Amarte a Ti

Cap. 24

Sam

S: Hola, Park – saludó entrando a la oficina de su colega, quien ayudaría a desenmascarar a Edge.

P: Arias, justo la persona a quien quería ver – sonriéndole.

S: Aquí me tienes ¿Alguna novedad?

P: Sí, precisamente acabo de hablar con Edge, la última vez que lo vi estaba reacio a soltar más de lo necesario pero ahora algo cambió, creo que esta sería la oportunidad que estábamos esperando.

S: ¡Wow! ¿Tan rápido? Eso si no me lo esperaba, déjame hablar con la oficial Sawyer, tal vez ella nos dé una mano en todo esto.

P: Está bien, no hay tiempo que perder.

S: ¿Cuándo te reúnes con él?

P: Mañana a primera hora de la mañana.

S: Perfecto, ahora mismo voy a ver a la oficial Sawyer y me pongo en contacto contigo.

...

***Llamada***

M: ¿Qué pasó, Arias, ya me extrañas? – contestó la llamada juguetonamente.

S: No seas tonta, Sawyer ¿Dónde estás? Necesitamos hablar, es hora – dijo en tono serio.

M: Estoy saliendo de L-Corp, podemos vernos en el parque a unas calles de aquí.

S: Bien, estoy cerca, allí nos vemos.

***Fin de la Llamada***

Una vez que termino la llamada, Sam miro por el espejo retrovisor y vio que la estaban siguiendo, aunque por un instante pensó que solo se estaba volviendo paranoica y lo ignoro, cuando solo faltaban dos calles para llegar al lugar donde había acordado encontrarse con Maggie, volvió a mirar para cerciorarse de que nadie la seguía, volvió a ver al mismo automóvil que la vez anterior había visto, entonces decidió entrar en un centro comercial que le quedaba en el camino, entro al lugar viendo que un hombre descendía del automóvil que la venia siguiendo, apresuro sus pasos y fue a los sanitarios de dama, espero un buen tiempo, mientras aviso a Maggie que llegaría unos minutos tardes por un contratiempo.

Habiendo pasado unos quince minutos, asomo la cabeza y vio que el sujeto seguía en el mismo lugar, minuto después una mujer de la misma complexión que Sam, entraba a los sanitarios y una idea asalto su mente.

S: Disculpe, mi nombre es Samantha Arias y necesito que ayude – dijo con ojos suplicantes a aquella mujer – resulta que pronto será mi aniversario de bodas y quiero prepararle una sorpresa a mi marido pero no puedo porque el guardaespaldas que me puso se lo cuenta todo, entonces necesito salir de aquí sin que este se dé cuenta – termino de decir e instando a la mujer a que asomara la cabeza para que viera al sujeto.

X: Y en que podría yo ayudarle – hablo la joven mujer en complicidad

S: Pues, no me tome a mal y además es algo muy sencillo – hablo un poco nerviosa – necesito que intercambiemos la ropa, solo las camisa y la chamarra, mire si quiere se lo pago y también el gorro estaría genial.

X: No, no se preocupe, hagamos el cambio, me encanta los gestos románticos – dijo aplaudiendo emocionada – y no me agradan los que arruinan este tipo de sorpresas – refiriéndose al sujeto de afuera – solo acuérdese de esta extraña que la ayudo para mantener la llama del amor encendida.

S: Cuente con ello, no sabe el gran favor que me está haciendo, es un ángel caído del cielo.

Ya cuando terminaron de intercambiar los atuendos, Sam asomo la cabeza, viendo que el sujeto que seguía en el lugar, se puso unos lentes de sol y acomodo el gorro que le había dado aquella mujer y saliendo de los sanitarios yéndose del lado opuesto al sujeto, ya cuando estaba a punto de salir del centro comercial para ir donde su auto, miro hacia atrás y viendo que el sujeto estaba siguiendo a la mujer con quien había intercambiado su ropa, apresuro los pasos para salir del lugar y llegar junto a Maggie, antes que el sujeto se diera cuenta del engaño.