Elección de Amor

CAPITULO 56.

ALEX

Por fin después de tanto tiempo la tengo conmigo, mi ángel, mi corazón, mi vida entera, la mujer mas importante de mi vida, al igual que mis hermanas. Siento como si fuera un sueño, uno del que no quiero despertar.

Ella me mira a los ojos, ¡Dios! Son los ojos más hermosos del mundo, toda ella es hermosa... carajo estoy tan enamorado de ella. Tenerla así tan dispuesta, entregándose a mi me hace sentir el hombre más feliz del mundo.

Esta recostada elegantemente sobre unas finas sabanas y almohadas que puse, quiero hacerle el amor al tiempo que miramos las estrellas en el firmamento.

-¿Qué tanto piensas? – me pregunta al tiempo que acaricia mi rostro, joder sus manos son suaves como la seda

-En lo afortunado que soy al tenerte conmigo – y no miento, así me siento en estos momentos.

-Yo también soy muy afortunada al tenerte conmigo... Alex... - escucharla decir mi nombre casi jadeando me prendió aún más.

Poco a poco voy acercándome a ella, tomando con mi mano su rostro y acariciando el borde de sus labios, esos labios que saben a miel. La beso, un beso suave y lento, quiero disfrutar cada movimiento, cada respuesta, joder se amoldan perfectamente su boca y mía y sin yo hacer ningún esfuerzo ella me da permiso de explorar mas allá, el roce de nuestras lenguas es perfecto, se acarician, se disfrutan. Siento como a poco ella me acaricia el cabello y espalda, mientras yo me aferro a sus deliciosos labios.

Me separo cuando me doy cuenta que ambos necesitamos respirar, pero es que ¡joder! Su boca es como un imán que me atrae; comienzo a repartir besos por su bello rostro bajando por su cuello, mmm me encanta su aroma, no puedo evitar morder un poco su hombro, tal vez deje una marca, una linda marca. Demonios necesito quitarle este vestido, que aunque me prendio, ahora lo necesito fuera de su cuerpo. Bajo con mis dientes la tela que cubre sus deliciosas tetas, inmediatamente saltan ante mis ojos esos rozados pezones, están erectos listos para ser devorados, la escucho soltar un jadeo que llega hasta mi boxer que ya esta húmedo por mi excitación. Nunca se debe hacer esperar a una dama, así que lentamente comienzo a bordear con mi lengua su pezón derecho.

-¡¡Aleex! – se retuerce diciendo mi nombre, me encanta.

Comienzo a chupar su pecho, simulando ser amantado, mientras siento como sus dedos se enredan en mi cabello al tiempo que me presiona para que continúe con mi tarea, sus gemidos son cada vez mas altos, me encantan. Una de mis manos se cuela por debajo de su vestido buscando ese húmedo y caliente lugar que pronto probare, siento la humedad en sus bragas, si supiera que yo estoy igual o peor que ella. Intenta cerrar las piernas, pero se lo impido, ooh nena mis dedos van a darte placer, jalo sus bragas con la fuerza suficiente para romperlas.

-¡Alex! – suelta un grito de sorpresa al tiempo que abre los ojos para ver cómo le muerdo su pezón, haciéndola abrir la boca para soltar un gemido – Aaaaaahhh

Me paso a su otra teta, que ya esta lista para recibir placer, mientras acaricio su intimidad, esta tan mojada que mis dedos resbalan fácilmente, meto lentamente una de mis dedos en su interior, ¡Carajo! Esta tan caliente... debo controlarme o me correré en mis pantalones y eso no se vería bien, aunque no me importa que mi mujer se de cuenta como me pone.

Mientras mi mano da placer en su sexo, mi boca ataca sus pezones, ella ya no puede controlarse, siento sus dedos jalar mi cabello, mientras comienza un delicioso vaivén de caderas sobre mi mano.

-Así amor... disfrútalo... me encanta como te mueves... mmmmm

-Aleeex... no puedo más... aaahh

Adoro escuchar sus gemidos, la estoy llevando al borde así que continuo con mi tarea en sus tetas, mientras introduzco un segundo dedo en su interior, mientras mi pulgar juega con su clítoris. Siento como su interior se prepara para explotar. Traslado mi boca a su rostro... ¡Dios! Es la imagen más sensual que he visto... mi mujer.