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–hola…

—gatita— la voz de Logan sonó del otro lado de la línea —no me cuelgues por favor, solo quería escuchar tu voz…

—¿Cómo conseguiste mi número?— caminé un poco lento, Jess y Sam avanzaron sin mí.

—una de tus amigas me lo dio, Bety creo que se llama… gatita me siento muy solo sin ti.

—¿Ah sí? ¿Y porque no llamas a tu puta? Por favor ¿Vas a decirme que no te sigues metiendo con ella?— estaba muy molesta ¿Que pretendía Logan con esta llamada?

—si… pero no es lo mismo, a ella solo la uso para satisfaserme— su voz parecía apagada —es solo sexo gatita, tu eres mas que eso...

—a mí también me usabas para eso— me burle —jamás me diste placer, solo pensabas en ti mismo… Logan dejame en paz, no vuelvas a llamarme— colgué la llamada. 

Llegamos a la boutique y salude a todos, me acerque a Bety y le reclamé por haberle dado mi número a Logan, ella no sabía que ya no estaba con él, así que no la culpaba. Ahora tenía que buscar una manera para no recibir llamadas de Logan, se que si bloqueaba el numero, él me llamaría de otro, suspire y me frote las cienes con los dedos índices. Chase bajo a la tienda y me vio con mis amigos, se acercó a mí y besó mi mejilla. 

—¿Que pasa amor?— dijo al verme frustrada.

—no es nada— sonreí.

—si claro— paso su pulgar por mi mejilla.

—¿Ya comiste?— le pregunté a Chase.

—si, comí con Lucia— miro a mis amigos —lo siento pero voy a robarme a mi mujer, sigan trabajando.

—sí señor— contestaron y se dispersaron por la tienda.

—Vamos a la oficina— Chase me abrazo por la cintura y me guío hasta la oficina.

Llegamos al segundo piso, entramos a su oficina y Chase cerró la puerta, antes de que me diera cuenta ya me tenía sujeta de la cintura y pegada a la pared, empezó a besarme, le segui el beso. Bajo sus manos a mis jeans y los empezó a desabrochar, metió la mano dentro de mí ropa interior y empezó a frotarme la vagina.

—Chase— susurre.

Metió uno de sus dedos y empezó a penetrarme, gemí en sus labios, Chase empezó a acelerar el ritmo, mis manos estaban en el cuello de Chase, empecé a sentir el orgasmo crecer dentro de mí pero antes de correrme alguien tocó la puerta. Chase sacó la mano de mi pantalón y suspiró frustrado.

—¡¿Quien?!— parecía molesto.

—señor Robinsón, ya llegó su cita de las 4— la voz de Paul se escuchó del otro lado. 

—dame un minuto— se alejó de mí.

—si señor…— se escuchó que Paul se alejaba.

—lo siento hermosa— beso mi frente —ve al baño a arreglarte, voy a recibir a un prospecto de cliente.

—ok— le di un beso corto —pero me debes un orgasmo. 

—te daré miles— me dio una pequeña nalgada. 

Camine hacía el baño de Chase y cerré la puerta, ya adentro me limpie un poco ya que el pequeño encuentro con mi novio había humedecido mis partes íntimas. Me acomode la ropa interior y los jeans. Una voz conocida sonó del otro lado de la puerta, me pegue un poco más para escuchar pero no entendía bien qué decían. Me mire en el espejo, mi cabello estaba un poco revuelto, lo cepille con los dedos y después cuando ya estaba lista salí del baño. Me quede helada al ver al hombre que estaba sentado frente a Chase, al verme me sonrió, no parecía tan sorprendido como yo.

—Jane ¿Recuerdas a Matt?— Chase se levantó y me tendió su mano para que me acercara a él.

—si… de hecho lo acabo de ver en el restaurante donde comí— me acerque a Chase y tomé su mano, él me sentó en su silla y se quedó a mí lado de pie.

—él es el dueño de "Telas e Hilos Peyton" y vino aquí desde Nueva York, me trajo una propuesta de negocios— dijo Chase mirándome, levanto su mano y acarició mi cabello.

—ya veo— sonreí —¿Por qué no me dijiste nada en el restaurante?— miré a Matt.

—porque no sabía que tu prometido falso era el dueño de las boutiques Robinsón, su apellido me sonaba pero no están seguro— Matt se encogio de hombros.

—¿Prometido falso?— me miró Chase alzando una ceja.

—él me preguntó si ya estaba casada— me encogí de hombros —no le veía el caso mentir.

—por cierto felicidades por el bebe— Matt le estrechó la mano a Chase.

—gracias…— Chase estrecho la mano de Matt y después besó mi cabeza —bueno, dejame revisar la propuesta y yo te aviso ¿Esta bien?

—si claro— sacó un sobre de su saco —daré una fiesta el viernes para reunir a varios proveedores y otras tiendas, estoy buscando expandirme, me gustaría mucho que asistieran, pueden salir beneficiados ustedes también, pueden hacer más clientes o más proveedores internacionales.

—claro, ahí estaremos— Chase tomó la invitación.

—un placer verlos de nuevo— Matt se levantó de la silla y se despidió estrechando nuestras manos.

Más tarde ya en casa, Chase cumplio lo prometido y me dio varios orgasmos, yo igual le correspondi con un buen sexo oral, ya satisfechos y cansados nos recostamos en el sillon, ni siquiera llegamos a la cama de los deseperados que estabamos. Quede encima de Chase, ambos desnudos y sudados. 

—Logan me llamo...— no quería ocultarle nada a Chase.

—no lo puedo creer— su voz era seria y su rostro rostro cambió de feliz a molesto —¿Qué te dijo? ¿Cómo consiguió tu número nuevo?— parecía irritado.

—Bety se lo dio, solo me dijo que se sentía muy solo, no lo deje decir más, colgué la llamada— acaricie la mejilla de Chase —Bety me dijo que el le había rogado por el numero— sonreí triste —ella aun no sabia que ya no estaba con el, acabo de contarle todo y se sintió muy mal.

—me imagino... Y ¿Qué vas a hacer?— lo mire sin entender —si te vuelve a llamar— me dijo cuando vio mi cara de confusión.

—nada… no quiero saber nada de él, tal vez no puedo evitar que siga llamando…— suspiré —algun dia se cansara, solo lo hace porque no tiene a nadie a quien fastidiar.

—tengo miedo de que se acerque a ti.

—no creo que lo haga, sabe que tiene mucho que perder— le di un beso corto a Chase —pero para que estes mas tranquilo me ire contigo a la boutique ¿Te parece?

—no quisiera... Pero creo que es lo mejor, si te quedas solo en casa no podre estar tranquilo...

—lo se— sonreí —en poco tiempo te he llegado a conocer muy bien— besé su pecho —estoy un poco nerviosa, el sabado iremos con tus papas y no se que pasara.

—no te preocupes por nada— acaricio mi cabello —todo saldrá bien.

Empecé a besarlo muy despacio, su pene empezo a crecer debajo de mi, ambos deseábamos otro encuentro sexual, Chase se dio la vuelta y me coloque debajo de el, empezo a penetrarme y yo me perdí en el placer de sus embestidas.

Como el dia y la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora