JOANA
Cuando desperté estaba acostada y Cris aún estaba dormida sobre mi pecho. Aun no podía creer lo que había pasado. Se siente tan bien estar con Cris de esta manera, lamentablemente me tengo que levantar para tomar mi pastilla. Intente levantarme sin despertar a cris pero mi plan falló.
C: Hola, buenos días.
J: Hola guapa, ¿Cómo amaneciste?
C: Excelente, mejor no pude haber despertado. – me dio un pequeño beso en la nariz – oye y a donde ibas que ya te estabas levantando.
J: Emmm no nada, solo iba a buscar algo de agua.
C: Venga, deja te la traigo.
Cris se fue a buscar el agua, y mientras yo intente buscar mis pastillas que estaban al fondo de mi mochila. Dios, mala idea ponerlas hasta abajo, no lograba encontrarlas. Justo en ese momento entra Cris con el vaso de agua.
C: ¿Qué buscas?
J: eh nada nada – dije mientras ponía mi mochila de lado y tomaba el vaso de la mano de cris –
C: vale, pues qué te parece si te hago de desayunar.
J: ¿Sabes cocinar?
C: Puesss, lo puedo intentar jaja
J: Vale vale vamos, solo entro al baño un momento y te alcanzo.
C: vale, te espero en la cocina.
Le mentí un poco a cris, obvio no iba al baño, me iba a tomar la pastilla, pero no quería que me viera. Si me veía iban a empezar las preguntas y no sé si estoy lista para contarle de mi enfermedad y me abandone. Me tome la pastilla y metí rápido el bote de pastillas a mi mochila, para no tardar mucho. Después fui directo a la cocina con cris. Justo cuando entre vi como no paraba de echarle orégano a una tostada con queso.
J: cris, cris... para para, ¿Qué haces? Para de echarle orégano.
C: no tía, porque así, luego sabe a pizza.
J: Dios mío.
Me llego un mensaje de mi madre preguntándome si estaba bien, si necesitaba algo, etc. La verdad es que mi madre siempre se preocupa por mí, a pesar de su trabajo, es la única que está ahí. En cambio mi padre... bueno, literalmente parece que no tengo padre.
C: ¿Qué pasa?
J: Nada, mi madre que me pregunta que como estoy, y esas cosas.
C: Bueno si ya, así son todas las madres, mi madre 1hr después de que se fueron me mando mensaje.
En lo que salían las tostadas Cris mando un mensaje y se rio cuando le llego algo.
J: ¿Qué pasa?
C: Nada, son las chicas que dicen puras tonterías.
J: Oye y les has dicho algo?
C: Jo, es que, no sé cómo contarles esto, sabes?
J: Ya, con amigos a veces es complicado confiar, un día te aman y al otro te clavan un puñal.
C: No, pero a ver, yo sí que confío en mis amigas... mira a Amira, la conozco de... pff toda la vida y a las demás de este curso, pero son la hostia.
J: No si se ve jajaja, y ¿Por qué aún no les dices?
C: Pues a ver, que Amira sí que lo sabe, no sabía cómo decirle, pero no sé al final se lo conté y se lo tomo súper normal. De hecho se sorprendió más cuando le dije que a mí me gustaba alguien.
J: ¿te gusto? – dije con una sonrisa boba –
C: Jo pues claro que me gustas.
J: Que suerte, poder confiar así en alguien que conoces de toda la vida.
C: Pues eso son los amigos ¿no? Los que están en lo bueno, en lo malo y en lo puto peor.
J: Ya, pero ¿Cómo van a saber que es lo puto peor?, no lo sabes hasta que te pasa. Por eso es difícil confiar cuando te dicen "Te quiero un montón, voy a estar con vos toda la vida, en lo bueno lo malo y lo puto peor." En lo bueno, lo malo y lo puto peor. – eso lo dije mientras recordaba lo que había pasado en Argentina – Bueno vale, vamos a probar estas tostadas.
C: jaja vale vale, pero antes, pues estaba pensando en que podríamos hacer una fiesta mañana acá y pues te las presento. ¿Qué dices?
J: Pues lo que quieras, es tu casa jaja.
Después de un rato de platicar cris me dijo que probara sus tostadas y la verdad sabían terrible. Solo nos reímos de eso y mejor pedimos una pizza porque ya era algo tarde como para desayunar. Después de comer nos metimos a bañar juntas y bueno, nos estuvimos tallando mutuamente y dándonos caricias mientras nos bañábamos. Luego nos fuimos a la sala y vimos películas en Netflix, estuvimos ahí por horas abrasadas y dándonos mimos.
