VII. Go To School!

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•Audrey•

—Estoy pensando en algo. —avisó el moreno entrando en la cocina donde Audrey se encontraba en la barra frente a su portátil.

—¿Y no te ha dolido? —respondió.

—¡Oh vaya! ¿No has pensado en ser comediante? —Audrey suspiró divertida.

—Escucho. —musitó con una leve sonrisa mientras volvía la vista al portátil y tecleaba unas cuantas letras.

—¿Y si me inscribo en una escuela? —Audrey cerró el portátil, recargó sus brazos en éste y miro a Calum. —¿Qué opinas?

—¿Me estas preguntando a mi qué opino? —Calum asintió energéticamente. —¿Tu que quieres? ¿A ti te gustaría entrar a estudiar en una escuela?

—Bueno, yo creo que...

—No. —lo interrumpió. —No creas, Cal. Es lo que tú quieras, no mi opinión, ni mi decisión, es tu querer, ¿Tu quieres?

—Si. —susurró. —Sigo recibiendo dinero por orfandad y quiero estudiar y no precisamente en línea. —Audrey sonrió.

—Vale, ten. —empujó su portátil al otro lado de la mesa donde estaba Calum y luego se levantó y se dispuso a salir de la cocina.

—¿Esto para qué? —preguntó antes de que Audrey saliera.

—Para que busques opciones de escuelas que te gusten. —respondió y salio.

(...)

—¿Pudiéndole decir a mi mamá que te acompañara decidiste decirme a mi que lo hiciera?

—¡Audrey! ¿Qué clase de entusiasmo es ese?

—Yo no estoy entusiasmada, tu si.

—Bueno, ya llegamos. —Calum apagó el auto frente a un Instituto que había llamado su atención desde que lo había visto por fotografías en linea.

—Pues ya, bajate. —ordenó la chica abriendo la puerta del copiloto para salir ella también. Él obedeció y se reunió con ella en el cofre del auto. —¿Tienes todos tus papeles? —él asintió y luego comenzaron a caminar a las rejas que protegían el Instituto.

(...)

Después de haber pasado por el mastodonte que trabajaba como policía, se encontraban en la dirección esperando a ser atendidos por alguna secretaria o la misma directora. Calum no dejaba de pasear la vista por toda la amplia sala y tronar sus dedos.

—Deja de hacer eso. —ordenó la chica dándole un codazo a Calum.

—Es raro, ¿Sabes? Estar aquí esperando en una oficina... Hace rato que no estoy en una escuela.

—No te pierdes de mucho, el sistema por el que estudiamos es casi lo mismo de lo que te enseñan en la escuela. —respondió cruzando una pierna sobre la otra.

—¿Y si entras a estudiar conmigo? —preguntó el otro entusiasmado.

—No.

—Joder.

—Buenos días, jóvenes. —una voz femenina interrumpió en la sala.

—Buenos días. —respondió Audrey.

—¿En qué podemos servirles? —la mujer se sentó en un escritorio frente a los chicos y unió los dedos de sus manos a la altura de su pecho.

—Queremos saber si mi hermano aún esta en tiempo de inscribirse, ¿Lo está?

(...)

—¿Ves? Traeremos el primer pago mañana cuando te traiga a la escuela. —susurró Audrey caminando a unos cuantos pasos de la directora.

—¿Me traerás tu a la escuela? —exclamó en un susurro.

—Pues claro, no eres el único que estará en la escuela, también debo llevar a Reece, te traigo a ti y lo llevo a él después.

—Bien. —bufó volviendo su vista al frente de nuevo.

—¿Les molestaría pasar a una de nuestras aulas de último grado? —preguntó la directora deteniéndose a esperar a los chicos detrás de ella.

—En lo absoluto. —respondieron a coro.

—Siganme entonces, por favor.

(...)

—¿Le molestaría si interrumpieramos un momento su clase, profesor?"

—¡No quiero entrar yo solo! —susurró Calum.

—¡Oh vamos, Calum! ¡No seas nena!

—Jóvenes. —habló la directora.

—Entra.

—Ah no, tu me acompañas.

La mujer jaló a Calum de la muñeca y éste jaló a Audrey, entrando ambos en la sala de clases.

—Él es Calum, su próximo compañero. —habló la directora tomando al nombrado del hombro.

—¿Y quién es la chica sexy que lo acompaña? —esa voz sonaba muy similar a la que se producía al otro lado del teléfono.

—Joven Clifford, más respeto. —Audrey de inmediato localizó al (ahora) pelinegro. Éste le sonrió seductoramente mientras que el chico a su lado ahogaba una carcajada Ashton. Si esos dos estaban ahí seguramente Luke también lo debía de estar. Comenzó a inspeccionar las cabelleras de todos y para su desgracia Luke no se encontraba en aquella aula, una ligera punzada de decepción le pico el pecho, bajó la mirada y se giró siguiendo a la directora y a Calum fuera del aula. —¿Qué hace afuera de el aula señor Hemmings? —espetó la directora, Audrey levantó la mirada y se encontró con la de Luke, éste le sonrió de lado con calma, aunque sus ojos brillaban de curiosidad por la presencia de Audrey en su escuela.

—Fui al sanitario, una disculpa. —pidió volviendo a mirar a la mujer.

—Vuelva entonces a su lugar. —ordenó y Luke asintió.

El rubio caminó desde la puerta del aula rozando ligeramente su brazo cubierto por un suéter al desnudo de Audrey, causándole un leve escalofrío a la chica.

AriZona (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora