Horas antes
Alex entró a la empresa, con su caminar altivo y seguro, haciendo suspirar a más de una mujer que se atravesó en su camino. En otro momento dedicaría miradas y sonrisas coquetas, las recepcionistas y secretarias lo conocían muy bien; sin embargo, en ese momento él solo tenía en mente a una persona, una mujer que poco a poco estaba ocupando sus pensamientos
-Señor Alex, que sorpresa, no lo esperábamos – la recepcionista lo recibió hablándole con coquetería y tratando de acomodarse la blusa, más bien tratando de abrirla.
-Buena tarde señorita – Alex saludo seca pero cortésmente. – Por favor informe al gerente que estoy aquí, subiré a su oficina – ni una sonrisa ni mirada, camino al ascensor, Alex conocía las instalaciones, sabía perfectamente como llegar.
La recepcionista informo inmediatamente a su jefe, quien se puso nervioso, aún no terminaba de maquillar los informes que le presentaría a Alex.
-Alex, muchacho, que sorpresa, te esperábamos en una semana – dijo Jeff, el gerente.
-Jeff, buen día – lo saludo de mano – decidí venir antes, espero no tengas inconveniente con eso – Alex se sentó en uno de los sillones de la pequeña sala de la oficina, observó el lugar y vio los lujos que había en ella.
-No claro que no, permíteme ofrecerte algo.
Jeff ordeno algunos bocadillos y comenzó a charlar con Alex, le hablo de las altas cifras del negocio y muchas otras cosas, Alex lo escuchaba, pero no le prestaba atención, estaba completamente desconcentrado, eran cerca de las seis de la tarde y él no había comido algo decente.
-Jeff organiza para mañana a las 10 am una reunión con todas las áreas, envíame hoy los informes, quiero revisarlos antes de mañana, hazlo antes de las 8, por favor – se puso de pie – me retiro, nos vemos mañana.
Salió del lugar y le pidió al chofer que lo llevara a un bar tranquilo, necesitaba despejarse. Le pidió a Marti que se retirara, pero este le dijo que lo esperaría. Al entrar Alex se ubico en un lugar alejado, solo, pidió algunos tragos que tomo sin saborearlos, desde que había dejado el hotel sentía una opresión en el pecho, la mirada de Katherine estaba grabada en si mente, esos ojos expresivos que le encantaban, solo tenían tristeza y desilusión, las lágrimas derramadas le estaban quemando por dentro.
-¿Por qué Katherine? ¿Por qué me haces sentir así? – se tomó de un solo golpe el siguiente trago. Su vista comenzaba nublarse, las personas y el lugar comenzaban a dar vueltas, señal de que el alcohol estaba haciendo efecto en su organismo. Alex no acostumbraba a beber como lo estaba haciendo, ya tenía unas horas ahí.
Una mujer que acababa de llegar, lo vio, estuvo observándolo un rato y después decidió acercarse, Alex no la había notado hasta que la tuvo frente a él. Era una pelirroja alta, pero con curvas perfectamente marcadas, traía un vestido muy corto con un escote pronunciado en el pecho y espalda.
-Hola – dijo ella con una sonrisa - ¿Puedo sentarme? Ningún hombre como tu debería estar aquí... ¿solo? – dijo ella. Alex la miro, semanas atrás no hubiera dudado en comenzar su juego de seducción, después de todo, ella estaba ahí muy dispuesta.
-Adelante – le dio permiso para sentarse - ¿Qué tomas? – le hizo señas al camarero y pidió tragos para ambos.
-Es la primera vez que te veo en este lugar – dijo ella acercándose más a él.
-Es por que es la primera vez que vengo – Alex la observaba, era muy bonita, pero por primera vez, no sentía ganas de estar con ella y se maldecía por qué en ese momento la única que volvía a su mente era Kathy.
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Elección de Amor
ChickLitÉl un hombre libre, atractivo para los ojos femeninos, imponente, sexy y muy activo sexualmente. Comprometido con las empresas de su familia y siempre a la vanguardia en los negocios. En su familia, cariñoso con su padre y hermanas, el bienestar de...