Daniela.
—Ese viaje no estaba preparado para alejarte de esa mocosa —Advierte mi madre.
—Pero ahora nos sirve para eso —Añade mi padre, sin mirarme y escribiendo en su celular.
Mis padres son muy egocéntricos, es algo con lo que he batallado toda la vida, quieren que me case con alguien del nivel, siempre han querido eso.
Pero para poder arreglar sus cabezas huecas habria que volver a nacer.—Por cierto —Comienza de nuevo mi papa—. Hable a la academia, les dije que irás por tus cosas mañana, ya no vas a regresar ahi.
Mis ojos se llenan de lágrimas y siento como todo mi cuerpo flaquea, aprieto los puños y los miro con todo el odio del mundo.
—¿Y a ti quien te dio ese permiso? —Le grito tan fuerte que mi mamá pega un pequeño brinco.
—No me levanté la voz Daniela —Su tono furioso escandaliza mi corazón y la única manera de defenderme me falla con un gran nudo en mi garganta.
—Tu padre fue el que te metió a esa academia, y el tiene la decisión de sacarte —Decreta con inquietud, el que papá y yo gritemos la pone nerviosa.
—Me dan pereza los dos, ya no soy una niña —Camino hacia la repisa de la entrada y tomo mi bolso.
—Dejaste tus cosas arriba —Menciona papá.
—No me interesa, vendelas si quieres.
—Tienes mucho que pensar, no dejaré que nos hables así —Grita mi padre, cierro la puerta y escucho como grita aún más fuerte.
Checo mi celular y tengo muchas llamadas de poché y de Elena.
María José sigue retumbando mi cabeza, no entiendo porque ella haría esto, me duele demasiado.
Salgo del jardín y pido un taxi. No tarda ni 5 minutos y ya estoy arriba.
Al llegar al departamento entro y veo que Cristina está hablando por llamada y Sebas está viendo la tele.
—Preciosa —Sebas al percatarse de mi presencia, se levanta y me abraza.
—Hola Sebas —Sonrió a medias y el procesa rápido mi humor.
—¿Que paso? —Toma mis manos y comienzo a llorar sin poder emanar ni una palabra.
El me abraza fuerte y Cris al darse cuenta de cómo estoy cuelga la llamada.
—¿Que tienes hermosa? —Cris se acerca y acaricia mi cabello.
—Poche acaba de decepcionarme enormemente —tartamudeo.
Ellos me miran con angustia y hacen que me siente para explicarles.
Poche. 11:00 am
Apagó la música, la clase de hoy ya acabo, le agradezco a las chicas y tomo un gran trago de agua, ellas se esparcen en el salón y comienzan a guardar sus cosas y a platicar.
—Hoy tendré una junta con Misi, para ver la nueva agenda del mes —Les comentó y ellas sonrien—. Se vienen cosas muy emocionantes, y por ahí a mediados un poco de shuffle, pero shh —pongo mi dedo en mi boca—. Es secreto —Les giño.
Ellas empiezan a brincar emocionadas y corren a abrazarme.
Una alegría pura me llena el corazón por unos segundos, me encanta que las chicas disfruten esto, pero no dejo de pensar en Daniela y por qué no vino hoy a la clase de baile. Pense que hoy íbamos a poder hablarlo y saber porque no me contesta las llamadas ni mensajes.
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Con Solo Un Baile
FanfictionMaría José no solia rechazar dar clases personales de baile a ninguna alumna de la academia Misi, pero Daniela Calle era la excepción.