~Hamlet~

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Sherril.

Una semana, hace una semana que estuve en la habitación de mi vecino y me entere de muchas cosas, que jugaron con mi mente, que existen los aliens que locura no, hace una semana que tuve que involucrar a mi hermano en todo esta locura, hace una semana que estuve dormida en la cama de mi vecino, hace una semana él me beso, hace una semana que casi intentan abusar de mí, hace una semana que llego la novia de él, y hace una semana que lo ando ignorando.

La noche esta tan estrellada, se ve tan hermosa desde aquí, desde mi ventana - como me gustaría se parte de una estrella- pienso, pero algo me saca de mis pensamiento, mejor dicho, una persona.

Veo una persona saliendo de la puerta trasera de la casa de los Blackwood, tiene una capucha puesta - debe ser él- pienso.

Para donde ira a estas hora, observo que se vuela la cerca que divide nuestras casa, los perros de los demás vecinos comienzan a ladrar, lo que provoca que esta persona se torne en alerta, esta dando vueltas, creo que piensa que hay perros cerca, la luz de la luna tan radiante azota en la cara de esta persona, dándome a ver la identidad de dicho sujeto -No puede ser - digo, tomo mis pantufla y salgo de mi habitación.

Con todo el silencio que puedo hacer ya que mis padres están dormidos salgo de mi casa y voy a mi patio trasero, veo al chico que trata de entrar en mi casa, viene con la cabeza agachada-Marcos- digo y rápidamente mi hermano sube su rostro, lo que más me sorprende es que en su rostro hay rastro de que ha estado llorando, pero porque lo ha hecho - Peque- dice y camina muy rápido hasta abrazarme - ¿qué le paso a mi hermano? - pienso, pero notando de donde vino, creo saber que ocurre- vamos a dentro- le digo.

Ya en su habitación nos sentamos en su cama, pero el comienza a llorar y me abraza.

-Hermano ¿Qué ocurre? - le digo con toda la tristeza que poseo en este momento, no me gusta verlo así - Sherril, ¡soy un cobarde, lo soy! - me exclama con dolor - Hermano aquí estoy, por favor dime que pasa- le murmuró para que me escuche, pero también para evitar que nuestros padres se despierten, pero él no me dice nada, solo me abraza con más fuerza y llora más fuerte, no puedo forzarlo a decirme que le ocurre, no seria correcto, no ahora como esta, así que solo lo abrazo, esto es lo que él necesita ahora, a su hermana y aquí estoy, siempre estaré para él.

En la mañana siguiente.

Si no es por el teléfono de Marcos quien enciende, porque tiene la batería casi muerta, no me doy cuenta de que es de día, la habitación de mi hermano parece una cueva, todo es oscuro, cortinas oscura, no deja que entre la luz, ni que fuera Drácula este muchacho.

Él esta durmiendo, por fin lo consiguió, paso la noche entera llorando, no estoy segura de que paso, pero si tengo una idea -Siempre estaré para ti y jamás me alejaría- le digo, aunque sé que está dormido y no me escucha.

Gracias a Dios es temprano, debo hacer un trabajo de espía este día, tengo que seguir Amanda - suertudo - digo, observando a mi hermano, a él toco los más fácil, las chicas Olson siempre quieren estar pegadas de él, pero Amando y yo jamás hemos soportado estar más de 15 minutos juntas, no se como hare esto la verdad.

Por suerte se que hace los domingo en la mañana, siempre suele ir a la biblioteca, ya que trabaja medio turno ahí, por lo menos me gusta leer y tengo esa excusa para ir a ese lugar.

Salgo de la habitación de mi hermano para ir a mi baño a ducharme y hacer mis necesidades, cuando me estoy quitando la ropa noto algo - no joder, porque- acaba de llegar mi periodo, pero aun no es tiempo, observo mi calendario, y si, si es tiempo, a sido a mi ha quien se le ha olvidado.

Cuando termino de ducharme y cambiarme, salgo de la casa, mis padres deben estar en la iglesia en alguna junta, así que no tendré inconvenientes en ir.

Que bello esta el día, esta bien soleado, saco mis lentes de sol de mi cartera y me los coloco, de pronto, un claxon suena detrás de mí, volteo a ver quién es - Esto tiene que ser una puta broma- digo, perdóname todopoderoso.

Una camioneta se acerca y por el retrovisor puedo ver quien o quienes mejor dicho son las personas que vienen dentro.

-Hola querida- me dice la señora Blackwood - Hola- digo algo incomoda - ¿a donde vas cielo tan temprano? - me pregunta - a la biblioteca- le respondo, la señora B me sonríe amablemente - que bien cielo, sube ven, nosotros vamos al centro comercial, pero podemos dejarte en la biblioteca, como sea pasaremos por ahí y así no tendrías que caminar - me dice.

Porque Dios, mi mañana estaba bien, mi periodo no llego con dolor, el día esta bonito, porque tenia que aparecer esta familia justa ahora, ya bastante tengo con que su hijo mayor sea mi vecino, ahora también debo subir a este vehículo donde el chofer resulta ser la persona que he estado ignorando y su novia esta de copiloto, esto será realmente incómodo. Nora me observa junto con su madre y esas mirada me estrujan el corazón, aunque no es la mejor idea y tampoco me agrade mucho, me monto en la parte trasera junto a la pequeña y su madre.

-Y Dylan ¿Dónde está? - pregunto, antes de que alguien diga algo raro.

-La verdad creo que esta en la casa querida, estaba muy bien estos últimos días, pero desde ayer esta encerrado en su habitación y no ha salido, creo que le pasa algo- dice su madre con expresión triste.

Yo guardo silencio, creo que tendré que hablar con mi mejor amigo, tal vez así logre saber que le pasa a mi hermano también, y no se porque siento esto, pero presiento que lo que le pasa a uno tiene que ver con el otro.

-Llegamos- dice Max, no debí ver, pero lo hice, miré hacia al frente y me encontré con su mirada por el retrovisor, esos ojos grises se me quedan viendo por uno segundo con una mirada de nostalgia, pero esta conexión visual se rompe ya que la persona que desvía la mirada soy yo - Muchas gracias- digo, bajándome del vehículo -Hasta pronto- me dice la acompañante del conductor, yo asiento con la cabeza, ella no me ha hecho nada, pero cuando la veo, pienso en el beso que le dio en frente de mi cara, lo que hace que yo recuerde lo que paso aquella mañana en la habitación de cierta persona.

Doy media vuelta y entro a la gran biblioteca del pueblo, saludo a la señora Feenling quien es la dueña del lugar y recepcionista principal, es una persona muy amable y simpática, un tanto diferente a su esposo quien es algo tosco y antipático, algunas relaciones son extrañas, pero algo deben de tener en común para tener tanto años de casados.

Siguiendo mi camino y pasando por cada estante de esta biblioteca y vaya son muchos a decir verdad, me detengo en uno - sección de historias clásicas- dice el letrero del pasillo, busco algún libro que llame mi atención, la odisea no, la Ilíada no, la Eneida no, hasta que observo uno que si capta mi interés -Hamlet, es una buena opción- dice alguien a mi lado, tomo el libro y observo a la persona que me brindo su no solicitado, pero buen comentario -Hola Tyler- le digo sonriente, es grata tener la compañía de un amigo - Hola Sherril, que raro tu por aquí, no sabia que gustara la literatura clásica- me dice - Si, soy una caja de sorpresas, pero tampoco sabía que trabajaras aquí- le digo - Eh, como te digo, estoy aquí por una apuesta que perdí contra Amanda- me dice encogiéndose de hombros - oye los libros del ultimo pasillo no se arreglaran solos- dice la persona que acaba de ser nombrada, Tyler le dice que si con su cabeza a mi querida amiga Amanda y esta se va, pero antes me da esa típica mirada suya de desprecio - Debo seguir trabajando, pero podría preguntarte algo antes de irme - me dice- claro- le digo sosteniendo mi libro -¿Quisieras ir a tomar algo conmigo después que termine mi turno?, claro si quieres- me dice, noto que lo dice con algo de vergüenza, lo que parece algo gracioso, pero tierno - claro Tyler, me gustaría ¿a que hora sales? - le pregunto - Al medio día- me responde - pues al medio día te esperare allá fuera- le digo y con eso me voy hacia uno de los muebles para comenzar con mi espionaje y lectura Hamletlistica.

Veo que Tyler se va con una sonrisa, que le provocaría un infarto a cualquier chica, es un gran chico y muy lindo, a decir verdad, educado, inteligente, deportivo, todo lo que una chica quiere, en un solo cuerpo varonil, bien espiare a doña amargura, perdón a Amanda por tres o dos horas y luego saldré con un chico lindo, es un buen plan, tal vez este día sea bueno después de todo.

Phoenix [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora