Cap. 34 - Final

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Lena

La pelinegra se encontraba absorta en sus pensamientos, observando lo que ocurría frente a sus ojos, ¿Cómo es posible que esto haya ocurrido? ¿En qué momento salió todo de control? Desearía tanto despertar de esta horrible pesadilla, pero no, no era una pesadilla, era la más desgarradora realidad del cual no podría escapar.

Habían decidido aceptar el hecho de que ya no la volverían a ver con vida, que su peor pesadilla se volvió realidad, ahora estaba ahí después de una semana de aquel nefasto día, viendo cómo aquel ataúd descendía bajo tierra y ella no podía hacer nada para evitarlo.

S: Vamos, Lena, tienes que comer algo y descansar - dijo la castaña, tomándola suavemente del brazo.

L: No, Sam, no puedo irme de aquí, no hasta que me convenza que todo esto es real, que ella no regresará - habló con la voz entrecortada.

S: Cariño, tienes que dejarla ir, y tú debes descansar, ser fuerte, por ella, por mí, yo también te necesito - con lágrimas en los ojos atrayéndola a un abrazo.

L: No sé cómo hacerlo, Sam, no sin ella - volvió a hablar cediendo al abrazo.

A unos metros de distancia, detrás de un árbol, se encontraba una persona observando aquella escena, con lágrimas en los ojos.

S: Ven, es hora - dijo jalando el brazo de su mejor amiga - Alex también nos necesita, ni siquiera quiso venir al entierro.

Maggie

La oficial se encontraba parada junto a la cama, observando el cuerpo inerte de aquella mujer en su departamento, recordando todo lo sucedido, hasta ese día.

Maggie había acondicionado uno de los cuartos de su departamento con los insumos necesarios de cuidados intensivos y contrató los servicios de una enfermera para el cuidado de aquella mujer y un médico que la visitaba seguido para chequear que todo esté estable o ver algún tipo de evolución.

An: ¿Cómo está? - preguntó Andrea entrando a la habitación.

M: Igual, supongo que eso es bueno - dijo encogiéndose de hombros y girando hacia Andrea - ¿Fuiste al cementerio?.

An: Sí, aunque no quise acercarme, mantuve distancia.

M: ¿Viste a Lena? ¿Cómo está? - preguntó interesada.

An: Sí, debes decirle la verdad - habla mirando a la rubia en la cama.

M: No, conozco a Kara, a ella no le hubiese gustado que Lena la viera así, y que estuviese aquí todo el tiempo, olvidándose de vivir, hubiera querido que Lena siga con su vida y eso haremos, no sabemos cuándo despertará o si lo hará...

An: Hey, tranquila, eso haremos ¿Está bien? Yo estaré contigo - aclara la garganta- digo, estaré con las dos y Kara despertará, ya lo verás.

M: Gracias - dice dándole un apretón en la mano a Andrea - gracias por estar aquí, sé que la amas, aunque ella no pueda corresponder y que esto también es duro para ti.

An: ¿Sabes? A veces el amor se transforma - dice suspirando y viendo la mano de Maggie en la suya - con el tiempo comprendí y acepté que ella no podía corresponder a mis sentimientos, por qué Lena ya se había robado su corazón, pero Kara es de esas personas que deseas seguir teniendo en tu vida de alguna u otra manera y aprendí a verla como una amiga y sí, la amo, pero como eso, una amiga casi hermana - entonces entrelazo sus dedos con los de Maggie y afianzó el agarre.

Ambas mujeres se pararon una frente a la otra y sus miradas se encontraron sin poder decir nada.

Alex

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