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14 MESES DESPUÉS

Al abrir la puerta una hermosa sonrisa me recibe en la entrada, sus pequeñas piernitas caminan hacia mi y extiende sus diminutos brazos para que lo levante en el aire. Kendall sonríe cuando lo levanto, besa mi mejilla y abraza mi cuello. Rita, la niñera de 16 años, me mira sonriendo mientras entro a la casa. Después de un largo dia de trabajo en la tienda de autoservicio, donde soy cajera, lo mejor es llegar a casa y ver a Kendall.

—¿Como se porto Rita?– acuruqué a mi bebe en mi brazos y empece a arrullarlo.

—bien señora...— ella tomo su bolso y se acerco a besar la cabeza de Kendall —es un bebe muy bueno.

—si, lo es— acaricie su cabello —mañana descanso Rita, nos vemos el viernes.

—si claro.

La chica se despidió y salio de la casa. Hace mas de un año que me fui de San Francisco. Tome mis pocos ahorros y tome un autobús al lugar mas lejano, Norwich, Vermont. Es un pueblo pequeño y muy tranquilo, desde que me mude aqui mi vida a sido muy diferente. He tratado se hacer bien las cosas por Kendall, tengo un bueno trabajo y una linda casa, que aunque no es mia, se siente como tal. Al principio fue difícil porque no conocía a nadie, pero ahora estoy mas adaptada y todo está marchando bien. No le dije a nadie de mi decisión, solo me fui de San Francisco y fue la mejor idea porque deje todo atrás, jamas dejare de amar a Chase pero el no puede perdonarme y yo no puedo vivir aferrada a algo que no podrá ser.

—¿Quieres tomar un baño amor?— mire a mi bebe en mis brazos mientras él me miraba con dulzura —¿Que te parece si nos duchamos y después nos vamos a dormir?

Kendall tomo mi rostro con ambas manos y los acaricio. A sus 10 meses era un niño muy listo, ya caminaba y decia algunas palabras. Lo difícil de esto, es que Kendall se parecía demasiado a Chase y cada que lo miraba lo recordaba, eso era algo que dolia mucho. Camine con Kendall en brazos y entre a la habitación y después al baño. Deje a mi bebe sentado en el piso mientras llenaba la bañera, Kendall tomo uno de sus juguetes de baño y se puso a jugar con el. Cuando la bañera estuvo lista empece a quitarme la ropa, después se la quite a Kendall y juntos entramos a la bañera. Me sente y coloque a mi bebe en mis piernas, el se puso a jugar mientras yo lo enjabonaba cariñosamente. Casi 20 minutos mas tarde, Kendall y yo salimos de la bañera, seque a mi hijo y le puse su pañal y una linda pijama. Yo me coloque una playera grande y mi pantaleta después nos metimos a la cama. Kendall se pego a mi buscando mi pecho, levante mi blusa y cuando el lo encontro empezo a succionar un poco de leche, me encantaba verlo tomar de mi pecho, era algo incleible y mágico para mi. Comence a acariciar su pelo Mientras el bebía su leche materna.

—eres lo mejor que me ha pasado en la vida amor, solo por ti vivo.

Kendall me miraba, sus pequeños labios sonrieron sin sacarse mi pezón de la boca. Bese su frente y Kendall cerro los ojos, hice lo mismo y poco a poco nos quedamos dormidos.

A la mañana siguente Kendall y yo salimos al parque. Los dias que descansaba adoraba pasar todo el día con mi bebe. No hacia otra cosa, en la tienda varias veces me invitaban a salir, pero yo prefería quedarme con mi bebe. Tenia que dejar todo eso atras, las fiestas, las citas, el romance... Desde que me mude sabia que tenia que madurar. Prometí que mi vida seria solo para mi bebe y así lo estoy haciendo.

Subí a Kendall a los columpios y empece a empujarlo muy suave. El sonreía mientras yo seguía empujándolo. De pronto, Kendall vio un pequeño cachorro, apunto su dedo hacia el desesperado por quererlo alcanzar. Lo baje del columpio y este empezo a correr hacia el cachorro, era un pastor alemán que parecia perdido.

—busca a su familia amor— le dije cuando nos acercamos al cachorro, tome su cadena para que no se fuera mas lejos—deben andar por aquí.

Mire a todos lados buscando a los dueños del perrito, pero nadie parecia ser su dueño. Kendall se acerco mas y acarició al cachorro, este lamió su mejilla y Kendall sonrío enormemente.

—mamaaa— balbuseo Kendall apuntando al cachorro.

—¿Te gusta amor?— le pregunte cariñosa.

—¡Bubooo!— Kendall miro al perro y le tendió su mano —bubooo

—amor... tenemos que buscar a su familia— tome a Kendall en mis brazos y este comenzó a llorar —no amor... no llores.

Un chico como de unos 12 o 13 años se acerco corriendo a nosotros, tomo al perro entre sus brazos y lo beso, volteo a verme y me sonrio.

—gracias por detenerlo, se me escapo.

—¿Es tuyo?— pregunte para confirmar.

—si... su nombre es Max— al escuchar su nombre el perro ladro.

—hola Max— mire al cachorro —ya llegaron por ti— le di la cadena al chico y este dejo que Kendall se despidiera de el.

Cuando vimos al cachorro irse con su dueño, decidí que era tiempo de regresar a casa ya que Kendall se había quedado muy inquieto por Max.

Después de una mañana en el parque,  pasamos el dia comiendo un poco de golosinas, jugamos toda la tarde y después nos duchamos para irnos a la cama a descansar.

El resto de la semana fue igual, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa. Rita me ayudaba bastante, a su corta edad era muy lista y responsable. El sabado por la tarde, cuando ya me habían pagado, decidí darle una sorpresa a Kendall, lo llevarla a adoptar a un cachorrito. Mi bebe había quedado fascinado con Max y quería volver a ver aquella mirada cuando vio al cachorro. Llegue a casa puntual como siempre, Rita se despidió y después prepare a mi bebe para salir a la calle. Había investigado de algunos refugios cercanos, lo llevaría a ver a los cachorros y adoptar el que el quisiera. Antes de salir de la casa, alguien toco la puerta, Kendall ya estaba en si carreola, asi que lo deje sentado sobre ella mientras abría la puerta. Me acerquen a ella y gire la manija, me quede sorprendida al ver al hombre frente a mi.

—¿Que haces aqui?...

Como el dia y la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora