⭐ Capítulo 56⭐

184 36 2
                                    

"...Pero, así es el amor, ¿No? Duele y acaricia a la vez, te hace sufrir y te hace feliz; te hace volar tan alto con riesgo a hacerte caer... Y cuidado, mucho cuidado por quién quieres volar"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Lían 

El pequeño pueblo solo ha cambiado un poco por lo del invierno, que aquí es Alemania parece durar una eternidad. Tan gris, tan diferente a México; pero de todos modos, sigue siendo hermoso.  En cambio hoy no nos detuvimos en el pueblo, pasamos de él por alto porque queríamos adentrarnos a la ciudad un poco más. 

Estamos en una de las cafetería más reconocidas, dicen que aquí hacen los mejores cafés, sus pasteles y  galletas son deliciosas; obviamente no me iba a quedar con las ganas de venir. 

Estoy caminando de vuelta a la mesa donde estamos sentados todos, pero me detengo al sentir como alguien toca mi hombro, me doy la vuelta y sonrío. 

— ¿Señorita Hernández? — preguntó el hombre que me había tocado el hombre anteriormente, ese hombre fue el doctor que me hizo la prueba de sangre en el hospital de aquí. 

— Sí, yo misma, doctor — le extiendo mi mano y éste la toma rápidamente. 

— Vaya, que sorpresa. Al parecer no se acuerda de mi nombre.

Niego.

— Y usted tampoco del mío, y si se acuerda, no me llame "señorita Hernández" es demasiada educación — hablé sonriente. 

Éste rasca su frente y me sonríe por igual. 

— Lían, ¿No? — asiento —. No tengo idea de cómo me acuerdo de tu nombre y apellido, porque veo personas a diario y es muy raro que se me graben los nombres. Pero, déjeme recordarle el mío. Me llamo Carl Fischer, no es tan difícil de aprender. 

— Puede que no, Carl.  

Noto como su mirada baja a mi vientre y sonríe aún más. 

— Vaya, ha crecido bastante.

— Son trillizos, supongo que eso también tiene que ser la razón por la que esté así — contesté haciendo que éste me mire de nuevo a mí. 

— ¿Trillizos? — asiento —. Eso es maravilloso. ¿Estás aquí con tu esposo? — éste mira por todo el lugar como si conociera a la persona de quién habla y que por ahora no es mi esposo —. Me acuerdo que me dijiste que era algo complicado lo de tu relación. 

— Eh... Sí, lo era. Y no, no estoy casada pero si tengo novio y no está aquí; estoy con mi mamá y los dos hombres que cuidan la casa que tiene aquí mi pareja. ¿Quieres conocerlos? 

Asiente y le hago seña de que me siga. Franco,  Julián y madre miran a Carl algo extrañados. Una vez que llegamos donde ellos están sentados, hablo:

— Ella es mi madre Keith, y ellos son Julián y Franco. Él es el doctor que me hizo la prueba de sangre por el embarazo, se llama Carl. 

50 días Para Enamorarte✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora