⭐Capítulo 59⭐

193 37 6
                                    

"Sí, sé que soy muy egoísta, pero es que le he dado casi todo de mí a unos cuantos idiotas y me quedado con unas que otras migajas, perdón sin no quiero perder esos diminutos trozos" 

🌸🌼🌻-Belosnezkha-🌻🌼🌸

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Lían 

— ¿Y por qué no se lo contaste? — preguntó Carl. 

Pequeños copos de nieve caen mi cabeza y otras partes de mi cuerpo. Estamos sentados en un banco del parque hablando como si nos conociéramos de toda la vida; no me resultó tan difícil contarles los motivos por los que me encuentro aquí. 

— Porque no quiero que su relación con su madre se quebrante más de lo que ya está. Madre es madre, pero es que hay algunas que ni deberían ser llamadas así — hablé. 

Balanceo mis piernas de atrás hacia el frente.

— Pero ¿Ya no quieres estar con Derek? — preguntó. Lo miro y asiento.

— Claro que quiero. Lo amo y no lo quiero perder, pero hay cosas que me hacen detenerme y eso duele, le duele a él y yo no quiero que le duela. 

Éste coloca su palma en mi espalda y la caricia de abajo hacia arriba.

— ¿Por qué no abres la carta que te escribió ese tal Héctor? — señala el sobre de papel  blanco que está en mis manos — . Creo que deberías leerla, supongo que con eso lo dejarías ir de una vez por toda..., Si es que no lo haz hecho.

Suspiro. Comienzo a rajarla con mis dedos cubiertos por unas guantillas de cuero negro hasta abrirla; saco el papel que contienen la letras de la persona que una vez fue dolor y amor al mismo tiempo. 

— ¿La puedo leer en voz alta? — pregunté. 

— Está en todo tu derecho — se escogió de hombros. 

Muerdo mi labio inferior y cierro mis ojos por unos segundos para luego abrirlos y comenzar a leer: 

Si estás leyendo esta carta es porque lo más seguro ya esté muerto, estoy seguro que lo estaré aunque me quieran dar esperanzas. 

Lían, no sabía que tanto daño te había hecho hasta que te encontré con tu amiga en la cafetería; estoy seguro que fui uno de los causantes de que el brillo de tus ojos ya no sea tan vivo como antes y se este reemplazado por la frialdad poco a poco. Te amé, te amé a mi manera y en vez de demostrarlo mejor, me comporté como un egoísta, hipócrita, imbécil y como un insípido aburrido pensado que tú jamás te iría de mi lado porque yo sería el único hombre en tu vida, y no sabes como lamento eso; lamento haber hecho de ti todo menos feliz, por no regalarte flores, noches de amor, un despertar a tu lado y mucho menos haberte hecho sonreír. 

Sé que amas a Derek como él te ama a ti. Yo te hice sentir como mujer por primera vez pero él tiene la oportunidad de volver hacerlo cada noche y cada día; no puedo negar que mi pecho duele de solo pensar que habría podido ser quien lo hiciera si tan solo hubiese sido la persona que tú te merecías, en cambio elegí ser el malo. Yo solo fui el causante de tus lágrimas y él el auténtico autor de tus sonrisas. No lo dejes ir como yo lo hice contigo.

No sé si sea merecedor de estar en el cielo, pero sé que tú sí y si crees que ese lugar exista, entonces, estaré allí para volverte a ver, amor de mi vida.

Lágrimas salen de mis ojos, lloro sin hacer ni siquiera un sonido con mi boca, solo dejo caer las lágrimas sobre el papel, llorando una vez más por causa de Héctor, solo que esta vez lo que siento como si una parte de mí  se queda completamente vacía, porque él sí tenía una parte de mí y lo peor de todo es que aquello de:"Otra persona llegara y ocupará el espacio que otro ya tenía" es errónea, nadie llena el vacío de nadie, solo se crea otro lugar para alguien que te haga superar el dolor de sentir el otro vacío pero jamás te hace olvidar o borrar lo que un día allí estuvo.

Yo, Lían Hernández estoy llorando de nuevo por el hombre que amé por primera vez, llorando porque aquello que suelen decir sobre que las personas llegan a nuestras vida es por una misión, y la misión de Héctor en mí ya había concluido.

Carl está a mi lado mientras mantiene su mano en espalda haciendo esos leves movimientos con esta.

— No pierdas la oportunidad, no pierdas a Derek porque alguien no quiera que estés con él.¿Acaso quieres sentir lo que Héctor sintió cuando te perdió? ¿Solo quieres verlo cuando él visite a sus hijos y no poder besarlo como tu boca lo implora? — habla éste poniendo su mano debajo de mi mentor para que lo vea a los ojos y niego.

— Pero no lo dejaré...

— Entonces, ¿Qué haces aquí sin él, pensando en cosas que te hieren? Regresa mañana a Berlín y besalo como si se acabara el mundo para ustedes dos — suelta mi mentor, saca un encendedor y un cigarro de su bolsillo, coloca el cigarrillo entres sus labios finos y lo enciende —. Te lo dice alguien que cometió una de las mayores estupideces en el amor y ahora se arrepiente... Para toda la vida.

(...)

Mantengo mis ojos cerrados a pesar de que me he despertado hace unos cuantos minutos, no he dormido casi nada y aún está de noche. Estoy en otra habitación, quería estar sola. 

Abro mis ojos para apagar la lámpara que había encendido antes de haber acostado, pero doy un pequeño salto en la cama al ver una persona sentada el suelo, con su cabeza y espalda pegadas a la pared; vestido totalmente de negro, incluso sus manos cubiertas por guantillas negras. Su cabello despeinados y sus ojos marrones mirándome directamente con una expresión de dolor en su rostro.

— Derek..., ¿Qué haces aquí? — me levanto de la cama y noto que éste realmente no me estaba mirando, solo tiene su mirada perdida. 

Me siento frente a él y pongo mi mano sobre el óvalo derecho de su cara haciendo que mire, éste tiene los ojos rojos como si se la hubiese pasado llorando.

— ¿Qué tienes? ¿Qué pasó? — volví hablar.

— ¿Por qué no me lo dijiste? — susurró.

— ¿De qué me hablas? 

Cierra sus ojos e inhala como si también estuviera enojado.

— ¿Por qué no me dijiste que Heidi también fue cómplice del secuestro?

Levanto mis cejas y trago seco dejando caer mi mano sobre su rodilla.

— Habla, no te quedes callada. 

— Derek...

— ¿Por qué guardaste silencio?

Muerdo mi labio inferior al sentir un pinchazo en el pecho al ver como de su ojo izquierdo rueda una lágrima.

— No, no llores.

Seca la lágrima con la parte trasera de su mano.

— Dime.

— Porque al final se dio cuenta de el daño que estaba provocando, aunque solo me salvó por ti. Solo no quería que tú te sintieras mal, que no la terminaras llamándola Heidi sino mamá..., Para que no estuvieras así como ahora.

Éste niega, resopla, se toma del cabello y mira hacia arriba dejando su cabeza aún pegada a la pared. 

— Y tener que soportar todo eso tú sola, ¿Eh? Tener que fingir de nuevo — me mira —. Me lo tenías que decir, y te hubiese evitado tantas incomodidades, hubiese sufrido contigo... Porque de eso se trata una relación, ¿No? Llorar, dar consejos y sonreír cuando la otra persona lo necesita.  

Asiento.

— Ven acá — me hace seña de que me acerque a él y lo hago, dejo mi pecho sobre su pecho y dejo que sus brazos me caliente —. Le advertí que no se acercara a nosotros, la quiero lejos.

— Derek...

— No, Lían, no. Ni siquiera intentes convencerme, porque no cambiaré de idea.

🌻🌼🌸🌻🌼🌸🌻🌼🌸🌻🌼🌸🌻🌼🌸🌻🌼🌸

Papá pollito activo.😂😂😂😂😂😂😂😂

50 días Para Enamorarte✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora