50 días Para Enamorarte✔️

⭐Capítulo 10⭐

"No confundas la realidad con los cuentos de hadas"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

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Lían.

— Les pido una disculpa a todos por lo que sucedió ayer — todos los empleados están frente a mí y algunos que otros asienten —. Hoy vendrán a hacer una investigación y hacerles una interrogación a todos.

Los murmullos se hacen presentes y suspiro.

— ¿Usted piensa que tenemos que ver con esto? — pregunta una de las empleadas.

— No fui yo quien decidió que hicieran eso — contesto —. Fue mi prometido, pero estoy de acuerdo porque es necesario.

— Bueno, bueno basta — habla Rosana al llegar a mi lado —. Vayan todos a sus puestos, Lían debe de pensar muchas cosas.

— Muchas gracias por su atención — todos caminan para tomar su puesto y otros  suben al ascensor.

— ¿Pudiste comunicarte con la familia de José? — es la familia de el guardaespaldas que fue herido.

— Sí, les comuniqué que la empresa cubrirá todos los gastos — asiento y caminamos hasta la oficina.

— Ayer encontré un broche al salir de la empresa, ese mismo broche se lo vi a Héctor en la reunión — me siento en el sofá y ella hace lo mismo.

— Primero, tranquila la empresa está cuidada por varios policías. Y segundo, ¿Segura que ese broche es de Héctor? ¿Sabes cuántas personas pueden tener un broche igual?

— ¿Pero no es un poco raro? — mi celular comienza a sonar y lo saco de mi bolso —. Es mi papá.

— Vamos, contesta, yo iré a mi lugar.

Suspiro y contesto.

— Hola papá, ¿Cómo estás?

— No, la pregunta es, ¿Cómo estás tú? — su voz se oye preocupada —. Vi las noticias y hubo un atentado en la empresa, ¿Qué pasó?

— Alguien disparó pero la bala le dio a unos de mis guardaespaldas, hay policías no te preocupes y vendrán a interrogar a los empleados.

— ¿Por qué no me dijiste que te vas a casar? — pregunta —. Y más con Derek Schmidt Müller.

— Papá,  te lo iba a decir pero han visto algunos inconvenientes y se me pasó.

— Iremos a Alemania la semana entrante — contesta.

— Papá…

— No me digas que no, intentan matarte, te vas a casar y necesito saber muchas cosas.

— Pero, prométeme que no vas inferir con la empresa.

— ¿Por qué? — pregunta.

— Porque… porque debes descansar.  No dejaré que trabajes cuando vengas aquí.

— Está bien, cuídate mi amor.

— Tú también papá — cuelgo.

— Buenos días, señora Lían  — dos hombres entran a la oficina junto a Rosana —. Somos los detectives.

Me paro del sofá y camino hasta donde están ellos y los saludo con un aparento de manos.

— Por favor, solo Lían — contesto.