Narra Santiago....
Estoy esperando a Gabriela, en el primer escalón, ella se asoma desde arriba y es ahí donde mi mundo se paraliza, ella se ve tan hermosa en ese vestido. Mis nervios son los mismo de aquella vez que la vi por primera vez con el, mi corazón se acelera con cada paso que da para llegar hasta mi, mis manos sudan, y no puedo explicar las ganas que tengo de ir hasta donde ella y besarla. Sus ojos se conectan con los míos según se va acercando y cuando ya está aquí, yo la recibo y pido su mano brindándole la mía, ella me la extiende y yo la recibo dándole un beso en ella. Los Flashes están a la orden del día.
Puedo notar que Gabriela está bastante distraída, no sé qué esté pasando por su cabeza, pero sé que la aterra. Intento llamar su atención para que prestara atención, se ve bastante distraída.
Santiago: ¡Gabriela! - le grito por lo bajo, ella me presta atención - ¿en que piensas? Presta atención - ella mira a las cámaras y sonríe.
Gabriela: estoy harta de fingir, ¿porqué simplemente no me dan mi libertad y punto? - me susurra, yo volteó a verla, ¿cómo me pide eso? Yo no soportaría que ella se fuera de mi lado.
Llegó el momento en el que todos nos ven mientras decimos un pequeño discurso el uno al otro, en este momento Gabriela y yo estamos en el pequeño escenario de frente mirándonos. Yo empezaría mi discurso primero.
Santiago: Hoy quisiera darle las gracias a Dios por poner a esta mujer tan maravillosa en mi camino y convertirla en mi compañera de vida, ella es el ser humano más hermoso que existe en este planeta, mis mañanas no fueran nada si tú mi amor no despertaras en mi pecho - ella no quita su mirada de la mía, me ve atenta y podría decir que sorprendida, imagino todo lo que debe de estar pensando y sintiendo, cada palabra que está saliendo de mi boca, es todo lo que siento - mis despertares no significan nada si no veo tus hermosos ojos, sin tu sonrisa aún bajo las sábanas mientras mi pecho te sirve como almohada, sin que cada mañana te deseará los buenos días mi bella durmiente - creo que me acostumbre demasiado pronto a verla sobre mi cada mañana, la extraño tanto, extraño su rostro sonreírme, extraño cada beso, cada caricia, extraño cada mañana junto a ella, cada risa por mis chistes malos, extraño cada detalle. Veo cómo sus mejillas se humedecen gracias a dos lágrimas que resbalan por ellas - las idas al cine no fueran nada y es que me ganas cada vez en esas máquinas caza peluches - al decir esto me fue imposible que una sonrisa no escapara de mis labios y pude escuchar algunas risas de los invitados - no sé que seria de mi si hace seis años no hubiese tomado la decisión de emprender este hermoso viaje a tu lado. Las palabras son nulas al querer decir todo lo que siento por ti. Tú llegaste a descontrolarme ha enseñarme tantas cosas maravillosas, marcaste un antes y un después en mi vida, no sabes cuanto te amo - y es la verdad no sé qué fuera de mi si esta mujer no estuviera a mi lado, si no le hubiese dicho que si ha ese matrimonio arreglado.... escucho los silbidos de todos, los aplausos y escucho como todos empezaron a gritar ¡beso!
Estoy perdido en su mirada buscando alguna señal de saber que puede estar sintiendo ella en este momento, ella está perdida en la mía, quizás y también buscando alguna respuesta. Todos insistían que nos besemos, era como si todo estuviese en cámara lenta, como si el tiempo se detuvo justo en este momento, ambos estamos en silencio y no hacemos más que mirarnos. Me acercó lentamente he deseado este momento por semanas y toda la noche. Me acercó con algo de duda no sé si sea lo correcto después de todo. Colocó mi mano derecha entre su mejilla izquierda y su cuello, para acercarla a mi. Tenerla tan cerca hace que mi corazón se vuelva un volcán en erupción, termino con la poca distancia qué hay entre nosotros para unir nuestros labios en un beso suave, lento. Mis labios acogían a los suyos como si fueran de cristal y yo tuviese miedo de romperlos, disfrutaba del beso, no quería que este momento acabara, añoraba poder besarla una vez más. Ella se alejó de mí lentamente y vi en su mirada algo de brillo y a la vez arrepentimiento.
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Odio, Amor y Venganza (Matrimonio A La Fuerza)
RomansaSoy Gabriela y siempre supe que mi vida era un desastre, que siempre estaría marcada por el sufrimiento gracias al rechazo de mi padre. Pero lo que nunca imaginé era de que ni siquiera tuviera el derecho de elegir... Cuando, donde y con quien me cas...