AriZona (Luke Hemmings)

XXIX. Reactions

•Luke & Audrey•

Luke no miraba nada en especifico, su mirada estaba perdida. Audrey y Calum se miraban preocupados por la reacción vana de Luke, el primer movimiento que el rubio hizo fue relamerse los labios dejándolos rosas y brillantes, se veía palido, sus ojos brillosos decendieron a mirar sus manos entrelazadas.

—Luke. —la chica llamó intentándo tomarle una mano, pero antes de que pudiese siquiera rozar su piel con la propia, el rubio se levantó de la cama. Audrey presionó sus labios y mordió las paredes internas de sus mejillas, se hacía una idea de lo que el chico pensaba ahora.

—Luke. —Calum fue quien llamó ahora mirando preocupado al rubio, Luke alzó la mirada enfocándola en la pared frente de él, giró y arrastrando sus pies camino hacia la puerta de la habitación.

—Luke. Por favor. —Audrey intentó levantarse y detenerle pero el rubio sólo abrió rápido la puerta y salió corriendo de la habitación a las escaleras y bajando éstas deprisa.

Reece había vuelto al sótano y al escuchar los golpeteos rápidos en la escalera salió de su escondite.

—Luke, ¿Audrey esta bien? —el rubio lo miró, pero no contesto a su pregunta, le ignoró, tomó las cosas que había dejado en el sofá y corrió de nuevo a las escaleras, subiéndolas de la misma manera que las había bajado.

Entró en la habitación de la que había salido, Calum abrazaba a Audrey, quien lloraba desconsoladamente y agitaba su cuerpo por las leves convulsaciones que el llorar le provocaba. Ninguno había notado el regreso del chico.

—Calum, ¿Podrías, por favor, dejarme hablar con Audrey? —los chicos se separaron sorprendidos, Calum se levantó, miró a Audrey y luego a Luke, salió de la habitación cerrando la puerta despacio. El rubio caminó hasta llegar frente de Audrey. Dejó las cosas que llevaba sobre la cama y se dejó caer de cuclillas frente la chica.

—Luke, de verdad, yo lo lamento. —hipó la chica, Luke colocó sus manos en los muslos descubiertos de Audrey y con un ligero apretón en ellos la hizó callar.

—No entiendo que es lo que lamentas. No es ru culpa. —habló en tono quedo mirando sus manos sobre los muslos de la chica. —A mi no me interesa eso. Bueno, lo digo en el buen sentido, me lo hubieses dicho o no eso no iba a cambiar ningún sentimiento mío hacia ti. Yo quería sorprenderte hoy, al pedirte que fueras mi novia. —sonrió ligeramenre y retiró una de sus manos de los muslos de Audre y tomó el ramo de flores rosas. —El sorprendido fui yo, supongo. Las flores se marchitaran. —le tendió el ramo. —Espero te gusten, las elegí de color rosa por tu cabello. —ella recibió el ramo con los labios temblandole, él ahora tomó la bolsa de regalo y la abrió. —Compré un AriZona de Kiwi con fresa, ya no había de Ponche de Frutas, lo siento. —lo puso sobre la cama. —Cuando probaste los Xtremes te encantaron. —sonrió de lado. —Te compré un paquete grande. —también los puso sobre la cama. —También recuerdo que ese mismo día que te dije que tus cigarrillos de vainilla sabían a mierda, supuse que los cigarrillos mentolados sabrían mejor. —suspiró. —Así que te compré una cajetilla. —la sacó de la bolsa, los agitó y también los pusó en la cama, seguido retiró la otra mano de la piel de Audrey y se levantó rápido provocando que un de sus huesos tronara. —Nos vemos luego, honey. —tomó el rostro de la chica entre sus manos y le plantó un beso en la frente. Giró sobre sus talones dispuesto a salir de la habítación para ésta vez si irse.

—Luke. —la chica se levantó y Luke se detuvó antes de girar la perilla de la puerta.

—¿Si, Audrey?

—Has dicho que planeabas pedirme ser tu novia y sé que no lo has hecho porque crees que no es el momento, pero lo que te he dicho no te involucra a ti... Lo que quiero decir es que... —levantó el brazo en el que llevaba el ramo de flores que le habían regalado a la altura del pecho. —Luke, ¿Quieres ser mi novio? —preguntó sorbiendo por la nariz y tendiéndole las flores.