Cap. 16

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Lena

Al escuchar a Alex, Lena no pudo evitar sentir la presión en su corazón que le confirmaba que algo anda en verdad mal con su rubia ojiazul y que si tan solo le hubiera dejado que le explique, tal vez Kara no se hubiera ido.

L: ¿Qué piensas hacer, Alex? El viaje que harás es para ver a Kara ¿verdad? Déjame acompañarte, necesito verla, hablar con ella, hacerle saber que la amo, que es mi mundo y que sea lo que sea que esté pasando, juntas lo vamos a superar – dijo en un todo desesperado y ya con lágrimas en los ojos.

A: No lo sé, Lena, mira, si en verdad algo está pasando y está en peligro, Kara no me perdonará que te exponga también a ti en ese peligro, ya por algo se alejó – en tono serio y preocupado.

L: Es como dijiste, se alejó de todos y aun así vas con ella – hablo decidida a que no la hará desistir de ir con ella.

A: Es diferente, soy su hermana, además yo decido si me arriesgo o no – dijo tajante.

L: Pues por la misma razón, ella es el amor de mi vida y debe entender que yo decido por mí misma, no me puede alejar y tomar ella sola una decisión que nos compete a las dos.

S: Estoy de acuerdo con Lena, amor, si tú te arriesgas, yo me arriesgo, tampoco puedes apartarme de esto, por eso es que siempre debes hablar conmigo de todo lo que te preocupa, no me alejes, Alex – hablo en un tono más conciliador y suplicante – además tú y Kara deben entender que juntas somos más fuerte – sujetando la mano de su novia.

A: Esta bien, está bien, salimos el martes a primera hora Lena – dijo levantando las manos en rendición – y tú ... - tomando de la cintura a su novia y atrayéndola más a ella – tú nos alcanzas en una semana, cuando te liberes del trabajo – dándole un corto beso pero con la mirada fija en los ojos de su amada.

S: Si amor, también trataré de hacer algunas investigaciones por mi cuenta, a ver que puedo averiguar.

A: Ni se te ocurra, no sabes que hay detrás de todo esto y si es tan peligroso como para hacer que Kara se vaya, no me perdonaría que algo te sucediera y yo no esté aquí contigo para ayudarte – dijo tajante y en tono desesperado – prométeme que no harás nada hasta que regresemos, prométemelo Samantha Arias.

S: Está bien, lo prometo, amor – cruzando los dedos mientras la abrazaba, en señal de que no cumpliría esa promesa, ni Alex, ni Lena pudieron ver aquel gesto y ambas quedaron tranquilas de que Sam no haría nada hasta que regresaran.

L: Gracias, Alex – dijo secándose la última lagrima que caía de sus ojos – no tienes idea de lo que todo esto significa para mí.

A: Ni lo menciones, es mi hermana de la que estamos hablando y vi, veo el amor que te tiene y el que tú sientes por ella, ustedes deben estar juntas – abrazándola fuertemente – así que iremos por ella.

Ya estaba empezando a oscurecer, ellas ultimaban detalles del viaje, acordaron ir en el avión privado de L-Corp. y Sam saldría el domingo para encontrarse con ellas en Paraguay, cuando terminaron de organizarse, Lena se despidió y salió rumbo a su penhouse.

Algo en el interior de Lena cambio, el pasar el día con su mejor amiga y su cuñada, porque para ella seguía siendo su cuñada, fue liberador, esa angustia que no la dejaba respirar ya no estaba, aunque sabía que a lo que se enfrentarían no sería nada fácil pero mientras lograsen estar ellas juntas nada importaba, todo lo superarían.

L: Mi amor te amo y nada impedirá que vaya a buscarte al fin del mundo si fuera necesario – hablo para sí misma mientras manejaba su auto, rumbo a su penhouse.

Amarte a TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora