Con Solo Un Baile

28. Mejor que cualquier otra comida

La fiesta aumenta de nivel, todas bailan y beben; Sebas coquetea una que otra vez con todas, Dani me comentó que a él se le ocurrió hacer esto. 

Al fondo esta Renata, quien me mira por cortos momentos con molestia, pero aun así platica con las chicas y se ve que esta divirtiendose.

Una mesa larga de madera qué esta a un lado mio se encuentra llena de botellas de vino, whisky, vodka y cerveza.

Por mi parte decidí no tomar nada de alcohol, porque no es mucho de mi gusto y además quiero recordar cada momento de esta noche con Daniela.
Daniela ha tomado muy poco y como yo, no quiso ponerse borracha.

Elena no ha dejado de bailar ni de tomar, a veces se acerca y me da besos en la mejilla y se va, Daniela esta sentada junto a mi, ya hemos bailamos mucho y nos dimos un momento para respirar.

Calle fija su mirada en mi y me dice algo, pero no logro entender, el ruido esta muy fuerte y retumba en las paredes. Frunce el ceño y me toma de la mano haciendo qué me levante rápido, caminamos entre las chicas y salimos al pequeño patio trasero que tiene en su departamento.

Cierra la puerta y el sonido disminuye un poco, la escucho reír y me acerco a ella.

—Puedo escuchar tu risa todo el día y nunca me cansaría —Acomodo su cabello hacia atrás y la beso.

Comienza a darme piquitos y me abraza.

—Te tengo una propuesta —Alza su ceja y su voz se vuelve rasposa y coqueta.

Mi estómago se revuelve y cierro mis ojos, quiero vomitar de los nervios.

—A que, ¿a que te refieres? —Trago en seco y mis palabras salen como si tuviera algo en la garganta y me faltara el aire.

—Maria José Garzón —Toma mis manos y me mira fijamente—. ¿Quieres ser mi novia?

Mi boca se abre y la cierro rápidamente, mis manos comienzan a sudar, así que la suelto y me limpio en el vestido.

Su sonrisa hermosa aparece y me muero por besarla.

—Si mi amor —Chillo y la abrazo.

Siento como me pega a ella con sus manos en mi cintura y me besa, me besa como si de su vida dependiera eso. Me pega a ella sin dejar centímetros qué nos separen y pasa sus manos a mi espalda.

Se aparta para respirar y la tomo de su cabello levemente pegandola a mi de nuevo, tomo el valor suficiente para pegarla a la pared y pasar mis manos hasta el fin de su blusa, sus ojos me miran directamente a los labios y miro de reojo los suyos, son esa parte de la comida que más uno disfruta, el primer bocado, después quieres tantos bocados que odias cuando se termina lo que hay en el plato. Para mi suerte, los labios de calle son eternos. Y son mejor que cualquier otra comida.

Después de unos cuantos segundos de mirarnos con la necesidad de volvernos a besar, Dani me sorprende con un beso, un gran beso.

El beso comienza a volverse picante y algo húmedo (si es que saben a que me refiero), así que es algo nuevo para mi, me causa un poco de nervios.

Corrijamos, me esta llevando la que me trajo.

Dani nota que me pongo un poco rígida y se suelta riendo.

—Tu nunca —Niega y ríe.

Esta por decir algo más, pero una voz por detrás de nosotras nos interrumpe.

Es una chica, esta justo en la puerta y no la vi nunca en la fiesta. Dani se aleja de mi, ella nos sonríe y se acerca.

—Cris —Dice Dani con emocion mientras la abraza.