AriZona (Luke Hemmings)

XXIII. The Hemmings Family

•Luke & Audrey•

Los chicos salieron de la casa de Audrey, Luke había pedido prestado el auto a su hermano Ben y una vez dentro de este Luke miró de reojo a la chica y sonrió de lado.

—¿Entonces mi mamá te provoca nervios?

—¿Qué? No, para nada.

—Estás usando el sarcasmo.

—No estoy nerviosa. —murmuró mirando el tablero del auto.

—Tu mamá dijo que llevabas repitiendo Canals desde antes de que yo llegará porque estabas nerviosa.

—Si, bueno mi mamá dice muchas cosas.

—Le he hablado mucho a mi mamá de ti, no creo que le caigas mal

—¿Y si no le agrada que tenga el cabello teñido? Oh por Dios, mi cabello. Mierda. —la chica llevó con pánico sus manos a la cabeza y enredó sus delgados dedos entre algunos mechones rosados.

—¡Audrey! Aceptó que Michael fuera mi amigo, no le importará.

—Dirá que no soy buena para ti si descubre que fumo.

—No se lo vamos a decir.

—Bien, ¿Cómo se llama?

—Liz.

—Vale. —cerró los ojos con fuerza y después inhaló y exhaló.

Después de eso, ninguno volvió a hablar y sólo se limitaban a escuchar las canciones de la radio, además, no tardaron mucho en llegar a la casa de Luke.

—Audrey, hemos llegado. —Luke apagó el motor del auto y se recargó en el asiento con la espalda completamente recta. —Nos irá bien, tranquila. —tomó la mano izquierda de la chica, la cual reposaba en su muslo, ella suspiró.

—Vale. —jaló de la palanca para abrir la puerta, pero Luke aun no soltaba su mano y tiró de ella obligando a la chica a sentarse de nuevo. Presionó de manera rápida e inesperada sus labios con los de ella y se separó rápido.

—Nos deseo suerte.

—Maldito romántico empedernido. —Luke se encogió de hombros y soltó a Audrey quien salió aprisa del auto.

Los chicos caminaron un poco hasta la entrada de la casa, Luke metió una mano en uno de sus bolsillos sacando las llaves de la entrada, introdujó una de las llaves en la cerradura y la puerta cedió en silencio.

—Lukey, ¿Eres tú? —preguntó una voz cantarina, Audrey se sonrojó en su intento de aguantar un risa.

—Lukey. —murmuró posicionándose detrás del rubio y siguiéndolo a donde el caminaba. Pasaron la sala, el comedor, y en lo que seguro era la cocina, Luke se detuvo.

—Mamá, ella es Audrey. —se hizo a un lado dejando ver a la chica escondida detrás de él.

—¡Audrey! —exclamó la mujer sonriendo y acercándose a la chica como si llevase algo de tiempo conociéndole.

—Señora Hemmings. —la chica sonrió y aceptó el saludo de la mujer. —Todo un gusto.

—Tu cabello es aún mas lindo en persona. —Liz acomodó uno de los cabellos que se habían escapado de la coleta de Audrey.

—Gracias. —susurró la chica con sus mejillas tornándose rosa.

—Lukey, aun no termino la comida, tus hermanos aun no llegan, ve con Audrey al estudio de tu padre y presentasela, cariño. —ordenó. Luke asintió e hizo un movimiento con la cabeza dirigido a Audrey, quien asintió y salió de la cocina detrás de Luke.

—Ya te quiere. —susurró frotándo su hombro con el de la chica.

(...)

A lo largo de una hora mas tarde, Liz llamó a todos a sentarse, Ben y Jack habían llegado, el padre de Luke salió de su estudió y Liz acomodaba la mesa.

—Señora Hemmings, permitame ayudarle. —Audrey se acercó a ella y retiró los platos que la mujer llevaba en sus manos.

—Audrey, linda, no es necesario que intentes ganarme con estos gestos que cualquiera de mis hijos pueden hacer. —dijo lo último con voz potente haciendose notar. —Ya me has ganado desde que Luke me habló de ti. —le sonrió y le retiró los platos que antes había tenido.

—Gracias, pero por favor, permitame ayudarle.

—Enronces por favor trae los cubiertos, los he dejado junto al lavadero.

Cuando Audrey regresó de la cocina, la mesa del comedor ya había sido ocupada, en la cabeza de la mesa, estaba sentado el señor Hemmings, a su lateral derecha Luke, a su lateral izquierda el lugar por el momento vació de Liz, a la izquierda de Liz, Jack, en la cabeza contraria, Ben y por último el lugar destinado a Audrey.

Audrey le entregó los cubiertos a Liz y seguido se sentó a lado de Luke.

La comida comenzó en silencio, cuando Liz estaba por servir el plato fuerte, el señor Hemmings habló.

—¿Desde hace cuanto tiempo están juntos, chicos?

—Planeo pedírselo de una manera mas formal, papá, nos estamos presentando con nuestras familias aún.

—Pues no nos has presentado con ella, Luke. —habló Jack a lo que Luke rodó los ojos.

—Soy Audrey Brisebois. —habló la chica y extendió su mano.

—Jack. —el chico aceptó la mano de la pelirosa y la estrujó con delicadeza.

—Ben. —sonrió y de igual manera recibió entre sus manos la mano de Audrey.

—Listo, ya la conocen. —Luke volvió a rodar los ojos.

—¿De dónde se conocen? —preguntó Liz colocando una charola con el plato fuerte al centro de la mesa y volviendo a su asiento.

—De hecho nos conocimos de forma curiosa. —repondió Luke.

—¿Qué tan curiosa? —preguntó Andrew.

—Pues, nos encontramos en una tienda cerca de las avenidas Brooklyn. —comenzó Audrey. —Ambos queriamos una lata de AriZona, la cual casualmente era la última, tuvimos una pequeña 'pelea' por ella. —hizó comillas con sus dedos. —Pero al final de cuentas decidimos compartirla.

—Luego nos encontramos cuando Ben me mandó a comprar refrescos y pues, nos frecuentamos.

—¿Hace cuanto? —preguntó Jack.

—Supongo que unos tres meses. —respondió Luke.

—¿Dónde estudias, Audrey? —volvió a hablar Andrew.

—Estudio en línea, no me gusta asistir a la escuela, pera tampoco puedo dejar de estudiar, también lo hago para cuidar a mi hermano menor, mamá no esta en casa todo el día, nadie se hace cargo de él y pues, yo lo hago.

—¿Cómo se llama tu hermano?

—Reece, él tiene diez años.

—¿Y Calum? —preguntó Liz.

—Oh Calum, también es mi hermano, bueno, no consanguineo pero llevamos toda la vida juntos... Algo así, desde que teniamos ocho, lo considero un hermano.

—Pues a mi me agrada mi próxima cuñada. dijo Ben por primera vez.

—A mi igual. —coincidió Andrew con una sonrisa. —¿Jack?

—No hace falta que repita lo que Ben ya dijo. —el chico se encogió de hombros sonriendo.

—¿Liz?

—Muy linda chica. —ella miró a Audrey, le sonrió y la chica la imitó.