20. Magia en el 412

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Calle.

El cuarto en donde nos estamos quedando esta muy bonito y cálido, tiene una pintura de imitación de Frida Kahlo, varios cuadros en forma de pirámide y los muebles son de color gris y las camas de un lila demasiado claro.

Este cuarto lo compartiré con Aitana, Sara y Liz. En el cuarto de enseguida está Renata, Dana y no vi quien más se quedara ahi.

Mi estómago me pide comida y mi yo interna ver a poche ya.

¿A quien le hago caso? ¿Y si invito a comer a poche?

Le pido el número de habitación a poche... ¿Acaso estoy loca? ¿Voy muy rápido?

Es que esa mujer causa en mi lo que nadie, me estoy traumatizando, necesito volver a sentir su boquita pegada a la mía.

Espero su mensaje algo nerviosa ¿y si llego a dormir? ¿Querrá estar sola?

Antes de que piense algo más, la pantalla de mi celular se prende, dejándome ver un mensaje de Poche. Mi emoción aumenta y siento que estoy temblando.

"Es el piso 4 y es el número 12" 

La habitación está totalmente en silencio, y cuando alzó la vista Liz, Sara y Aitana me miran interesadas en lo que pase conmigo.

—¿Que te tiene tan feliz Dani? —Cuestiona coqueta Liz.

—No, nada —rio nerviosa.

—¿Dormiras hoy acá? —menciona Sara levantando las cejas y algo pícara.

Comienzo a reírme y ellas me miran atentas:—No lo sé —finalizo y salgo del cuarto, escucho como gritan emocionadas y alguien sale detrás mío.

Es Liz, se me acerca y me da tres condones. Me quedo perpleja y ella se va mientras me sonrie pícara.

"Si supieran que no necesito esto" pienso mientras meto los condones a mi pantalón.

Me voy corriendo al elevador y pico el número 4. Mi corazón late fuertemente, quiero brincar de la emoción pero siento que mis piernas me están fallando.

El sonido del elevador abriéndose me hace incorporar mi mirada a la puerta de una habitación que se encuentra enfrente es la número 5, el 6 se encuentra a la derecha y camino a esa dirección buscando el 12.

Cuando por fin estoy frente a la habitación de poche me percato que mis manos sudan, las limpio con mi blusa y toco la puerta con determinación.

Escucho un "voy" de parte de mi futura novia, abre la puerta y me sonrie, entro y la abrazo.

Más allá de pensar en querer besarla quiero abrazarla, siento tanta reconfortacion y tranquilidad.

Me renuevan sus abrazos.

—Tengo hambre —Digo por fin después de un gran abrazo.

—Diste justo en lo que quería decir —pronuncia riendo.

—Vamos a comer abajo —tomo su mano y hago un ademán para después verla asentir y caminar a tomar sus cosas.

Su celular y tarjeta del cuarto en la mano y su suéter en la otra. Salimos del cuarto rápido y vamos payaseando en el largo pasillo del piso 4.

—Liz me dio condones —digo riendo cuando entramos al elevador.

Poche comienza a reírse y nunca la había visto divertirse tanto.

—Dios no —dice en un grito de risa.

—Y yo estaba como, ¿que te pasa? —hice una cara que provoca que ella ría más.

Con Solo Un Baile Donde viven las historias. Descúbrelo ahora