19. Beneficios de una coreografa

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Me fascina el aroma y el ambiente que hay en los aeropuertos, y por otra parte me transmiten nostalgia.

Me gusta mirar cómo los turistas llegan con acentos totalmente diferentes, con idiomas que no entiendo, todo eso me hace respirar nuevos aires y querer conocer más ciudades, países... La emoción de la gente al llegar, con la ilusión de conocer nuevos lugares, explorar nuevas culturas.

Todo lo bueno tiene algo malo... El ver irse a alguien con tanto dolor, despidiéndose de su familia, amigos o pareja, llorando desconsoladamente por no verlos en un largo tiempo es lo malo de estos lugares. Hay personas que no se van tristes, pero a la mayoría me ha tocado verlas llorar.

Esta mañana Daniela y yo nos fuimos a la academia, su carro tenía un olor a canela que casi me hacia quedarme dormida.

Al llegar a la academia Daniela y yo no parábamos de mirarnos, quería volverla a besar, esa manera en la que nuestros labios crean un rompecabezas es mágica.

Les entregué los boletos a las chicas y les di indicaciones para mirarnos en el aeropuerto.

Estoy aca, y las ansias me consumen, mi padre y vale me han venido a dejar, son las 9 de la noche...

Me dan un beso cada uno y los abrazo.

-suerte poche -dice vale demasiado chipilona.

Me despido de ellos y se van del aeropuerto, tienen que ir a casa a descansar.

Entrego mis maletas para que las pesen y me dan un boleto para reclamar el equipaje por si le llega a pasar algo.

Miro de reojo a Daniela entregar su maleta a un lado mio, le regalo una sonrisa, la veo sonrojarse y se acerca a besar mi mejilla.

-Buenas noches pequeña minion -dice demasiado cerca de mi oído y sonríe en grande.

Se aleja para seguir con su entrega de maletas y siento a alguien detrás mío.

-Irradian amor, demasiado amor -la voz de Elena me hace brincar-. Marica demasiada tensión sexuaaal -se permite el decírmelo más cerca de mi y la muchacha frente al mostrador nos mira raro.

En estos momentos me estoy preguntando porque le he ido con el chisme de que Daniela y yo nos besamos a Elena, sabía que estaría bromeando con el tema o que iba a empezar con sus cosas.

-Genial -le celebro con sarcasmo mientras me volteo para dejar atrás el mostrador -. Ahora la trabajadora piensa que tú y yo queremos darnos... y no de golpes -le reclamo y ella juguetea con mi cabello mientras caminamos a un pequeño puesto de café. Una mujer dentro del pequeño espacio en donde preparan todos los tipos de café nos espera con una cara de pocos amigos.

-Me da un expreso por favor -pide Elena.

-Un capuchino con canela extra por favor -la chica asiente y nos da la espalda para seguir con lo suyo.

-asi se ve alguien que no irá a Londres -me dice en voz baja refiriendose a la mujer que nos atiende.

Reprimo un grito de risa y miro a Elena mientras niego tratando de hacerme la enojada.

-Eres mala -suspiro evitando la risa.

-Soy sincera -payasea y se acerca de nuevo a mi oído, va a decir otra estupides-. El café va a salir muy amargo como ella

No logro detener la risa ni un poco pero pretendo estarme riendo con algo que veo en el celular al darme cuenta que la mujer se ha volteado para entregarnos los cafés, pagamos y caminamos a con las demás.

En total somos 27 personas de la Academia Misi que irán a concursar.
Mis 12 chicas, otra coreógrafa y sus 12 chicas (entre ellas Elena), Misi y yo.

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