Cuando solía estar triste, mi mamá se sentaba en una mesedora y acomodaba mi cara en su pecho, acariciaba mi cabeza y me cantaba cualquier canción que le pasará por la mente. A veces para hacerme reír, cantaba canciones divertidas que mi abuela hasta la fecha sigue inventando. Desgarradoramente mi madre ya no esta para cantar las canciones más recientes que mi abuela crea.
Mi mamá era un ser tan puro, tan hermosa y fuerte, llena de alegría y con muchas ganas de luchar.
Cuánto daría por abrazarla de nuevo.
La puerta del baño se abre sacándome de mis pensamientos y miro a Dani recién despierta con su pelo echo un desastre, tengo el cepillo en las manos y por tener largo el cabello ya tengo como quince minutos quitando lo enredado.
-Buenos días hermosa -erguida se acerca a mi y me besa de piquito.
-Dias? -Me burlo-. Son las 2 de la tarde amor
Ella me mira sin facciones, se acerca al espejo y toma el cepillo de dientes.
-¿Que hacemos hoy? -Cuestiona sin sacarse el cepillo de la boca.
-Pues, lo de anoche estaría bien -Bajo lo mirada y ella se ríe.
-Pochee -Alza la voz escupiendo un poco de pasta en el espejo.
Me mira sobre éste y me sonrie.
-No lo digo tan en broma eh -Doy una gran nalgada en su trasero y salgo del baño.
Escucho como se ríe y cierro la puerta del baño, me aviento a la cama y cierro mis ojos.
Las mil veces que pienso al dia en mi mamá, me demuestran que las estrellas más hermosas jamás se apagan, ni siquiera con los ojos cerrados. Su alma sobrevive en mi, y la siento cerquita todo el tiempo, y más cuando la sueño, eso es hermoso.
Abro los ojos al oír a Dani salir del baño, corre a la cama y se acuesta en silencio a mi lado, me acurrucó en su pecho y ella comienza a besar mi frente.
-Gracias, por amarme asi -Susurra con un nudo en la garganta.
Alzo mi rostro y la veo con preocupación.
-¿Pero porque quieres llorar amor? -Me siento en la cama y me acerco a ella para abrazarla.
-Nada mas -Me mira directo a los ojos y sonrie-. Es que, estoy muy feliz.
La abrazo y se acurruca en mi cuello, su respiración me tranquiliza y la apachurro más.
-Tu eres mi felicidad -Mi voz tiembla al decirlo, ya que ella besa mi cuello.
Pongo mi mano en su cabeza indicándole que prosiga con lo que estaba haciendo y vaya que lo entendió.
Su lengua se despliega por mi cuello lentamente y siento húmedo haciendo que mi piel se ponga chinita.
-Oigan, dormilonas -Grita Cris desde lejos-. Sebas y yo iremos a comprar para hacer la comida.
Dani se aparta de mi cuello y grita "Está bien", para luego mirarme pícaramente.
-Entiendo tus planes pequeña diablita -Mi voz tiembla y cuando menos pienso tengo su cuerpo sobre el mío, y sus labios besando mi cuello de nuevo.
Hago mi cabeza lo más que puedo hacia atrás y me lleno de placer con la respiración y los besos mojados que Calle va dejando en mi cuello.
Aprieto la cama con desesperación y ella me mira tan profundo que me pone nerviosa.
-¿Quieres? -Susurra coqueta.
-Pero claro -La tomo por sorpresa y la volteo quedando yo arriba, para poder degustarme de tremendo manjar de cuerpo.
Media hora después las dos estamos tiradas en la cama totalmente desnudas y abrazadas, ella acaricia mi pelo y yo estoy acariciando su abdomen con la orilla de mis uñas, causándole cosquillas en momentos.
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Con Solo Un Baile
FanfictionMaría José no solia rechazar dar clases personales de baile a ninguna alumna de la academia Misi, pero Daniela Calle era la excepción.