50 días Para Enamorarte✔️

⭐Capítulo 53⭐

"Así es la vida, nos da por muertos antes de matarnos por completo"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

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Derek

— Quiero ir a Baden-württemberg, pero sin ti.  

La miro extrañado. Pensé que habíamos quedado a que iríamos juntos cuando ella se mejorará, e incluso, ella había aceptado con suma emoción. ¿Qué pasó con eso? 

— No entiendo. ¿Hice algo malo? — pregunté —. Pensé que iríamos los dos juntos. 

— No hiciste nada, todo está bien, yo solo quiero ir sin ti pero iré acompañada por mi mamá — contestó. En su mirada puedo ver la certeza de lo que está diciendo pero aún no comprendo el porqué.

Me quito la camisa, me siento en la cama y la dejo a un lado de mí; uno mis manos y mirando al suelo hablo:

— Bien. Explícame, porque aún no entiendo la razón — levanto mi mirada —. Pensé que estábamos bien, y ahora en estos momentos me cuesta alejarme de ti. Si sabes eso, ¿Cierto? 

Se acerca a mí y pone ambas manos en mi rostro, me sonríe y asiente. 

— Te juro que estamos mejor que nunca, solo necesito pensar algunas cosas, solo serán unos pocos días y regresaré a ti. A mí también me cuesta, y como ya sabes, aún tengo miedo de que otro maniático quiera poner en juego no volverte a ver, pero como siempre no digo lo que pienso o siento. 

Pego mi frente de su vientre y la tomo por su cintura. 

— No piensas cambiar de idea, ¿Verdad? — pregunté.

Ciento como comienza acariciar mi cabello 

— No, papá pollito — contestó. 

— Mmm, me quieres matar. Ni siquiera te diré que sí porque no me estas pidiendo permiso; tú solo espera unos días y ve a ese lugar que yo te espero aquí con ansias — vuelvo a mirarla —. Te advierto, tendrás varias llamadas mías, porque me harás falta como cosa loca. 

Ésta sonríe de lado y hace que me pare de la cama. 

— Y yo la contestaré todas. No sé preocupe, alemán, no me iré para dejarlo — besa mi mejilla derecha —.  ¿Quieres ir a jugar billar conmigo? 

Asiento, pero aún así siento el desánimo reinar en mi cuerpo, y en mi mente comenzar a construirse cientas de imaginaciones malas rápidamente. No sé bien sus razones, pero no esperaba eso en este momento.

Camino agarrado de la mano de ella hasta llegar a la habitación donde está la mesa de billar; ésta sonríe al agarrar uno de los tacos y me mira.

— Algo me dice que hoy ganaré, al menos si sigues con ese ánimo — habló acercándose  a la mesa. 

Tomo mi taco, y me acerco por igual a la mesa y quito el triángulo con cuidado. 

— Eres buena jugando, pero no te dejaré ganar, tómalo como venganza — sonrío. 

Me mira sorprendida. 

— Que sentimental y recordista eres. 

Me escojo de hombros viéndola acomodarse, apunta con su taco la bola blanca, hace su tiro haciendo que ésta toque fuertemente a las demás y varias de ellas entren a diferentes agujeros.

— Me pondré rudo, porque viéndote jugar así no creo que gane tan fácilmente — hablé quitándome la camisa blanca. 

— ¡Agh! Eso es distracción, tramposo.