⭐ Capítulo 11⭐

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"A veces cometemos el error de no medir nuestros actos para después lamentarnos"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

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Derek.

— Buenos días, Celeste.

Aparta su rostro de los papeles que está revisando y me sonríe.

— Buenos días, alguien lo está esperando en su oficina.

— ¿Quién? No esperaba a nadie hoy.

— Usted la conoce perfectamente — habla rodando los ojos y suspiro al saber de quien se trata —. Y antes de que digas algo, estaba apunto de hacer un escándalo si no la dejaba pasar.

— No te preocupes, yo soluciono esto — contesto.

— Te recuerdo que mañana es la reunión con los demás socios, y espero que saques a esa loca de aquí — habla con gracia —. Lían me cae mejor.

— Por esas cosas te quiero más cada día.

— Lo sé, lo sé, estoy vieja pero con buen sentido del humor — contesta.

Camino hacia mi oficina con una sonrisa, abro la puerta y entro.

Erika está parada viendo la ciudad por el gran ventanal, su cuerpo es delgado, su cabellera rubia cae en su cintura con leves ondulaciones. 

— ¿Qué haces aquí? — pregunto.

Se da la vuelta y me sonríe

— Al fin llegas, tienes una mala secretaría, ni siquiera un café me ofreció — se queja.

— Que bueno que me lo dices, le aumentare el sueldo — contesto, camino hasta mi escritorio y me siento en la silla —. Pero no era esa respuesta que quería oír.

— Vine a verte, me enteré que te vas a casar — se sienta en una esquina de mi escritorio.

— Que bueno que te enteraste, ya te puedes ir.

— No, no, no — contesta —. A tu madre no le debe de gustar eso. Ella siempre quiso que tú y yo nos casaramos.

— Muy bien lo dijiste, ella y no yo — contesto ya un poco cansado de su presencia —. Y tú sabes muy bien que eso jamás iba a suceder.

— No digas eso — me mira con dolor —. Si no te vas arrepentir.

— La  que se va arrepentir si no sale de mi empresa eres tú — me paro de la silla,  camino hasta la puerta y la abro —. Ya te puedes ir.

— Ay, Derek — se baja del escritorio, se da la vuelta y pasa su mano por la falda negra que tiene puesta, camina moviendo su cadera apropósito y se detiene frente a mí —. Ojalá y no te arrepientas.

Me guiña un ojo y sale de la oficina. Suspiro y antes de cerrar la puerta entra Blaz.

— ¿Aún no te supera? — pregunta con burla.

— Tú dímelo — contesto y cierro la puerta —. ¿Qué tienes para mí hoy?

— Trabajo y más trabajo, lo que te gusta — se sienta en el sofá —. Esto incluye a Lían, es otro hotel. Tú tiene más recursos que ella así que le darás a ese hotel un toque más lujoso y con unos buenos empleados.

— ¿Ya tienes los planos? — pregunto.

— Sabes que soy muy rápido en eso, mañana estará listo para presentarlo  junto a los demás socios que vienen.

50 días Para Enamorarte✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora