Amarte a Ti

Cap 19

Kara

Esa misma mañana de lunes, Kara había despertado con una oración en sus labios, aunque más que oración, era una declaración: Lena Te Amo; al oír salir eso de su boca mientras iba despertando, una sonrisa se dibujaba en su rostro, recordando aquel sueño maravilloso, levanto la muñeca en la que llevaba puesta la pulsera para observarla y que el recuerdo invadiera su mente.

K: Always with you – leyó y aunque el dolor de cómo se dieron las cosas y que ya no estuvieran juntas, decidió que hoy se dejaría llevar por ese recuerdo e inundar por la felicidad de aquel momento y hoy solo disfrutaría de esa felicidad.

Kara se levantó del sofá, tenía muchas cosas por hacer, ir por los muebles que le hacen falta en su departamento y pues buscar un empleo porque el dinero no crece en los árboles y sus ahorros no son eternos, además trabajar haría que su mente este ocupada pero lo más importante ver la forma de proteger a sus seres queridos, en el peor de los casos buscaría negociar con Edge, estaba dispuesta a darle lo que quisiera o entregarse a él si eso mantendría a salvo a su familia. Todo eso luego de una buena ducha y un buen desayuno, ya su estómago se está haciendo notar con unos ruidos que uno pensaría que en cualquier momento su estómago se pondría a hablar.

Luego del desayuno, Kara fue por los muebles y pues habiendo hecho el pedido decidió dar un paseo por el centro de la ciudad, le llamaba mucho la atención la cantidad de niños pidiendo limosna en los semáforos de la ciudad, muchos de ellos eran nativos, se quedó observándolos una idea invadía su mente, se acercó a uno de ellos para hablarle e invitarle a comer.

K: Hola ¿Cómo te llamas? – preguntó sonriente

N: Hola, mi nombre es Juan – contestó devolviéndole la sonrisa

K: ¿Cuántos años tienes, Juan? – volvió a preguntar mientras lo observaba de pies a cabeza, no llevaba ningún tipo de calzado y la ropa llena de agujeros.

J: Tengo cinco años y tu ¿Cómo te llamas? – preguntó curioso el niño por saber el nombre de la linda señorita que se acercó a hablar con él.

Kara no pudo seguir hablando por el nudo que se le había formado en la garganta, la vista se le nublo por las lágrimas que se le acumulaban y amenazaban con salir, no podía creer que alguien tan pequeño pudiera vivir es estas condiciones, andar por las peligrosas calles sin nadie que vele por él.

K: ¿Dónde están tus padres, Juan? – seguía indagando la rubia.

J: Ellos viven lejos de aquí, mi tío – dijo señalando a un hombre sentado a la sombra de un árbol, observándolos – dijo a mi mamá para que yo venga a vivir con él y así el darme una mejor educación, ya que donde vivía con mi mamá no hay escuelas cerca – sus facciones se volvieron tristes al recordar a sus padres.

Inmediatamente los instintos de la heroína de Ciudad Nacional se activaron, aunque estaba en un país distintos, las injusticias estaban a la orden del día y en ese preciso instante estaba siendo testigo de ello, al escuchar al niño y al ver a aquel hombre que los estaba mirando de lejos, pudo darse cuenta que ese niño estaba siendo explotado por aquel sujeto y ella no se iba quedar con los brazos cruzados.

K: ¿Has comido algo, Juan? – hablo de manera cariñosa sin dejar de sonreírle al niño

J: No

K: ¿Me quieres acompañar por unas hamburguesas?

J: No me deja ir donde no pueda vigilarme, al menos no hasta que junte una buena cantidad de dinero para dárselo – bajando la mirada al suelo.