PRÓLOGO

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Él un hombre libre, atractivo para los ojos femeninos, imponente, sexy y muy activo sexualmente. Comprometido con las empresas de su familia y siempre a la vanguardia en los negocios. En su familia, cariñoso con su padre y hermanas, el bienestar de los suyos siempre era lo más importante. En el amor todo un casanova, prefiriendo las relaciones ocasionales, sin comprometer el corazón. Honesto con sus amantes, solo era sexo lo que el buscaba.

Ella baja de estatura, con un cuerpo increíble pero que escondía debajo de sus trajes sastre, rostro delicado y ojos verdes ocultos por lentes. En el trabajo, comprometida y muy profesional, siempre buscando la excelencia. Su carisma y ocurrencias hacían que sus compañeros la adoraran, exceptuando su jefe, el ogro amargado como ella le decía. El amor era un misterio en ella.

Ella espontanea y alegre, él metódico y organizado. Ella soñadora y parlanchina, él centrado y serio.

¿Qué pasara cuando ella conozca su vida fuera de la oficina? ¿Qué hará él cuando descubra su secreto?

Un pasado, una decisión y una elección de amor.

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-Buenos días, mi nombre es Katherine Woods, soy la nueva asesora comercial – Extendió la mano a quien sería su jefe.

-Buen día señorita – Él la miro de arriba abajo, ella se incomodó ante el escrutinio.

-Su padre me transfirió de Los Ángeles y...

-Lo sé, ya me ha explicado todo, señorita Woods necesito un reporte de todo lo que ha hecho en la empresa, durante estas semanas que he estado ausente. Lo necesito para mañana a primera hora y...

-Aquí lo tiene señor, me he permitido hacerlo para su regreso, esta todo, incluido el presupuesto para los próximos meses, aún falta autorizarlos, además...

-No me gusta que me interrumpan señorita Woods. – Dijo él molesto.

-A mí tampoco señor. – Ella le sostuvo la mirada.

-Señorita espero no tener ningún inconveniente con usted, no me agradan las personas altaneras.

-Créame señor, a mi tampoco, soy buena en mi trabajo, ya usted se dará cuenta, pero tampoco me gusta que me traten como un ser inferior, aunque estén por encima de mi en la organización.

Si las miradas mataran ambos estarían ya tres metros bajo tierra. Alex Taylor acababa de encontrar la horma de su zapato y se llamaba Katherine Woods.

Elección de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora