CAPITULO 28.

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Alex llegó temprano a la empresa, toda la noche había estado pensando que hacer para sacarse a Katherine de la cabeza, ahora cada vez que pensaba en ella, solo podía imaginársela en ese sexy traje de baño. No le gustaban las nuevas sensaciones que estaba experimentando. Después de pensarlo mucho llegó a la conclusión que su obsesión por ella se debía a que lo había rechazado aún cuando se notaba que también él le gustaba.

Él siempre había respetado la decisión de las mujeres y nunca había tenido problemas para tener alguna relación sexual sin compromiso, pero Katherine era distinta, necesitaba sentirla, así que para lograrlo buscaría seducirla, si después de usar todos sus dotes de galán, ella aun así no aceptaba estar con él, la dejaría en paz, pero había decidido hacer un último intento.

-Buen día Jessica – saludo a su secretaria.

-Buen día señor – ella se levantó y lo siguió a su oficina.

-Jessica necesito que hagas ajustes a la agenda del viaje que hare a las sedes. Necesito que la cambies para este jueves.

-Señor, ¿este jueves? Es muy pronto, bueno creo que se puede, pero necesitare reagendar todo.

-Si lo sé, solo encárgate de las reservaciones en los hoteles, a las sedes no les informes, será sorpresa – dijo con una sonrisa.

-Bien señor, avisare a la señorita Madison

-No, yo lo hare, por favor dije a la señorita Woods que venga a mi oficina y cancela todo para después de medio día, saldré y ya no regresare hasta mañana.

-Si señor, con permiso.

Katherine llegó, pero se entretuvo con algunos compañeros quienes la cuestionaban sobre el misterioso admirador que le enviaba flores.

-Vamos Kathy ya dinos quien es – comentaba un compañero – todos en la empresa estamos con la incertidumbre, ese hombre no falla con las flores y chocolates.

-Chicos, chicos, cálmense, la verdad es que no se quien es, los de la florería no han querido revelar el nombre de la persona.

-Bueno deberías ir hasta allá y preguntarle al dueño, te imaginas debes traer a ese hombre muy enamorado, las flores son hermosas y los arreglos y chocolates caros, ya quisiera yo tener a alguien así de detallista, por cierto, las ultimas flores venían con un jarrón muy lindo.

-No claro que no, fueron claveles muy lindos, pero no tenían ningún jarrón – dijo Kathy.

-No Kathy, no eran claveles, mmm creo que eran rosas y era un jarrón de cristal muy lindo... creo que el señor Alex, si fue el señor Alex quien te lo llevo.

Katherine frunció el ceño, Alex no le había dado nada, además de que había mostrado su molestia por los obsequios que recibía. Observo a su compañera y se dio cuenta que algo no encajaba.

-Dices que Alex se llevó mi arreglo de flores y dijo que me lo entregaría?

-Bueno... eh si... dijo que el te las entregaría... ay Dios creo que metí la pata – dijo ella al ver el cambio en la expresión de Kathy, todos los demás callaron y ya no hicieron ningún comentario, Katherine era una persona muy linda y amable con todos, pero ya habían sido testigos de su cambio de humor y era mejor no aparecerse en su camino. Esta parecía ser una de esas ocasiones.

-Ah chicos creo que es hora de ir a trabajar... eehh nos vemos luego – uno a uno se dirigieron a sus puestos.

Katherine se dirigió a su oficina, se sentía molesta, no estaba segura, pero podría adivinar que Alex había hecho algo con esas flores que le habían enviado, busco una de las tarjetas y el teléfono de la florería. Marco el número y al tercer timbre una mujer contesto.

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