⭐Capítulo 46⭐

238 49 19
                                    

"Nadie nos cambia, nosotros mismos cambiamos cuando nos damos cuenta de que ser buenos con todos no suele ser la mejor opción"

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Lían

Escucho el "pip" de un
electrocardiograma muy cerca.
Puedo sentir como alguien acaricia mi rostro y mi pelo, es lo mejor que he podido sentir en días. Siento como ese alguien deja de hacer lo que estaba haciendo para acomodarse a mi lado dejando su cabeza muy cerca de la mía; estoy descansando como no lo había hecho en unos largos días y mi cuerpo ya no se siente tan pensado.

Es como si mi mente estuviera relajada aún sabiendo que había pasado algo malo, ni se desespera y mis nervios no se alocan. Es lo que un buen sedante sabe hacer.

Quiero decirle que no pare de acariciar mi cabello y mi rostro porque eso realmente se siente bastante bien, pero aún así no lo hago, solamente abro un poco mis ojos y noto que la persona es Derek, y que éste me está mirando.

—Estoy aquí, descansa —mencionó volviendo acariciar mi rostro. Vuelvo a cerrar mis ojos lentamente para volver a caer en un profundo sueño.

(...)

—Todo va a estar bien, Derek. Mi hija es fuerte y te puedo asegurar que se recuperará pronto. Lo bueno es que ya la tenemos aquí, ¿No? —Escucho a mi papá hablar con Derek y está vez sí abro los ojos con ganas de verlos.

—Todo está bien, ¿Verdad? —pregunté con baja y ronca voz.

Mi papá y Derek me miran de inmediato, y el primero en acercarse es mi papá dándome un beso en la frente para después abrazarme sin otorgar mucha fuerza.

—Que bueno que despiertas, mi hijita. Iré abajo para avisarle a todos.

Asiento.

Éste vuelve a besar mi frente varias veces hasta que sale de la habitación dejándonos a Derek y a mí solos. Éste y yo nos miramos y noto como sus ojos comienzan a brillarles por las lágrimas que se están acumulando en ellos, camina hasta quedar muy cerca de mí y toma mi mano dejando salir las lágrimas.

—Lo siento mucho..., Perdóname por no haber llegado antes.

Ni siquiera sabía que él había llegado al lugar donde estaba. No puedo evitar guardar las lágrimas y hago lo mismo que él. Tengo miedo de preguntarle lo que comenzó a rondar por mi cabeza, pero lo hago.

—Dime..., Dime que ellos están bien — Éste besa mi mano cerrando sus ojos y asiente seguidamente.

—Sí lo están — muerde su labio inferior y otra lágrima sale de su ojo derecho; se acerca a mí y me besa por unos cuantos segundos—. Estoy preocupado por ti, necesito que te mejores porque no quiero volverte a perder. Fue horrible no tenerte cerca y sabiendo que no estabas a salvo. Héctor llamó a la policía antes de llegar a donde estabas y yo sin dudarlo hice que me llevaran. Te juro que tuve tanto miedo cuando te vi tirada en el suelo.

—Estoy aquí, estaré bien. No te preocupes —contesté poniendo la misma mano que él tenía sosteniendo, en su rostro—. ¿Dónde está Héctor? Escuché unos cuantos tiros antes de desmayarme.

50 días Para Enamorarte✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora