ÚLTIMO DÍA EN FRANCIA
La mañana fue tranquila, desayunamos e hice las maletas de ambos. Chase cada que tenia oportunidad me abrazaba o me besaba y yo lo dejaba porque también quería su contacto. Tendríamos que volver primero a Saint-Cyprien, el avión de Chase se había quedado allá. Salimos del hotel y subimos al auto para llegar al helicóptero. Chase me tomo de la cintura por detrás mientras me acomodaba una blusa, beso mi hombro y frotó su erección en mis glúteos.
–¿Una última vez?— suplico.
—si…
Me quito la ropa rápidamente, me tomó en brazos y me pego a la pared, sacó su erección y me penetró, lance un grito al sentirlo y empezó a moverse dentro de mí. Empecé a chupar su cuello, me sentía tan excitada y quería disfrutar el momento al máximo, mis manos se aferraron a su cuello. Chase maldecía bajo mientras me penetraba, varios movimientos después se corrió dentro de mí, pegó su frente a la mía y besó mi nariz. Me separo de la pared y me llevó a la cama, me recostó y después empezó a masturbarme, me beso con locura mientras me corría, su beso apagó mi grito de placer.
—¿Por qué te gusta tanto mi cuerpo?— Chase aún me tenía entre sus brazos —es imperfecto.
—por eso, por que es imperfectamente perfecto…
—eres maravilloso— lo bese.
—es hora de la realidad— murmuró Chase.
—¿Que?— si lo había escuchado, solo quería confirmar lo que había dicho.
—nada hermosa… ¿Te divertiste en este viaje?
—si… mucho, jamás tendré como pagarte.
Llegamos al helicóptero y subimos en él, rápidamente llegamos a Saint-Cyprien y ahí estaba, el avión que nos llevaría de nuevo a EUA. Suspire triste y subimos al avión, un joven de piel morena nos ayudó a subir el equipaje, Chase y yo nos acomodamos en nuestros asientos, odiaba que el sueño terminara pero tenía que volver a la vida real.
El avión despegó, no había vuelta atrás, Chase miraba su celular mientras yo miraba por la ventana. Estaba agradecida por Chase, este viaje fue lo mejor que me pudo pasar en la vida.
DE VUELTA EN EUA
El avión aterrizó, ya era muy tarde, bajamos de él y subimos al auto de Chase que se había quedado en el aeropuerto privado. Condujo a mí apartamento en silencio, cuando llegamos Chase detuvo el auto mientras yo miraba por la ventana.
—dame tu teléfono, mañana te lo regreso.
Saqué mi teléfono de la bolsa y se lo di a Chase, él lo tomó y lo guardó en su saco, beso mi frente y me sonrió.
—nos vemos mañana en el trabajo.
—si…— me acerque y le di un beso corto en los labios —gracias por todo.
—no tienes que agradecer, también me divertí mucho.
—hasta mañana— baje del auto y tome mi maleta, me incline y me asome hacia el interior del auto —apaga el celular cuando no lo estés ocupando.
Chase sacó mi teléfono de su saco, lo apago y lo volvió a guardar en el mismo lugar. Le lancé un beso con la mano y después dije adiós. Entre a mí edificio y subí a mi piso, abrí la puerta y entré a mi apartamento. Ya eran casi las 12 de la noche, dejé la maleta en el clóset y me acosté, estaba muy cansada del viaje así que rápidamente me quedé dormida.
A la mañana siguiente me duché temprano y desayuné, estaba ansiosa por ver a Chase, lo había extrañado tanto en la noche, me había acostumbrado a dormir a su lado. Salí de mi apartamento con mi uniforme puesto, tenía la esperanza de encontrarme a Chase en el camino pero no fue así. Tomé el autobús y minutos después llegué a la boutique. Samanta me vio entrar y corrió hacía mí.
—¡Oh por dios! ¿Qué te hiciste?— llegó a mí y me miró de arriba abajo.
—¿Que me hice? ¿De qué?— dije sin entender a qué se refería.
—te ves… hermosa y tus ojos brillan como nunca antes los había visto, esos días fuera de aquí te sentaron muy bien.
—si, me siento muy bien.
—tienes que comer conmigo y Jess y platicarnos todo ¿Qué hiciste todos estos días?— parecía muy entusiasmada.
—más tarde, ahora debemos trabajar— mire a todos lados —¿El jefe no ha llegado?
—no, te dije que no estaba aquí, salió de la ciudad— contestó Samanta —estuvo viniendo su hermana, al parecer el jefe se volvió a ir fuera del país… era de esperarse, ellos están acostumbrados a viajar y él no podía encerrarse en un trabajo.
—¿En serio?— trate de sonar sorprendida.
—si, pero no hablemos del jefe, no creo que regrese aun, ven para que saludes a Jess y Paul.
Después de un interrogatorio y saludar a todo mundo me puse a trabajar, era raro pero extrañaba estar en la tienda. Era un lunes tranquilo, no había mucha gente, me puse a limpiar un poco y a doblar ropa que la gente desacomoda de los estantes. A las 1 en punto Samanta corrió hacía mí, no quería contestar más de sus preguntas, pero no me quedaba de otra, tenía miedo de cometer un error en mi historia y que se dieran cuenta de todo.
—¡Vamos a comer Jane!— me dijo al llegar a mi lado —tienes que decirme porque andas muy bronceada.
—no es natural— le dije rápidamente.
—pues se ve muy natural— la voz de Jess nos hizo voltear hacia él.
—buenas tardes— la voz que había ansiado escuchar toda la mañana por fin sonó en la boutique —¿Cómo están?— Chase se acercó a nosotros sonriendo, llevaba un traje gris, sin ninguna arruga y olía delicioso.
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Como el dia y la noche
Romance🚧Advertencia🚧 La siguente historia puede contener escenas de violencia, lenguaje inapropiado, violaciones y maltrato físico, léase bajo su responsabilidad. Si eres una persona muy sensible te recomiendo que no la leas 23/Oct/2020 ©Queda expresame...