50 días Para Enamorarte✔️

⭐Capítulo 37⭐

"Debajo de mi sonrisa se encuentra la tristeza que en las noches no me deja dormir mientras me pregunto: ¿Qué sería de mí si realmente fuese feliz?"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

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Derek

Habían pasado los días rápido y eso me tenía aún más emocionado. Grey y Hugo me han estado haciendo varias visitas y hemos hablado sobre la misión en el hotel, esta fue descartada ya que no pasó nada durante toda la semana pero todavía estarán atento a los sucesos. Las informaciones no se las doy en concreto a Lían, en su estado no puede recibir tantas informaciones negativas, le traería más complicaciones de la que ya tiene.

Hoy será nuestra cena, algo sencillo pero sé que es de gran importancia para los dos. Estoy en mi habitación con Sandra, Ruth y Keith arreglando algunas cosas que hacían falta.

— ¿Y por qué aquí? — pregunta Keith poniendo los dos cojines rojos donde se supone que nos vamos a sentar. Coloco el paquete de casino aún lado y la miro.

— Aquí fue nuestra primera cena juntos — contesto. Ésta alza sus cejas y asiente —. Es algo importante.

— Usted se ha vuelto tan romántico, señor — habla Ruth con una sonrisa —. Pensé que jamás iba a ver esa etapa de usted.

— No es la primera vez, Ruth. Pero en el tiempo que lo fui ni siquiera pensabas conocerme — contesto. La puerta de la habitación es abierta por Samat, mi hermana menor.

— Derek, las manzanas están lista — habla y asiento. Ésta parece estar más emocionada que yo, en todo el día me ha estado atacando preguntándome que si la cena de mañana solo es por mi cumpleaños o porque Lían está embarazada y hemos escogido el día para contarlo, pero yo niego aquello.

Los hermanos de Lían llegaron ayer, Koben se encuentra con Marcos en la empresa de Lían, Luis y Jerikson están jugando billar en la sala de juegos. He todado como Luis mira a Samat pero ésta intenta no hacer lo mismo ya que mi madre aún la sigue manipulando para que se case con quien ella desea.

— Bueno, ya todo esta listo — hablo. Todo está arreglado frente a la chimenea, como aquel día, solo que esta vez hay más detalles.

— ¿No necesitas nada más, hijo? — habla Keith.

— No, gracias a todas por ayudarme.

— Entonces vámonos a preparar los tacos, Sandra y Ruth. Samat ya tú ayudaste mucho con la cocina, puedes descansar — habla Keith de nuevo saliendo de la habitación junto a Ruth y Sandra.

Me siento en la cama y con un movimiento de mano le pido a Samat que se acerque y se siente a mi lado.

— La amenaza del abuelo y papá te alentó mucho — bromea. Sonrío y asiento.

— No quiero que me asesinen tan joven.

— Ay, hermano. Que raro que mamá no ha seguido molestado con que ella no es para ti, no sé como papá a durado tanto tiempo con ella — bufa —. No le digas a nadie..., Me voy a escapar de la casa y me mudaré sola.

La miro sorprendido.

— Pero, Sam, aún te falta el último año escolar — se escoge de hombros.

— Lo terminaré pero no viviendo ahí. Estoy cansada de que mamá quiera controlar mi vida; papá y el abuelo han intentado todo pero ella no entiende que no necesito a nadie y mucho menos alguien que no quiero.