Cap.32 Pesadillas

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En este momento estoy con la señora Fernanda en la antigua habitación de Santiago, ella me observaba sonriente.

Fernanda: me da mucho gusto que Santiago esté casado con una chica como usted, él ha sufrido mucho y más con la muerte de su madre, le afectó tanto que incluso se... - ella cayó al darse cuenta que diría algo que no debería, creo que hay algo más que la depresión.

Gabriela: ¿Qué sucedió?

Fernanda: no soy quien para contárselo.

Gabriela: ¿porqué nadie me dice nada? Prometo que no diré nada, solo dígame la verdad por favor - dije suplicante.

Fernanda: es que es algo muy difícil para él, es que él.... él... él se... - no termino, porque fuimos interrumpidas por Santiago, el miro a los ojos a Fernanda no sé si escucho algo.

Santiago: ya estoy aquí

Fernanda: yo debo ir abajo, descansen - dijo esto para salir, yo quedé con todas las dudas.

Estaba algo nerviosa, y algo incomoda no recordaba que no tenía más ropa y dormir con unos Jeans y una camisa de mangas largas no es nada cómodo, Santiago al parecer noto mi incomodidad.

Santiago: ¿sucede algo? - me pregunto con el entrecejo fruncido.

Gabriela: es que... bueno en realidad nada - decidí mejor no molestar y dormir con lo que llevo, después de todo con que me vestiría?

Santiago: dime ¿Qué sucede?

Gabriela: es algo que no tiene remedio, lo que pasa es que dormir así - dije señalando la ropa que llevo – no es nada cómodo - Santiago sonrio y se acerco al closet.

Santiago: no te preocupes Fernanda tiene la manía de siempre tener esta habitación limpia y siempre lava la ropa que deje, creo que algo de esto será útil - él se acerco con un pantalón de buzo y una franela de mangas cortas - esto te servirá, puedes cambiarte en el baño.

Gabriela: Gracias - dije sonriendo, fui al baño y cambié de ropa, me quedaba gigante.

Salí del baño y vi a Santiago con un pantalón de buzo mientras se colocaba una Franela igual que la mía, bueno la que me prestó y ver como se le marcaban sus músculos de la espalda me hizo casi babear, la franela le quedaba un poco ajustada. Él dio la vuelta y al verme no resistió estallar en carcajada, ¿se esta burlando? No claro que no, simplemente se ríe de ti. Dijo mi consciencia.

Gabriela: ¿de que te ríes? - pregunte alzando una ceja.

Santiago: es que te ves muy graciosa - dijo riendo - te queda gigante - dijo señalando la ropa, yo me hice la sorprendida, abrí mis ojos, mi boca y tape mi boca, fingiendo sorpresa.

Gabriela: no me digas, ¿enserio? Si no me dices no me doy cuenta - puse cara sería, sin expresión.

Santiago: no seas aburrida, creo que no te hace falta el pantalón.

Me mire y creo que tiene razón el pantalón arrastra al suelo, no lo pensé dos veces me iba a quitar el pantalón cuando me di cuenta de que Santiago esta ahí, más bien ya tenía el pantalón agarrado para bajarlo.

Gabriela: date la vuelta

Santiago: lo dices como si fuera algo del otro mundo, te he visto incluso en ropa interior no, creo que más que eso, te he visto des... - no deje que terminara.

Gabriela: oye ya cállate ¿si? Y da la vuelta - Santiago dio la vuelta.

Santiago: tengo una esposa que le fascina dar órdenes - yo sonreí y me quité rápidamente el pantalón.

Odio, Amor y Venganza (Matrimonio A La Fuerza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora