AriZona (Luke Hemmings)

XVI. Candies & AriZona

•Luke•

—¡Luke Robert Hemmings! ¿Qué demonios cruzó por tu cabeza al decidir golpear a Gordon? ¡Y lo peor que lo hiciste en la escuela! ¿Qué te pasa hijo? —Liz se apoyó en el brazo de un sillón individual, Luke sostenía una bolsa de hielo contra su mejilla y procuraba no mirar a su madre a la cara. Michael apenas y había logrado darle un par de golpes, el único fuerte que le había proporcionado había sido en la mejilla y sólo le provocó un leve moratón.

—Él... Hizo algo que no debía hacer mamá. —explicó bajando la mirada y mordiendo su labio inferior.

—Explicame por favor, Luke.

—Implica en parte delatarme. —susurró moviendo la punta de su pie derecho.

—Luke...

—El día que te dije que iba a cuidar al hermano de mi amigo Calum, él y su hermana Audrey iban a ir a la fiesta a la que no me dejaste ir, yo estaba jugando videojuegos con Reece, el hermano pequeño de Calum, mi teléfono sonó con una llamada de Michael pero realmente no era él, era Audrey, ella estaba borracha y yo fui a la fiesta...

—¡Robert!

—¡Dejame terminar! —exclamó mirando al fin a su madre. —Fui a la fiesta y en resumen, cuando encontré a Audrey ella tenía el torso desnudo y había salido de una habitación en la que Michael también estaba. Él... Quería... Acostarse con Audrey y yo simplemente no podía permitirlo, yo sabía lo que él quería hacerle porque entre él y Ashton lo planearon, lo golpeé por impulso y sé que estuvo mal.

—Hijo...

—Vamos, no lo hagas más interrogante, sólo castigame y listo. —suspiró cansado y retiró el hielo de su mejilla.

—Y esa chica...

—La conocí un día que fui a patinar con Ashton y Michael, compartí una lata de AriZona con ella, Michael le pidió su número de celular, la volví a ver el día que Ben me mandó a comprar los refrescos, ese día también conocí a su hermano, la ví un día en la escuela, fue cuando Calum se inscribió, la he frecuentado algunas veces en su casa. —de nuevo suspiró. —Castigame ya.

—No lo haré. —Luke volvió a mirarla con los ojos muy abiertos. —Te preocupaste por la chica que te gusta.

—¡Mamá!

—¿Mentiras diciéndome que no te gusta? —levantó una ceja.

—La educación que me diste fue para brindar respeto...

—A las personas que quieres. Lo sé y te conozco.

—Me gusta su cabello. —Luke sonrió. —Su cabello rosa.

—Así que le gusta teñirse el cabello.

—Realmente a Michael le gusto en parte por eso.

—Mjm. ¿Y a ti?

—¿A mi qué?

—¿Por qué te gustó?

—No estoy seguro.

—¡Mi bebé se ha enamorado! —exclamó Liz sonrojada.

—¡Mamá!

—¡Oh, vamos Luke!

—Tal vez si, tal vez no. —avisó divertido.

—¿Qué edad tiene?

—Supongo que dieciocho igual que yo. —elevó ligeramente sus hombros. —¿Mamá?

—Dime.

—¿Puedo ir a ver a Calum?

—¿A Calum o a tu chica?

—No es mi chica.

—No aún.

—Es raro hablar de esto contigo. —afirmó el rubio.

—¡Hey! Soy tu madre y debía enterarme tarde o temprano.

—Tal vez me guste un poco.

—Mjm.

—Y la estoy conquistando con dulces y AriZona. —afirmó de forma victoriosa levantándose del sofá.