Wei Ying de cortesía Wuxian, discípulo de la secta LanLingJin.
Después de perder a sus padres, una bella dama de túnicas doradas lo acoge después de ayudarlo de las garras de un can, llevándolo a su secta termina por forjar una hermandad con su hi...
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Wei Ying hizo una mueca mirando el campo de enfrentamiento. —Mamá, ¿estas segura que no debemos impedir esto? — pregunto inseguro, mientras acariciaba los cabellos de Wei Yang.
Jin Jia Li negó —Aún si lo intentáramos, tu padre no lo aceptaría, además estoy seguro que A-Zhan esta dispuesto a pelear con tu padre solo para que acepte tomar tu mano. —
Wei Ying bufó —Ni siquiera es necesario esto, ya hay un acuerdo entre Gusu y LanLing, no puede romper el compromiso —
Madame Jin lo miro impasible —Dile eso a tu padre, cariño —
—Muy bien Lan WangJi — Jin GuangShan lo apuntó con su espada, mirándolo con una aterradora sonrisa —¿Quieres llevarte a mi bebé? Primero tienes que enfrentarte a mi, su padre —
Lan WangJi asintió sin inmutarse —Mn —
El discípulo que se mantuvo en medio de ellos aclaro su garganta con incomodidad —Lucharan limpiamente, nada de trampas o jugarretas, no ataquen en puntos vitales, y... no se maten — se alejo unos pasos mientras bajaba su mano, dando inicio a la batalla.
Jin GuangShan fue él primero en atacar, siendo bloqueado de inmediato por Bichen, el choque del metal fue poderoso, enviando ráfagas de energía espiritual y viento. Los movimientos de ambos contrincantes eran rápidos, limpios y sin duda fuertes. El líder Jin permanecía con el ceño fruncido atacando fieramente al malvado Lan que se atrevía a tocar y llevarse a su niño, Lan WangJi por su parte permanecía con el rostro neutro, bloqueando la mayoría de los ataques y respondiendo, cuidando de no tropezar con nada y de mantener firme la espada en su mano, a pesar de que la fuerza en los brazos de los Lan, no quería confiarse y ser derrotado al ser engreído.
Wei Yang miraba fascinado a su abuelo y A-Die, las túnicas y cabellos se movían al compas de sus cuerpos como si estuvieran el algún tipo de danza, haciéndolos ver realmente atractivos. Aunque lo que realmente le llamaba la atención eran los destellos azules y amarillos que se provocaban cuando las armas se enfrentaban, chisporroteando esas enormes y brillantes luces. —¡Zufu y A-Die son geniales! — grito con emoción, los discípulos y demás gente que estaban de espectadores asintieron en acuerdo. Sin haberse percatado la mayoría de estos y los habitantes de LanLing se habían aglomerado en las gradas, mirando con admiración y emoción la lucha entre el Jade y su líder, sin duda, un espectáculo que nadie se quería perder.
Wei Ying río —Por supuesto — se mordió ligeramente los labios al ver al Lan, debía de admitir que a pesar de estar preocupado tanto por su padre como por su prometido, no podía evitar tener ciertos pensamientos sobre él Lan y sus poderosos brazos, él más que nadie sabía y había sido sometido por la fascinante fuerza que estos poseían. A la distancia de la que se encontraban podía ver perfectamente como las túnicas de Lan WangJi se pegaban a su cuerpo, detallando sus deliciosos músculos, que se tensaban y flexionaban con los movimientos, sintió un cosquilleo en su entrepierna al ver el rostro atractivo de Lan Zhan fruncir imperceptiblemente el ceño al bloquear un poderoso ataque que chisporreo energía espiritual de un brillante dorado.
