⭐Capítulo 26⭐

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"El hecho de que todos quieran definirte no quiere decir
que realmente eres como te describen"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

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Derek

Tras un día muy forzado, agotador y no solo por la cantidad de cosas que tuve que hacer en la empresa; cosa que me dio a entender que cuando no estoy de cabecilla en todo ello, todo se complica de tal manera que un solo día no basta. Pero yo muy consiente de que debo regresar a lado de Lían y no por obligación sino porque algo no me permite estar ya tanto tiempo alejado de aquella mexicana, regreso.

Hice todo con precaución, sin llamar la atención de los reporteros para que cualquiera que sea el que intenta matar a Lían no se entere de que estoy aquí y dé con el paradero de donde nos estamos quedando. Más ahora que los detectives me han dicho que uno de los que fueron a matar a Lían el día que nos íbamos a Baden-württemberg a dicho que la persona que lo contrató es cercana a uno de nosotros dos, pero no dijo más nada y incluso al volverlo a llevar a su jaula horas después éste fue encontrado muerto.

Y eso de verdad me tiene intrigado, tengo que tener precaución hasta con las personas cercanas a mí y a Lían.

Evité contarle aquello a Lían en la llamada que tuvimos a noche, piensa mucho las cosas y aunque su dolor no lo deja salir en lágrimas sino callada y ida de todo su alrededor, sé que lo pasa falta y no quiero que esté así, no ahora.

He recibido llamadas de advertencia de Erika pero se lo pongo muy claro, que la que terminaría mal es ella y no yo.

A pesar de todo el cansancio, lo agobiado que pueda estar, estoy de camino a la casa donde me estoy quedando, estoy de nuevo en Baden-württemberg loco por ver a la energenética y candalosa a la hora de estar jugando con los perros o correr por la casa como si fuera una niña descontrolada; aquello antes me parecía muy enfadoso he irritante porque el silencio es una de las cosas que más adoro, pero actualmente ver a Lían en esa acción me relaja más que el silencio y aunque yo me niego a entrar a sus juegos locos, juro que me divierto y para sorpresa mía me quita todo el peso que me pueda dar el trabajo y los problemas que cada día son peores.

Aún está muy temprano y estoy seguro que la chispeante mujer que tengo ahora en mi vida tiene que estar profundamente dormida. Una sonrisa aparece en mis labios al acordarme que anoche me confirmó que estaba desnuda y que así dormiría, de solo pensar que cuando entré a la habitación y la vea dormida estando así, me pone duro.

Dejo de mirar por la ventanilla del auto cuando veo que al fin estamos frente a la gran valla. Gerardo quien se encuentra conduciendo avisa que hemos llegado y de inmediato la valla es abierta dejándonos el camino libre.

Una vez que llegamos salgo del auto con el maletín en mi mano sintiendo como la brisa fría me da la bienvenida, no falta mucho para que comience a nevar y eso me alegra porque amo los días de nevada.

Siento los pasos de Gerardo y Félix detrás de mí; unas vez que estamos dentro de la casa noto que Sandra, Gabriel y los demás guardaespaldas están despiertos.

- Buenos días, Señor - saludan todos y yo con una sonrisa los saludo haciendo que éstos me miren raro.

¡Vaya..., Que el efecto Lían me está dando duro, muy duro!

- ¿Quiere desayunar ahora o más tarde? - pregunta Sandra como siempre lo hace.

- No, gracias. Más tarde bajo - hablo y sin decir nada más subo las escaleras y me dirijo a la habitación, me sorprendo al escuchar música de esa tal Carla Morrison.

50 días Para Enamorarte✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora