AriZona (Luke Hemmings)

XXVI. The Butterfly Kiss Piercing

•Audrey & Luke•

—¡Calum! —gritó la chica aferrándose a la agarradera en la parte superior de la puerta del auto. —¡No, no vuelves a manejar mi auto, te compraré una bicicleta pero no lo vuelves a manejar!

—¡Audrey! ¡No soy tan malo! —exclamó el moreno mirando a la chica mientras sus manos aun movían el volante.

—¡Por la bendita mierda del perro que nunca tuve, manten la maldita vista al frente o te saco los ojos con una cuchara! —exclamó Audrey girando su torso y abrazándose al asiento.

—Vale, lo siento. —pidió volviendo la vista al frente.

—En la escuela de Reece, te bajas y dejas que Luke conduzca, ¿Ha quedado claro? —exclamó cerrando los ojos con fuerza mientras pasaban sobre un bache.

—Bien. —el moreno bufó rodando los ojos.

(...)

—¿No crees que te dolera? —preguntó el rubio mirando al encargado mientras este esterilizaba las pinzas con las que tomaría la piel de Audrey.

—Tengo buena tolerancia al dolor, no será tanto, además, será solo un momento. —la chica se encogió de hombros mirando las fotografías pegadas en las paredes del estudio.

—¿Estas lista? —preguntó el encargado levantándose de su asiento con unas pinzas en una mano y le punzo estéril color rosa en la otra. Audrey asintió. —Te diré esto por si gustas arrepentirte, la perforación beso de mariposa suena demasiado cursi y linda, pero creo que es uno de los piercings en el rostro que mas duelen, ¿Sigues queriendo este tipo de perforación? —ella volvió a asentir. —Bien, ya te lo dije, dolerá, así que intenta no fruncir el gesto. —Audrey sujetó la mano izquierda de Luke con su derecha, el hombre tomó el pedazo de piel señalado para la perforación y empujó la aguja del punzo por el pómulo de la chica.

(...)

Audrey terminó con un piercing nostril y un butterfly kiss, la mano de Luke había tronado por el apretón que Audrey le había proporcionado, Calum hizo un drama de regreso a casa, debido a que él quería ser quien conduciera, pero Luke terminó haciéndolo y Reece, bueno, Reece reía a carcajadas por el "lloriqueo" de Calum.

(...)

—Esto duele como la mierda. —bufó la chica moviendo frenéticamente su pie como si estuviese marcando el ritmo de su canción preferida.

—¿La mierda duele? —preguntó Calum intentando ser gracioso pero en lugar de eso Audrey clavó un hacha en su cabeza de manera metafórica.

—Mejor ve a comprarme un AriZona y unos Marlboro. —ordenó tendiéndole su cartera para que el tomara el dinero necesario.

—Bien, pero sólo porque te quiero. —dió media vuelta y se dirigió a la puerta.

—¡Que el AriZona sea de Ponche de Frutas y los Marlboro de durazno. —gritó mientras el moreno cerraba la puerta detrás de si —Los rojos saben a mierda.

—¿Aún te duele? —preguntó Luke saliendo de la cocina con una bolsa de gel frío para golpes o en su defecto, perforaciones dolorosas.

—Bastante, pareciera como si la estúpida mariposa me hubiese dado una paliza en lugar de un beso. —Luke sonrió intentando comprenderle.

—¿Entonces no es buen día para dar otro paso entre tú y yo?

—Definitivamente hoy no. —intentó reír.