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Termine mi desayuno y me fui a duchar, me coloque mi vestido y mi sujetador. Chase aún no me daba mi pantaleta, salí de mi habitación y caminé hacía él que estaba sentado en uno de los sillones de la sala.

–tienes algo mio…— puse mis manos en mi cintura en forma de jarra.

—¿Yo?— me miró juguetón.

—si… tu— levante la mano y lo señale con el dedo indice.

—mmm, no… no que yo recuerde— se llevo la mano a la barbilla como si pensara.

—esta bien, vamos entonces— camine hacía la puerta —anda ¿Que esperas?— le dije cuando lo vi aun sentado.

—¿No serias capas?

—¡Ja! Que poco me conoces— abrí la puerta y salí de la cabaña, camine hacía el auto que mi jefe había rentado, él me siguió.

Abrió el auto con el control y entre con elegancia, Chase sonrió y movió la cabeza en forma negativa y entró también en el auto, lo encendió y salimos a la calle. Chase se había puesto su traje pero sin la corbata y con la camisa abierta del cuello, se veía muy sexy así desalineado. Nos adentramos al centro de la ciudad, estaba muy sorprendida no podía alejar mi vista de la ventanilla.

—todo es hermoso.

—si— Chase sacó mi pantaleta de su saco —no puedo creer que fueras capaz de andar así en la calle— sonrió —ten, después de ese desayuno tan inolvidable te mereces que te entregue tu ropa.

—gracias— le sonreí, tome la pantaleta y me la coloque.

—solo es un préstamo, eso...— señalo mi ropa mi ropa interior —es mio, cuando tengas la nueva que te comprare me las vas a regresar.

—¿Por qué?— me reí.

—no sé— se encogió de hombros —creo que estoy pensando a futuro— se puso serio.

¿Pensando a futuro? Osea cuando pase esta semana ¿Quiere un recuerdo de mí? Un nudo se formó en mi garganta, no quiero separarme de él y solo pensar que en una semana ya no lo tendría me ponía muy triste. Volví a mirar por la ventana, no quería pensar en eso ahora. Quería disfrutar de Chase y de este tiempo con él.

Llegamos a la primera tienda, era una tienda unisex, entramos y Chase me señalo un hermoso vestido playero, me acerque a el y lo toque, era hermoso pero el precio era altísimo, mire a Chase con los ojos muy abiertos, él solo sonrió y tomo el vestido.

—pruébate lo que quieras… no mires el precio, yo iré a ver ropa para mí.

—Chase…

—es solo ropa para una semana, tampoco voy a surtir tu clóset— sonrío —además esto— miro el vestido —no es la parte importante de las compras.

—¿Entonces cual es?— lo miré curiosa.

—los trajes de baño— beso mi cabeza —esos hasta me los vas a modelar.

—¿Y tú me modelaras a mí?

—eres insaciable— me susurro.

—me declaro culpable— bese su mejilla —tu no te quedas atrás.

—con ese cuerpo… ¿Quien me culparia?

Baje la cabeza apenada, mi cuerpo no era lindo ni sexy, Chase era un hombre hermoso tanto por fuera como por dentro, en cambio yo, tenía un cuerpo horrible Logan me lo decía constantemente. Odiaba no poder ofrecerle algo mejor a ningún hombre, no se como Logan y Chase se fijaban en mí con mi cuerpo imperfecto.

—Jane— levantó mi cara con sus manos —eres hermosa… muy hermosa.

—ire a probarme el vestido— dije avergonzada ¿Por que no podia creer en sus palabras?

Después de casi dos horas y mucha ropa tanto mía como de Chase, por fin salimos de la tienda. Él y yo cargamos las bolsas hasta el auto, las metimos y suspire cansada. Chase escogió casi toda mi ropa, lo cual me encantó, por su buen gusto y su facilidad de escoger las cosas. La mayoría eran vestidos, ropa interior (tangas, Chase insistió en que las usara) Shorts, playeras y algunos pareos. Chase escogio shorts, playeras y uno que otro pantalón de mezclilla. Subimos al auto y llegamos a la siguiente tienda de trajes de baño, nos bajamos del auto y entramos. Una hermosa mujer rubia nos sonrió, cuando vio a Chase casi se le cae la boca, su mirada y su atención se dirigió a él.

—buenos días caballero ¿En qué puedo ayudarle?— la chica le sonrió coqueta y acarició su brazo, hice una mueca de desagrado, intente caminar a otro lado pero Chase me tomo de la mano —mi prometida necesita trajes de baño— Chase me pego a él y beso mi cabeza.

—he… si…— la rubia se puso nerviosa.

—amor— Chase me sonrió —escoge lo que quieras— Chase volvió su atención a la rubia —nos vamos a casar y estamos preparando todo para nuestra luna de miel… así que necesito cosas muy sexys para esta hermosa mujer… ¿Qué me recomiendas?

—yo… siganme… Tengo bikinis muy sexys para su prometida— la chica nos dio la espalda y empezo a caminar.

Chase me sonrió y yo le di un pequeño golpe en el pecho, la rubia, que ahora solo me miraba a mi, me mostró varios bikinis, algunos demasiado atrevidos y otros muy lindos, yo escogí dos y Chase escogió cuatro más para mi. Después fuimos al área de caballeros, Chase miraba algunos trajes de baño, la rubia preguntó intrigada.

—¿cuando es la boda?

—en dos semanas— conteste —tenemos que casarnos antes de que se note mi embarazo— toque mi estómago, Chase me miró con los ojos abiertos pero una sonrisa enorme en el rostro por lo que le dije a la rubia.

—felicidades…

—gracias— sonreí —no fue planeado, tu sabes… no podía mantener mis manos alejadas de este hombre— le guiñe un ojo a Chase.

—si, me imagino— la rubia le dio una escaneada a Chase —nadie te culparía.

Después de pagar la ropa y jugar un poco más con la rubia, salimos de la tienda. Volvimos a meter todo al auto, pensé que nos iríamos a la cabaña, pero no fue así, nos detuvimos en otra tienda, esta era de maletas. Era lógico, teníamos que tener donde meter la ropa, de pronto una duda me recorrió el cuerpo, como voy a justificar mis cosas ante Logan. Chase me vio y notó que algo pasaba.

—si sigues así todo el viaje, jamás disfrutarás de nada— me dijo despues de mirar mi rostro de preocupación.

—lo sé, lo siento… es solo que, ¿como…? la ropa…

—ya veo… Solo di que la boutique sacó mercancía y se la regaló a los empleados— se encogió de hombros, parecía una excusa muy lógica.

Más tarde ya en la cabaña nos fuimos a la habitación, pusimos las bolsas en el piso y nos sentamos en la cama, ambos estábamos muy casados. Chase se puso de pie y sacó uno de los traje de baño y me lo dio.

—midetelo por favor… desde que lo vi en la tienda quiero vertelo puesto.

—ok— sonreí, el traje de baño era de dos piezas.

Como el dia y la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora