~Visitando al THE GOLD~

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Sherril.

La libertad es algo que muchas personas atesoran y anhelan poseer, pero que es realmente la libertad, ¿tu sabes la respuesta? Porque yo no, ahora mismo lo único que observo que tiene libertad es este pajarito que está bañándose en un pequeño charquito de agua.

Es increíble la capacidad que tiene esta imagen de la naturaleza para hacerme concentrar únicamente en esta avecita y bloquear mi sentido auditivo para dejar de escuchar a mis compañeros tocando sus instrumentos.

La imagen de la avecita comienza a tornarse borrosa y esta es sustituida por otra cosa, dos personas sentadas en un lago, reconozco inmediatamente el lago, porque es el lago swin, me quedo atónica porque una de las personas sentadas a la orilla del rio, esta volteándose y me sorprendo al ver que esa persona soy yo, pero al sujeto que está a mi lado no puedo reconocerlo, tiene una capucha que lo cubre y esta sentado de igual forma que yo, pero este no se inmuta en moverse, solamente permanece despalda, pero sostiene en sus manos una especie carta.

-Sherril, despierta ya paso la clase- dice Ana una compañera de arte.

Gracias a Ana me he dado cuenta de que me he quedado dormida con los ojos abierto, el pajarito ya no esta y eso me pone un poco triste, realmente era algo bello observarlo en ese charquito de agua. Pero recuerdo que ya esta es mi ultima clase, así que me dirijo a la salida.

Siento que en mis pantalones esta vibrando algo y busco en el bolsillo trasero y saco mi teléfono, veo una llamada entrante de un numero que no tengo registrado- a ver quién será ahora, tal vez es equivocado- digo tomando la llamada.

-Hola- digo, esperando respuesta por quien esta en la otra línea.

-Cuando quieres que te ayude con tu proyecto de química, tengo una agenda un poco saturada y necesito saber, para ver si puedo hacerte un espacio- me dicen.

Reconozco esa voz, porque la vengo escuchando desde que era una niña

-Ahora estoy ocupada y tengo que salir, además mi hermano me está esperando, así que habla rápido- le digo.

-ok, esta noche estoy disponible si tienes tiempo, así inicias el trabajo, el cual yo te asigne- me dice.

Mis asunto de ir al periódico THE GOLD y tener un hermano desesperado, no me da el tiempo para comenzar una futura discusión con Max.

-De acuerdo- le digo y cuelgo.

Marcos esta algo nervioso y lo sé, porque se está mordiendo sus uñas, cosa que suele hacer cuando esta en este estado.

-Al fin llegas Sherril- me dice subiendo al auto.

Ignoro a mi hermano y entro de igual forma, mientras tanto agendo el número de Blackwood nunca se sabe que pueda pasar.

- ¿Qué tal estuvo tu día hermano? - le pregunto a Marcos.

-Todo bien- me dice algo extraño

-Oye te pasa algo, te vi saliendo del gimnasio y estabas algo pálido- le digo.

Marcos voltea como si hubiese visto un fantasma, lo cual me indica que si paso algo.

-No pasa nada, solo quería salir rápido de la práctica de futbol- me dice

-pero parecías que estabas en un carrera más bien hermano- le digo.

- A ver Sherril, deja de preguntar tanto, metete en tus asunto y déjame en paz- me dice.

Como no tengo ni ánimos ni tiempo de escuchar a mi hermano molesto, subo las manos en forma de paz y me acomodo en mi asiento.

Busco en mis apunte la dirección del periódico, al verla recuerdo que una de mis compañeras vive más cerca que yo, si le digo a Marcos que me deje cerca de su casa, podre ir más rápido al periódico y no tendré que dar explicaciones en mi casa.

Phoenix [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora