Soy Gabriela y siempre supe que mi vida era un desastre, que siempre estaría marcada por el sufrimiento gracias al rechazo de mi padre. Pero lo que nunca imaginé era de que ni siquiera tuviera el derecho de elegir... Cuando, donde y con quien me cas...
Estaba en la sala sentada en el sofá, ya tengo 4 meses y medio de embarazo, en 3 meses los gemelos cumplirán dos años, ellos cada día crecen aún más.
Acaricio mi vientre, la vida me ha premiado en todos los sentidos y sería egoísta de mi parte si le pidiera alguna otra cosa, soy afortunada en todo lo que podría pedir y que en algún momento pedí para ser feliz, no podría pedirle nada más a Dios por más que quisiera. Tengo a mi familia y eso me hace más que feliz en esta vida.
Lo veo llegar y al entrar va quitando el nudo de su corbata, al verme me brinda una dulce sonrisa.
Santiago: ¿cómo está la mujer más hermosa de todo el mundo? - yo le sonrió, él llega hasta mi y deposita un corto beso en mis labios.
Gabriela: ¿cómo estuvo el trabajo hoy? - le pregunté mirándolo atenta sentado a mi lado, los gemelos se encuentran en casa de Rachel y Gabriel.
Santiago: algo cansado la verdad - dice algo cansado, luego me ve y me sonríe, sé que algo se trae. - ¿pero que crees? - yo lo veo confusa - tengo que mostrarte algo, así que vamos - yo lo sigo mirando confundida, él me toma de la mano y vamos al estacionamiento, él abre la puerta del copiloto para mi, yo subo y luego él va a su lado para empezar a conducir.
Gabriela: ¿A dónde vamos? - le preguntó, pero él se encoge de los hombros como si no supiera nada - vamos ya dime.
Santiago: si te digo ya no será sorpresa, no seas impaciente y solo espera a que lleguemos. Después de una hora aproximadamente Santiago detiene el auto y me pasa una venda que tomó desde el asiento trasero, yo lo miro confusa. - tienes que ponértela de ahora en adelante tienes que estar con los ojos vendados, sino, no será una sorpresa - yo suspiro.
Gabriela: sabes cuanto odio el suspenso.
Santiago: no es intencional cariño - yo me pongo la venda - no estás haciendo trampa ¿verdad? - yo niego - ¿segura?
Gabriela: Santiago más vale que arranques ahora mismo y que de una vez lleguemos a esa supuesta sorpresa.
Santiago: ¿por qué tienes que ser así? Dañas lo especial de una sorpresa.
Gabriela: las hormonas cariño, las hormonas - escuche cómo Santiago sonrío, y puso en marcha el auto, después de unos 10 minutos los cuales intenté quitarme la venda, pero Santiago no me lo permitió, por fin llegamos.
Santiago: hemos llegado, no te quites la venda y espera ha que valla hasta donde ti - yo asentí, sentí cómo él abrió su puerta y luego cuando la cerró. Luego sentí cuando abrió mi puerta - vamos con cuidado - el ayudo a que bajara, y me guío con cuidado hasta que se detuvo - ¿estás lista? - yo asentí, él desató la venga y poco a poco me acostumbre a la luz y lo que estoy viendo en este momento es una casa, una hermosa, yo miro a Santiago confundida - bienvenida a nuestro nuevo hogar Señora Anderson.
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Santiago me mostraba la casa, dice que la familia ha crecido y que nuestra casa es pequeña, y es por eso que a comprado está, la verdad es Hermosa.
Incluso tiene piscina en el jardín trasero, es realmente hermosa y con bastante espacio para que los niños puedan jugar.
Fin del flash Back
Isabella: ¡NicolásWilliams! - escucho que grita.
Gabriela: ¿qué sucede? - le preguntó mirando hacia las escaleras, Bella me ve y suspira profundo.
Isabella: es un idiota - me dice para luego subir las escaleras.
Santiago: ¿qué sucede? - me pregunta llegando hasta donde mi, yo me encojo de los hombros.
Gabriela: no quiso decirme - él deposita un corto beso en mis labios y yo sonrió.
Ignacio: ¡Mamá! Mamá - llega hasta donde estoy.
Gabriela: ¿qué sucede Nacho?
Santiago: ¿pasa algo?
Ignacio: Bella acaba de darle una bofetada a Nick – dice y veo cómo escapa una sonrisa de sus labios.
Santiago: ¿cómo que le dio una bofetada? - Santiago tenía intenciones de ir.
Ignacio: Tranquilos ellos se entenderán - yo lo miro confusa - digamos que Nick le hizo una pequeña broma a Bella - dice riendo, yo sigo sin entender nada.
