Lo que solemos querer para nosotros quizas no lo necesitemos, pero aún así lo queremos.
Las cosas que tenemos quizás no sean necesarias de tener, pero aún así nos aferramos a ellas.
Es como cuando nos aferramos a una idea que nuestra cabeza se inventó y que es feliz con eso, pero llega la triste realidad y esa bonita burbuja donde estaba tu felicidad se revienta haciendo que te estrelles con pared. Y el corazón se hunde, comienza a quebrarse, se hace débil y todo nos afecta.
Esto que está pasando con Daniela me está afectando y no quiero que sea así, y para detener eso tendré que ya no hablarle, no mantener ni la mirada con ella a menos que sea por cosas de la academia.
Cuando era más pequeña tenía mucha dificultad para expresarme, me costaba hacer amigos y siempre fui muy solitaria.
Cuando entre a la academia comencé a soltarme más con la gente, después paso lo de mi madre y otra vez me aleje de todos, quería estar sola y no salir para nada de casa.
Ahora ya soy más fuerte, el tiempo y las circunstancias me cambiaron para bien.
Llegó a mi casa y lo único que quiero es acostarme, papá venía preguntándome a cada rato que si como me sentía, valentina venía haciendome mimos en la cabeza y Alexia acariciaba mi mejilla.
Me mimaron demasiado, como si fuera una bebé.
Intento dormir un poco, pero solo logro mirar el techo de mi cuarto y pensar en la coreografía, la cual ocupa ajustes en los pasos finales.
Otra cosa que no puede salir de mi cabeza es la idea de que Daniela se haya comportado de esa manera hoy.
¿Quién se cree que es?
Primero en el restaurante, luego el encuentro en la presentación, después pasó lo del antro.
Daniela Calle me va a sacar canas verdes!
Estoy aburrida, ya no tengo más teorías conspirativas por pensar ni historias que inventar de la vida perfecta que quiero.
Tomo mi celular y le marco a Alexia. Cuando llegamos acá, decidió ir visitar un poco las calles de bogota con Valentina. Yo no iba a poder ir, pero me invitaron de todas maneras.
—Alo —contesta Alexia con rapidez, escucho a Valentina reír de fondo— Hola Pocheeee
—Hola, ¿como se la están pasando? —Hablo menos rápido de lo que ella lo ha hecho, siento muy debil hasta mi voz.
—Bien, todo muy bonito aca, Bogota es encantador —la escucho entusiasmada.— Vos, ¿como te sentis? —Valentina le pregunta algo que no logro entender y Alexia le dice que si y se ríen.
—Ya mejor, gracias —juego con un mechón de mi pelo mientras miro un póster de Mario Ruiz— creo que dormiré un poco, la anestesia y las pastillas que me tomé me relajaron.
Olvide mencionarles que la enfermera me puso un poco de anestesia para no sentir tanto dolor al coserme.
—Bueno bebé, te voy a colgar para que descanses —su linda voz me hace sonreír.
De la nada ella comienza a toser.
—¿Todo bien? —Carcajeo por la forma en la que se ahoga.
—Si, estoy bien, comí un dulce mexicano y está re duro ostias—se queja—. tiene mucho Chile, valentina, vos prueba esto —puedo percatarme que se están divirtiendo y Valentina comienza a hacer "uh uh uh quema" y Alexia no para de reir.
—Bueno chicas, las dejo, trataré de dormir —tomo mi colcha y me tapo hasta la cara con ella—. les mando un beso, las amo
—Nosotras a ti —se escucha Valentina gritar.
ESTÁS LEYENDO
Con Solo Un Baile
FanfictionMaría José no solia rechazar dar clases personales de baile a ninguna alumna de la academia Misi, pero Daniela Calle era la excepción.