~Blackwood~

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Sherril.

-Max por favor ven rápido- solo logro decir con la desesperación latente en mí.

Estoy detrás de unos contenedores de basura, tratando de esconderme de ese tipo.

-Ven preciosa, no te voy a morder- escucho que dice.

Siento que esta más cerca de mí y eso hace que mi miedo se incremente muchísimo.

-Que vengas perra- vuelve a decir con enojo esta vez.

Tomo mis piernas y las atraigo hacia a mí, para ocultarme mejor, sin embargo, esto parece que no funciona.

-Aquí estas- dice el chico que no conozco.

-No déjame en paz, ni siquiera te conozco, por favor no me hagas daño- le digo viendo que me está sujetando del brazo con muchas fuerza- Vamos Sherril piensa en algo- dice mi conciencia en mi cabeza.

-oh ere tan hermosa, creo que nos vamos a divertir mucho esta noche- dice este sujeto, esas palabras lo que consiguieron es que mi miedo se volviera pánico y mi cerebro solo puede reaccionar de una sola forma.

- ¡Hija de perra! – exclamó aquel sujeto de rodilla en el suelo, agarrando su entrepierna.

Salgo corriendo después de a verle dado una patada en sus bolas y dejándolo en el suelo con una cara de dolor.

Pero no logro correr mucho, siento el sabor del pavimentos y sangre en mis labios.

Esta persona que desconozco esta sujetando mi pierna e intenta subirme en mi.

- ¿Quién demonios eres tú? - le digo entre gritos

-Cállate zorra- me dice, inclinándose hacia mi cuello y comienza a besarlo.

Estoy en un estado que creo que mis gritos solo los escucho yo.

-Por favor detente- le vuelvo a decir, con la esperanza que su conciencia le recuerde que esta haciendo.

No obstante, veo que esta esperanza es destruida cuando siento una gran mano en mi mejilla y esta comienza a arder.

-Que te calles te digo- me dice alzando su voz.

-Esto es para que aprendas a nos meterte donde no te llaman Sherril Evans- vuelve.

Como demonios este tipo sabe mi nombre.

-Y esto es por tu estúpido golpe- dice, golpeando mi mejilla por segunda vez.

Max donde estas en lo único que puedo decir y pensar en mi cabeza, con los ojos como dos manantiales.

Vuelvo a sentir que este sujeto esta sobre mi cuerpo, lambiendo mi cuello, y tocando mi cuerpo, esto me esta producido unas nauseas enorme, pero como me quito este chico que debe pesar el doble de mi peso.

De pronto ya no siento este peso, rápidamente me levanto del suelo y veo al chico que me golpeo tirado en el suelo, pero con un sujeto encima de él golpeándolo a una velocidad sobre humana.

Temo decir que no siento pena por aquel sujeto, no se ni quien demonios es o como supo mi nombre y después de lo que me ha hecho bien merecido tiene todos los golpes que esta recibiendo.

Mi mirada vuelvo a los chicos que están peleando y observo que el chico que me golpeo le da un gran golpe al otro chico que trae un abrigo oscuro impidiendo ver quien es, este cae al suelo, pero ágilmente se levanta, pero esta vez lo hace volteando si mirada hacia mí.

-Max- es lo único que digo entre lágrimas, esta vez por el dolor de mi mejilla y labio, pero también felicidad porque vino, está aquí.

De pronto veo que los ojos de Max se están tornando de un rojo vivo, dejando atrás su tono gris eléctrico, esto está produciendo que mi cabeza próximamente tenga un colapso cerebral.

Max desvía la mirada de mí, para concretarse de nuevo en aquel chico que desconozco, este mira el estado de Max y empieza a ponerme pálido, como si estuviese viendo un fantasma, yo lo entendido porque exactamente así estoy yo, que le pasa a Max, que carajos tienen sus ojos.

Sin embargo, Max parece estar poseído, camina hacia aquel chico con una postura, que hasta el más fuerte, parece débil ante él.

Max toma del cuello aquel chico, y lo avienta hacia una pared, el chico cae al piso, dejando en la pared un hueco que da a demostrar que aquello fue un gran golpe, producido por una gran fuerza. Blackwood camina hacia donde cayo aquel chico y se agacha enfrente de él.

-Vuélvela a tocar y juro que la próxima no te dejo respirando, romperé todos tus huesos uno por uno, si le pegas de nuevo, mírala bien porque la próxima vez que te le acerques no volverá a ver nada más - le dice a los ojos, el chico al ver los ojos de Max que parecen fuego acabado de encender gira hacia mí con una mirada de temor justo como la que tenía yo cuando el muy canalla me golpeo y toco, yo recordando lo que le hizo, bajo la cabeza, pero luego la subo y veo que el chico esta inconsciente.

Max se levanta y comienza a caminar hacia donde estoy yo, el rojo de sus ojos empieza a desvanecer y comienza a reaparecer su gris eléctrico de vuelta.

Debería decir que tengo miedo de él y que esto me aterra, pero no es así, no lo siento, al contrario, salgo corriendo hacia él para abrazarlo, porque él es lo que más seguridad me da en este momento.

-Ya paso bonita, estoy aquí- me dice abrazándome también.

Soy tan pequeña al lado suyo, pero eso no me importa, -Ya no llores Sherril estoy aquí- dice, pero yo no puedo dejar de llorar, que hubiese pasado si Max no hubiera llegado en ese momento, el solo pensarlo hace que más lagrimas se formen en mis ojos.

-Vamos a casa- me dice viéndome a los ojos.

- No puedo llegar así, si mis padres me ven en este estado empezarían a preguntar que paso y yo no sabría que decirles, porque ni yo se que paso, ni siquiera sé quién es- le digo señalando aquel tipo inconsciente en el suelo.

-Shh, nunca dije que era a tu casa, vamos a la mía bonita- me dice dándome un beso en la frente y cargándome en sus brazos.

Solo puedo dejar que lo haga, porque no tengo fuerzas para caminar, corrí demasiado y mi energía se agotó, siento que en cualquier momento yo también terminare desmayada, al igual que aquel chico extraño.

Viéndolo por última vez tirado en el suelo inconsciente, solo pienso en algo que me dijo- esto es para que aprendas a nos meterte donde no te llaman Sherril Evans- ¿Por qué dijo eso?¿Quién le dijo que me hiciera esto? 

Phoenix [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora