Daniela.
Cuando confías totalmente en alguien es difícil procesar que te han fallado.
La cólera es intensa y te es extraño pensar en esa persona haciendo algo en tu contra.Estoy desesperada, me hierve la sangre, mis padres recibieron una foto en dónde poché y yo nos estamos besando.
Para poner esto en contexto, anoche al acostarme mi padre llegó a mi departamento y me pidió quedarme a dormir en casa con el y con mama, a lo que para nada se me hizo raro, así que acepte.
Cuando llegamos a la casa mi mamá tenía una cara de molestia enorme y estaba cruzada de brazos.
Me acerque a saludarla y me ignoro, ahí sentí que se venía un regaño o un reclamo.
Por mi cabeza pasaba el que Antonio y yo terminamos y se entero por él o por sus padres.
Al sentarme con ellos en la sala mi papá hablo y me dijo lo sucedido, pero lo peor no es eso, sino de quién era el mensaje, y como reaccione al saberlo.
¡Quizás tú ni te lo imaginas!
El mensaje era de poché.
El mensaje decía "Su hija besa delicioso" y envío la foto donde nos estamos besando las dos.
Seguido de eso puso "Dejó a Antonio para estar conmigo"
Al principio no sabía quién era la persona que había echo eso, y le mandé mensajes a poché asustada, pero después mis padres me mostraron los mensajes y vi que era el perfil de poché.
Así que le envié mensaje y le puse "¿Neta? Maria José.. ¿que rayos te pasa?".
Pero por no querer afrontar las cosas no me contesto. Me siento tan decepcionada y melancólica.
El amor que siento por María José es más grande que el enojo que tengo por ella ahora mismo.
¿Por qué ella haría esto? ¿Tanto daño le he echo?
Mis padres me tienen sentada en la sala y tienen un interrogatorio desesperante que la verdad no quiero contestar.
—¿Vas a hablar Daniela? —Grita mi madre por quinta vez, la rabia sale de sus ojos llorosos.
—Eres un drama que no necesito mamá —Acumulo mis ganas de gritar y tomo un gran suspiro para relajarme.
Siento como si quisiera vomitar y miro el suelo, escucho a mi padre acercarse y levanto la mirada.
—Te dije que no queríamos que estuvieras con una chica, ¿Que va a pensar la familia? -—Demanda y me da su mirada amenazadora.
—No pienso hablar más con ustedes —Me pongo de pie y antes de que les de la espalda mi mamá habla.
—Ademas... ¿Como estar con alguien que te hizo eso? —Enerva con un tono firme y cizañoso.
Mis ojos se cierran por un momento y no puedo evitar llorar.
Me ven con una mirada despectiva y dejan que me vaya del cuarto.
Corro y subo las escaleras, al llegar a mi cuarto cierro con un golpe y me echo a llorar.
Las palabras de mi mama retumban en mi mente y no puedo imaginar a poché queriendo hacerme daño.
Examino el lugar y hay una caja en medio de la cama. Aunque ya no vivo en esta casa, las cosas en mi cuarto siguen intactas.
Me levanto con mis piernas ya temblando y se me nubla la vista. Cómo puedo me siento en la cama y me limpio el rostro.
La caja tiene una carta, una tarjeta de credito, y varios boletos de avión.
Mi confusión y molestia aumentan.
Amo a mis padres, pero quieren seguir controlando mi vida cuando yo ya estoy grande y me valgo por mi misma. Aparto la mirada de los boletos y miro la carta. La abro revelando la letra de mi padre.
"Daniela, mi niña, sé que deseas conocer varias partes del mundo, así que aquí están los boletos, una tarjeta con el dinero suficiente para que no te preocupes por eso y unas hojas que imprimí con todo el itinerario de viajes, horarios de llegada, hoteles que ya tienen un registro con tu nombre y tiempos de traslado. Con eso no tendrás que preocuparte por estar buscando nada de tu viaje y lo disfrutes al máximo. Te amo mi osita, te lo mereces"
Cualquier persona que tuviera esto en sus manos estaría irradiando de emoción y de felicidad.
No soy cualquier persona.
La situación aquí en la casa es cansada y por eso decidí salirme de aquí, mis padres siempre han intentado ganarme con lujos y yo no necesito eso.
Contemplo los boletos y miro los lugares. No puedo negar que mi padre sabe lo que me gusta.
Me hago bolita en la cama y comienzo a llorar.
Recibo una llamada y al ver quién es grito del coraje.
—No quiero hablar ahorita María José, ¿Me puedes dejar en paz? —Hablo entre dientes y corto la llamada.
Ella no emitió ni un sonido, ni siquiera sabe que decirme, porque la ha cagado de una manera tan grande.
Como quisiera desaparecer de aquí.
Clavo la mirada en los boletos y una idea viene a mi mente.
Ahora ya no es tan mala idea tomar esos boletos e irme de aquí.
Salgo del cuarto y camino a las escaleras, al bajarlas miro a mi padre hablando con un señor que me da la espalda, me alejo de ellos y voy al baño, me lavo el rostro y me seco con lentitud.
Tengo la cara un poco roja de tanto llorar y los ojos un poco hinchados. Con el agua en la cara calme eso, pero aún así se nota.
Salgo del baño y me acerco a ellos, el señor se despide y dice "con permiso" retirándose de la casa.
—¿Viste lo que deje en tu cuarto? —Cuestiona serio.
—Aja —Miro a mi madre que se acerca a nosotros.
—Te lo tenía planeado desde hace un mes —Ni siquiera sonrie, solo se acerca a un sillón que está en la entrada y se sienta.
—Gracias, pero no creo poder viajar, yo trabajo y voy a la academia papá.
—No te iba a obligar, pero tendré que hacerlo ahora que me entero de esto —Lo dice tranquilo y mirando su celular.
Comienzo a reírme en sarcasmo y miro como mi madre se acerca a papá.
—Tu padre habla en serio Daniela, esa muchachita no te conviene —Ella alza una ceja y pone sus manos sobre los hombros de papá.
Rio de nuevo y le digo:—Si me conviene o no, eso no lo decides tú mamá, ni tú —Miro a cada uno respectivamente y siento como estoy por vomitar.
—Yo puedo hacer que la carrera de esa muchachita caiga en el suelo mañana mismo Daniela —Mi padre está a punto de gritar.
Y ahora mismo siento como todo mi cuerpo se debilita, no puedo dejar de pensar en poché y el odio que le estoy teniendo, y a la vez, no dejaría que mi papá hiciera algo en su contra.
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Denle amooor, que me había quedado estancada con este momento de la historia, no sabía cómo aplicar cada cosa que quería agregar, pero aquí está ❤️
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Con Solo Un Baile
FanfictionMaría José no solia rechazar dar clases personales de baile a ninguna alumna de la academia Misi, pero Daniela Calle era la excepción.