CRIS
Antes de ir con Joana, me encontré con las chicas y me dieron un regalo para Joana, eran unos chocolates, que la verdad se veían buenísimos.
N: Ey que son para Joana no para ti eh jaja.
C: Vale vale, yo se los llevo de su parte.
A: Oye y ¿Cómo sigue?
C: Ya mejor, o sea le dieron el alta y ahora está en su casa, y la pobre no puede salir porque le pidieron reposo y esas cosas.
E: Pobre, yo me quedo encerrada y definitivamente me vuelvo a poner mal, jaja.
C: Ya, por eso quiero verla todos los días, así no se siente sola. Sé que no he salido con ustedes chicas ni nada, pero ahora la verdad quiero estar con Joana, hasta que se ponga al 100%.
A: No puedo creerlo, en serio que Joana te cambio muchísimo, me alegro.
C: ¿Por qué lo dices tía?
A: Pues que antes te la hubiera sudado todo, antes no hubieras cambiado una salida por cerves o una fiesta por nada del mundo. Y ahora, no sé, te veo más centrada más responsable, hasta has subido con tu promedio desde que estas con Joana. El amor te cambio amiga.
N: Jajaja, ya se, nunca creí conocer a esta Cris enamorada.
C: Idiotas jaja, ya bueno, denle las gracias a Joana, ella es la culpable. – no pude evitar ponerme súper roja. La verdad es que Joana me hacía mucho bien, ella vino a darle un giro a mi vida de 180°. -
Me despedí de las chicas y me dirigí al piso de Joana. Cuando voy llegando toco el timbre, su madre me abrió y me dijo que Joana estaba en su cuarto así que fui. Cuando llegue, la puerta estaba abierta así que solo la golpe un poco. Vi a Joana, sentada en su cama y fui directo a ella.
C: ¿Hola?
J: ¡Ey!
C: Ey... mira lo que me han dado mis amigas para ti. – le entrego la bolsa con chocolates – si lo llego a saber me pongo mala yo jaja.
Joana se veía algo seria, pero bueno, seguramente estar en casa encerrada no ha de ser fácil. Me siento a lado de ella y comienzo a echarle un vistazo a su cuarto, era bastante amplio y tenía dibujos que había hecho ella en las paredes. Cuando veo uno que me llama la atención. Era un dibujo de mí, era yo sentada con un chongo en el pelo y mis lentes. No pude evitar sonreír al verlo. Volteo a ver a Joana, y tiene cara como de preocupación.
C: Ey, ¿Pasa algo? ¿Estás bien?
J: Em... Tuve tiempo para pensar...
C: Vamos, que te aburres un cojón ¿no? A ver si quieres, puedo a venirte más tiempo.
J: No no es eso... mmm Cris, creo que... no deberíamos de seguir juntas. Tenemos que romper.
Eso último que dijo hizo que se cayera todo, definitivamente no esperaba eso.
C: Pero ¿Qué dices? ¿Por qué? ¿Qué ha cambiado de ayer a hoy?
J: Nada, es solo que las relaciones comienzan y terminan, no hay mucho que entender.
C: ¿Pero estas escuchando lo que estás diciendo?
J: Lo lamento no puedo evitarlo... ya no te quiero Cris. – Eso último lo dijo con la voz algo cortada y no me veía a los ojos – Soy así, me obsesiono con la gente, confundo sentimientos, me creo que estoy enamorada, pero no.
C: A ver, no sé, tal vez es la enfermedad ¿no? Que te está haciendo sentir cosas que no...
J: Cris, estuve contigo porque tengo TLP.
C: No, pero a ver, que tú me dijiste que me querías. – Mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas –
J: Ya mira, no lo hagas más difícil, mejor vete. – Joana se estaba aguantando las lágrimas, se veía en sus ojos. –
Ya no sabía que decir, estaba en shock, mis ojos estaban muy rojos, me di la vuelta y me dirigí a la puerta. De repente me detuve.
C: No te creo – me regrese y me puse frente a Joana – Quiero que me mires a los ojos y me digas que nada de esto es enserio. Que no sientes nada por mí, que en este preciso momento no sientes la necesidad de besarme. Porque te voy a decir algo, yo si lo siento, yo sé que te quiero y lo único que quiero hacer cada vez que te veo es besarte y no soltarte. Dime que tu no sientes lo mismo y te juro que me voy y no me vuelves a ver.
JOANA
Después de lo que me dijo Cris, las lágrimas amenazaban con salir, yo obviamente sentía lo mismo que Cris, no quería alejarme de ella. Pero era por su bien, solo que cada vez que la miro a los ojos, me convenzo más de que no es la mejor idea dejarla ir.
J: Cris yo... mira, no tienes ni idea de lo que decís. Soy un puto Kínder Sorpresa.
C: No, si ya. Ya me he dado cuenta.
J: Un día me puedo levantar genial y que a la tarde me dé un chungo.
C: Vale.
J: Si no me aguanto ni yo ¿Cómo te voy a pedir que me aguantes vos?
C: Bueno, es que eso ya es decisión mía ¿no?
J: ¿Te contaron mis padres porque me ingresaron? Tuvimos una pelea, de las fuertes y en eso se salió de control y les dije que me iba a suicidar, de hecho ya tenía las tijeras en el cuello. Y todo por la maldita enfermedad que hace que pierda el control.
C: Vale.
J: ¿Cómo que vale?
C: Pues que no voy a salir corriendo, que yo sé que te quiero y ya está, que a la que necesito es a ti.
J: Cris, es que, pff yo estoy genial ahora, pero mañana no lo sé y pasado tampoco y no lo voy a saber nunca. Yo no puedo pedirte que te quedes conmigo sabiendo esto, no mereces estar con alguien como yo.
C: Joana, yo te quiero, y te acepto con todo. Tú le diste un giro de 180° a mi vida, me haces querer ser una mejor persona. Te necesito. Y no pasa nada, podemos tomárnoslo con tranquilidad. Poco a poco, minuto a minuto.
Ya no pude decir nada más, las lágrimas empezaron a caer por mi rostro, cris se acercó me limpio las lágrimas y me dio un beso muy tierno, ese beso me tranquilizo muchísimo. Nos quedamos abrasadas un buen rato, y nos recostamos. Me sentía tan bien a su lado, la necesitaba. Me quede dormida en su pecho mientras ella me hacía caricias en el pelo.