Odio, Amor y Venganza (Matrimonio A La Fuerza)

Cap. 35 Besa a alguien más

Narra Gabriela..

Veo como se sienta en la mesa indiferente sin siquiera mirarme no puedo evitar sentir dolor, es un imbecil o quizás sea yo por haberme entregado a él, no puedo soportar más esto, así que me levanté.

Gabriela: ya me voy - ni siquiera me miro o hizo ningún tipo de gesto, salí de allí no sé si con ganas de llorar. Salí de la casa y tomé un taxi no quiero molestar de más a Diego.

Voy a la empresa el elevador se abre, salgo y luego de unos pocos pasos visualizo a Carla, veo como me ve sarcástica. La odio tanto, pero no me dejaré intimidar, la mire indiferente y segui mi camino a la oficina. No entiendo como pude ser tan idiota, ¿Cómo pude entregarme a él nuevamente? No sé si pueda aguantar todo esto..... a la hora del almuerzo quede con Diego, salí de mi oficina para caminar por el pasillo he ir al elevador, en el camino me encontré con Santiago y Carla agarrados de las manos sonriendo, no pude evitar sentirme mal y detenerme justo donde estaba. Estaban casi llegando a mi, mi teléfono suena, es Diego lo tomo y ellos van pasando hombro con hombro, por mi lado Santiago es quien pasa y no sé porqué, pero siento un fuerte nudo en mi garganta.

Llamada telefónica

Gabriela: hola Diego, ¿ya estás aquí?

Diego: si, te espero aquí abajo.

Gabriela: espérame ya voy.

Narra Santiago...

Voy caminando con Carla de la mano veo a Gabriela caminando hacia nosotros no evite las palpitaciones de mi corazón, veo como se detiene sin expresión en su rostro, cuando casi pasamos su teléfono suena y no pude evitar escuchar quién la acaba de llamar es ese idiota, no puedo evitar sentir ganas de partirle la cara a ese imbecil.

Gabriela...

Lo que me reconforta es que todo esto es hasta un año, no soporto todo esto. Tengo que aguantar verlo a él y a ella todos los dias coqueteando, pasando por mi lado agarrados de manos sonriendo, ya no soporto más, no puedo mentir que una que otra vez lágrimas bajan por mis mejillas y la verdad no sé la razón o quizás y si la sé, solo que prefiero negarla. Cuando me siento atada pienso en que todo esto acabará en un año y en que tendré la oportunidad de volver con Víctor, me odio por haberme entregado a Santiago y no a él. Santiago ni siquiera me mira es como si no le significará nada, todo lo que ocurrió entre nosotros. Después de eso han pasado tres meses, así es tres meses aguantando todo. En la empresa llevo cuatro meses, así que falta menos de nueve meses para que todo acabe y yo pueda ser libre.

El señor Manuel nos citó al idiota y a mi a su oficina, así que nos estamos dirigiendo allí, estamos en el ascensor casi llegamos, miro al idiota este el cual está indiferente como si no estuviera, lo observo discretamente me detengo en su cuello donde tiene un chupeton, mis manos se forman en un puño siento rabia y un nudo se forma en mi garganta, lo miro.

Gabriela: creo que deberías de tapar eso, no quiero que tu padre piense que he sido la responsable de las marcas en tu cuello - él me mira serio y creo que un poco sorprendido, las puertas se abren y salgo dejándolo allí ahogándose en sus pensamientos y no sé en que.

Entro a la oficina del señor Manuel, tomo asiento y después de unos muy pocos minutos entra Santiago sentándose a mi lado, yo no soporto ni tenerlo a mi lado.

Manuel: muy bien, ¿como van las cosas? - hubo silencio - supongo que bien, y eso espero, el nuevo proyecto va muy bien eres muy buena diseñaste ese nuevo hotel que quede impresionado - le correspondo el halago con una sonrisa.

Santiago: ¿para eso estoy aquí? - pregunto indiferente.

Manuel: para eso y otras cosas - le respondió con una mala mirada, luego miró hacia mi con una sonrisa - eres extraordinaria - noté como Santiago rodó los ojos - la conferencia de este año será en dos días, así que tú Santiago irás.