Capítulo 30: Final

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— ¿Y? 

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— ¿Y? 

La silueta delga de túnicas blancas se deslizo con delicadeza y elegancia hasta tomar haciendo frente a sus acompañantes, las tazas de te humeante estaban acomodadas frente a ellos esperando ser bebidas, la mujer mayor miro con impaciencia el rostro sonriente del joven en busca de una respuesta que llevaba esperando por más tiempo del que planeaba. 

—Todo salió bien, ni siquiera me noto — una sonrisa suave se deslizo por los delgados labios rosados — Tarde más de lo esperado debido a un contratiempo... al parecer tendrás un nieto más en poco tiempo ¡Felicidades! —

La mujer miro con asombro al joven sonriente, el chico rio bajito tomando un sorbo de te, las mangas anchas y sueltas de su prístina túnica se deslizaron por la pálida piel revelando delgadas muñecas cubiertas de un tipo de venda blanca.  

—...¿Nieto nuevo? — los ojos de la mujer se agrandaron —¿Un conyugue? — 

El chico asintió deslizando pequeñas hebras cafés por su fino y hermoso rostro — Mn, en uno o dos años Wei Ying contraerá matrimonio con el segundo heredero del líder de una de las cinco sectas más prestigiosas,  Lan WangJi, el segundo jade de Lan — 

La mujer tarareo con una sonrisa, sin duda las noticias que recibía eran maravillosas, no podía esperar para ver por sus propios ojos a su último descendiente, bueno tal vez no sería el último si la flauta de su amada hija cumplía perfectamente su función como lo había hecho años atrás, de todas maneras, algo hecho por las mismísima Baoshan SanRen tenia pocas probabilidades de ser defectuoso. 

El joven se levanto repentinamente dejando una pequeña pepita de oro, la mujer sonrió con cariño, ese niño jamás cambiaria. 

—Tengo que irme SanRen lăoshī, mi esposo espera por mi en casa — la sonrisa del joven se agrando y suavizo aún más, sus parpados bajaron tapando los acaramelados iris. 

Baoshan SanRen río poniéndose de píe —Dile a ese esposo tuyo que mi invitación sigue en pie — una sonrisa divertida se deslizo por sus labios — Mi montaña celestial no le hará daño, si es lo que le preocupa — rio. 

Las mejillas del joven se colorearon de rojo dejando salir una risita, alzó una mano y cientos de mariposas plateadas semi transparentes comenzaron a pulular a su alrededor llenando la habitación de una intensa luz y en un parpadeo, el joven sonriente y las mariposas desaparecieron. 

Baoshan SanRen negó divertida tomando haciendo de nuevo, la taza de porcelana se mantenía caliente manteniendo a temperatura su té, la taza fue llevada hasta sus labios que no querían dejar ir la sonrisa. 


—Muchas gracias, su alteza...

—Muchas gracias, su alteza

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Black PeonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora