos solas. Yo igual muero por estar contigo.
C: Oye, pero se como solucionarlo. De hecho necesito que estés libre el viernes, sábado y domingo.
J: ¿Por?
C: Te voy a secuestrar, te quiero para mi solita.
J: Pff oye que no es secuestro mi me dejo.
C: Entonces te espero en el parque el viernes a las 14:00 hr.
J: Me parece perfecto, ¿oye pero me dices a donde vamos?
C: Nop, es una sorpresa.
Hicimos videollamada y seguimos hablando por ahí. Hablamos por varias horas, durante toda la llamada no pude dejar de ver sus ojos. Esos ojos en los que me perdía.
