Como el dia y la noche

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Los padre de Chase me abrazaron y besaron, los dos parecían emocionados y felices, Chase les daría un nieto, su primer nieto. Comimos todos juntos en el jardín mientras platicamos, ya me sentia mas relajada y tranquila. La familia de Chase era muy dulce y muy unida, toda la tarde nos la pasamos platicando y hablando del futuro bebe.

Caída la noche, seguíamos en el jardín, Chase entro a la casa y me trajo una manta, me cubrió con ella y después Chase me rodio con sus brazos, subio mis piernas a su regazo e hizo que recargara mi cabeza en su hombro.

–Dime Jane ¿Estan buscando casa?— la madre de Chase se sento frente a mi con una taza de cafe humeante.

—hee... la verdad no.

—apenas lo decidimos hoy mamá— Chase la miro —Jane y yo buscaremos una casa.

—aqui hay una disponible— dijo el padre de Chase —en la cera de enfrente, el señor Kenton se mudo y está vendiendo su casa.

—¿En serio? Esa casa siempre me gusto, es linda y muy amplia— dijo Chase —¿Quieres que la veamos mañana?— me miro.

—si, claro.

—Chase, mañana tenemos que ir a Chicago— dijo su hermano Thomas —recuerda que vamos a ir a ver el local para la nueva boutique.

—es cierto— parecia desanimado —Jane, ve tu... le hablo mañana al señor Kenton y le digo que iras a verla, al fin y al cabo debe gustarte a ti.

—no se, como tu quieras— le dije un poco triste, odiaba cuando Chase se iba, en poco tiempo se había vuelto indispensable para mi.

—ok amor, mañana le llamo temprano y le pido una cita.

—estaria genial que se quedarán aqui cerca, me gustaría mucho poder ver a mi nieto todos los días— dijo la madre se Chase.

—mamá, no los hostigues— dijo Lucia —ellos deben hacer su vida aparte, no quieras que esten aqui todos los dias.

—¡oye! ¡Es mi primer nieto!— sonrío la madre de Chase —no quiero perderme ninguna etapa de su vida.

—¡Ay mamá!— exclamo Lucia —seras una abuela de terror— puso los ojos en blanco —pobre niño.

—no me importa— la madre de Chase  me miro —Jane espero no te moleste si quiero consentir a mi nieto.

—claro que no señora— la mire con ternura —vengo de una familia rota, el mejor regalo que le pueden hacer a mi bebe es su amor y sus union de familia, ese es el mayor regalo.

—amor...— Chase beso mi frente.

La platica seguía normal y tranquila. Ya casi a las 10 de la noche empezaba a sentir mucho sueño, sin darme cuenta me quedo dormida entre los brazos de Chase. De pronto senti unos dulces besos en mi cabeza, después como me recostaba en una suave cama.

—mamá dice que nos podemos quedar aqui— Chase me hablo muy suave —esta es mi vieja habitación.

Abrí los ojos y vi a mi alrededor, estaba recostada sobre una cama matrimonial, nada que ver con la enorme cama que teníamos en el departamento.

—¿Que hora es?— me acuruqué al lado de Chase quien ya se había recostado a mi lado.

—casi las doce— él empezo a acariciar mi espalda —no quise manejar porque bebí un poco.

—esta bien— empece a besar su pecho —tus papas son incleíbles.

—te dije que todo estaria bien.

—lo se, gracias— le quite la camisa —ahora solo necesito sentirte.

—y yo a ti amor— se coloco encima de mi —me encanta estar dentro de ti.