Capítulo 28

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Las túnicas blancas se desplazaban por los pasillos con lentitud, el frio viento de la noche ondeaban las prístinas telas y los cabellos oscuros dejando libre su rostro y piel pálida cual Jade iluminada por la luna haciéndole ver como un inmortal

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Las túnicas blancas se desplazaban por los pasillos con lentitud, el frio viento de la noche ondeaban las prístinas telas y los cabellos oscuros dejando libre su rostro y piel pálida cual Jade iluminada por la luna haciéndole ver como un inmortal. Aunque si mirabas con atención los ojos de oro parecían perdidos y el andar del imponente y etéreo cuerpo era tambaleante, balanceándose de un lado a otro. 

—¡Lan Zhan! 

El joven de túnicas negras llegó a tropezones, haciendo una mueca al pisar las pequeñas piedras del jardín, los ojos dorados lo miraron de inmediato haciéndolos brillar, acercándose de inmediato al menor que sobaba sus pies rojizos tomándolo en brazos, Wei Ying dejo escapar una exclamación de sorpresa mientras enredaba los brazos en su cuello. Comenzaron avanzar con pasos lentos y temblorosos, el menor se aferraba con fuerza dejando salir pequeñas risitas, llegaron a su habitación siendo abierta por Lan WangJi con una fuerte patada, fue una suerte que la madera haya resistido. Lan WangJi dejo con delicadeza el cuerpo del menor sobre la cama e inmediatamente se hinco poniendo la cabeza sobre las piernas de este abrazándolo por la cintura, casi asfixiándolo.  

Wei Wuxian rio acariciando la cabeza apoyada en sus piernas —Lan Zhan pareces un niño pequeño — Lan WangJi le miro a los ojos sin expresión alguna, aunque su labio inferior estaba ligeramente fruncido —No me molesta, ¡es muy lindo! — dejo un sonoro beso en una de sus mejillas, Lan WangJi parecía satisfecho. 

Wei Ying negó aun riendo, siguió dejando suaves caricias en el cuero cabelludo mientras apreciaba como los ojos del contrario se cerraban dejando salir pequeños suspiros, apretando la delgada cintura entre sus brazos, su rostro increíblemente seguía sin expresiones pero sus orejas rojas y el rápido palpitar de su corazón delataba el estado del Lan, de no ser por eso, Wei Ying jamás podría creer que su prometido se había puesto ebrio con dos tazas de alcohol, que era algo impresionante para él, ya que a escondidas de sus padres y hermano, se había bebido por lo menos tres jarras del licor que guardaba con recelo su papá, cuando apenas tenias trece años de edad. Incluso su padre y hermano bebían como si no tuvieran fondo y podían mantenerse en un solo pie. 

—Agua. 

La ronca voz rompió el tranquilo silencio, Wei Ying sonrió tratando de levantarse pero los brazos aferrados a él parecían no querer dejarle ir. 

—Lan Zhan, si no me sueltas ¿Cómo podre darte agua? — Lan WangJi lo miro con seriedad — Lan Zhan, no me iré a ningún lado, solo caminare hasta esa mesita de allí — señalo en algún punto de la habitación, Lan WangJi siguió la dirección de su dedo mirando con detenimiento el piso, calculando la distancia —A-Zhan, ¿serias un buen niño y esperarías a tu prometido? — el apelativo salió de sus labios con naturalidad, captando de inmediato la atención del mayor con rapidez. 

—Mmn — asintió con entusiasmo dejando libre su cintura y sentándose tan recto como su embriaguez se lo permitía. 

Wei Ying rio caminando hasta la baja mesita, tomo la jarra de agua vertiendo el líquido en una taza, camino de regreso con la mirada del mayor fija en el, se hinco frente a él tomando una de sus manos para que sostuviera la taza. Lan WangJi miro con detenimiento la taza de porcelana, antes de elevarla a su cabeza, apunto de derramar el líquido. 

Black PeonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora